Verano 2024: la coyuntura golpea a la hotelería bonaerense
Mensajero dialogó con responsables de las filiales de la AHT, quienes explicaron cómo se dio la suba de precios y el impacto en la ocupación en la temporada.
La inflación y la suba incesante de precios golpeó al turismo de la costa bonaerense: responsables de hoteles de distintas localidades de la provincia anticiparon que la temporada será peor que a comienzos de 2023 y se mostraron preocupados por la baja ocupación hotelera.
Mensajero analizó esta situación en conversación con Víctor Borgia, presidente de la filial de Mar de las Pampas de AHT; Jorge Cocco, presidente de Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Afines (AHRCA) de Villa Gessel; y, Fabián Salvucci, presidente de la filial de Pinamar de AHT.
Los entrevistados coincidieron en que la ocupación y las reservas son menores para enero y febrero a comparación de años anteriores. Con diferentes niveles de preocupación y alerta, desearon que la situación mejore rápidamente y se pase una buena temporada a pesar de la inestabilidad económica que atraviesa el país.
LA OCUPACIÓN EN LAS FIESTAS
Víctor Borgia, presidente de la filial de Mar de las Pampas de AHT, reveló que actualmente la ocupación hotelera para enero permanece entre un 70 y 75 %, mientras que para febrero baja drásticamente al 35 %. “No recuerdo una temporada que para esta época del año no tenga vendido todo el verano. En enero estamos muy bajos y febrero muy, muy, muy bajos”, lamentó.
A su vez, recordó que en 2022 la ocupación ya estaba "llena" por esta época: “Desde mediados de diciembre ya estaba vendido todo el verano, enero y febrero”. En este marco, atribuyó las causas del mal comienzo de temporada a una “situación coyuntural”.
Por su parte, Jorge Cocco, presidente de Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Afines (AHRCA), analizó la situación en Villa Gesell y alertó: “La situación es delicada por razones económicas. Tras las elecciones, el pueblo está expectante”.
“Después del DNU, la gente está asustada, muchas reservas hoteleras bajaron, otros intentaron cambiar las fechas. Esto nos lleva a tener un porcentaje pésimo para lo que venimos viviendo. En Navidad no se superó el 40 %. Veremos para fin de año, que es cuando la gente visita más la ciudad, pero las expectativas son muy pocas”, reveló.
“El año pasado, para las fiestas, estábamos en un 65 %”, recordó Cocco y lamentó la situación actual: “Para enero tampoco superamos el 40 % y no hay reservas para febrero y las respuestas para las consultas son que es imposible dar un valor, porque no hay una estabilidad económica”.
Además, bajo su administración también tiene a restaurantes y confiterías: “La gastronomía está pasando por el peor de sus momentos, la mercadería se compra día a día. Es grave”, apenó.
Finalmente, Fabián Salvucci, presidente de la filial de Pinamar de AHT, mostró un panorama diferente y destacó el nivel de ocupación hotelera en diciembre, incluida las fiestas, pero anticipó que para enero y febrero el promedio ronda el 70 y 40 % respectivamente.
A diferencia de los otros dos balnearios, Pinamar gozó de un buen diciembre, pero enero, al parecer, no será un gran mes: “Estas dos últimas semanas se subió un poco la ocupación, pero de todos modos todavía la mayoría de los hoteles tienen lugar, o sea, estamos hablando que estamos lejos de un enero que esté lleno en la previa".
“Para las fiestas, yo diría que tanto Navidad como Año Nuevo estamos arriba del 90 %. La mayoría, si no están al 90, muchos están llenos, no tienen lugar. Notamos, por ejemplo, que este año hubo más gente también en Navidad”, agregó y estimó: “La expectativa que hoy tenemos para enero y febrero, es más baja que la del año pasado”.
LOS AUMENTOS DE PRECIOS
El responsable de AHT de Mar de las Pampas enfatizó en que el primer motivo de esperar una mala temporada es económico: “Nosotros en general salimos muy temprano ya con la oferta del verano, y habían arrancado con un muy buen nivel de reserva en julio-agosto. Nos habíamos sorprendido, y cuando fue la primera elección, las PASO, se frenó y fue todo mucho más tranquilo. Y lo que es el último mes muchísimo más tranquilo”, indicó.
“Entre año y año alrededor de un 150 % aumentaron las tarifas y en las últimas semanas muchos bajaron las tarifas porque al no tener movimientos, al no tener ventas decidieron por ahí hacer algunos ajustes, algún tipo de promoción”, remarcó y puntualizó en dificultad que representa no ofrecer promociones bancarias con pagos en cuotas.
A su vez, el titular de Ahrca en Villa Gesell fue contundente al afirmar que esta situación no la vivió ni siquiera cuando la actividad estuvo paralizada en su totalidad: “Nos lleva a una incertidumbre que no la teníamos ni en pandemia, porque en los distintos sectores turísticos del país había otras esperanzas y expectativas. Yo no tengo memoria de haber sufrido semejante incertidumbre”.
Además, explicó que el empresariado local se vio imposibilitado de invertir en su establecimiento: “El empresario, en septiembre cada año, invierte en sus comercios, colchones, televisores, vajillas, mesas y sillas y este año no ha invertido. Eso lleva a una peor calidad para el destino. Los valores no tienen lógica, es imposible. Los sueldos son irrisorios”.
La inflación anual se trasladó a los precios en un 180 %, aproximadamente. “Los empresarios dicen que se quedaron cortos. Esta va a ser una temporada difícil, la incertidumbre es muy grande, no hay como asegurar nada”, comentó.
En Pinamar, este contexto golpeó al sector turístico: “Los hoteles no sabían a cuánto se iba a vender, o el que vendía tenía que hacer de contado la cancelación total de la reserva, y entonces tanto para un lado como para el otro, era un poco jugarse”, comentó Salvucci.
“Muchos de los hoteles han tratado de que el aumento sea lo menor posible, de trasladar lo menor posible a la tarifa, porque tampoco es que esta es una temporada que está full, entonces se está tratando de que la incidencia sea lo menor posible para que el que pueda, aunque sea baje los días, pero pueda vacacionar”, añadió. A su vez, continuó: "Se fue haciendo un incremento progresivo todos estos meses y la realidad es que cada uno lo hizo en su momento, a diferencia de otros años que más o menos se habla. Algunos eran mes a mes y otros en menos tiempo".
Asimismo, deseó terminar una “temporada buena”, aunque desde ya entiende que no va a ser “excelente”.
LAS CONSECUENCIAS DE LAS MEDIDAS DE CAPUTO
Una de las causas que afectó seriamente al turismo fue el aumento desmedido de precios luego de las medidas que anunció el ministro de Economía, Luis Caputo. Al respecto, Borgia analizó: “Es difícil porque impacta claramente no solo en el día a día, sino en los costos operativos, y todo lo que derive en el funcionamiento del hotel. Muchos vendemos con la reserva previa y la forma hoy obviamente de ahorrar es quizás trasladar eso a dólares y hoy el dólar hace más de dos meses que está alrededor de $ 1000 y los precios en pesos aumentaron bastante más de lo que aumentó el dólar”.
De este modo, relató la complicación que sufren los hoteles: “Tenés que afrontar gastos, vender más dólares para responder a los mismos gastos que teníamos pensado hace dos meses. Es decir, la inflación subió en pesos, pero no acompañó en dólares. Eso también financieramente afecta al comportamiento y que si no cambia de acá en adelante va a afectar mucho más”.
En tanto, el titular de AHT de Pinamar sumó: “Fue una medida como un shock, y se sintió tanto de un lado como de otro. Hasta que la gente un poco se acomodó hubo como un parate esos días y como que hoy entendió que ya está, porque la realidad es que veníamos de una incertidumbre grande, primero que venían las PASO, después las elecciones, después el balotaje y era toda una incertidumbre”.