Turismo Estudiantil: los desafíos que enfrentan las agencias con la legislación actual
Pablo Wolowski, vicepresidente de ACTE, manifestó las dificultades burocráticas y legales que se ponen en juego a la hora de debatir sobre las modificaciones de la ley 25.559.
Dentro de las derogaciones y modificaciones que se debaten en el congreso por el Proyecto de Ley “Bases y puntos de partida para la liberación de los argentinos”, las agencias de turismo de viajes estudiantiles se encontraron atrapados en complicaciones burocráticas que dejaron estancados los precios dificultando la venta de los mismos.
El vicepresidente de la Asociación Civil de Turismo Estudiantil, Pablo Wolowski, explica que si bien ya hay viajes pactados, todas las agencias deben seguir vendiendo para continuar con sus operativos. El problema actual se centra en la modificación planteada por el Gobierno de Javier Milei en el proyecto de ley mencionado.
El mismo obligó a los operadores a vender sus servicios en un precio fijo, inamovible y en pesos, lo cual pone en riesgo la garantía su prestación, ya que debido a la inflación, los costos aumentan semana tras semana y desde el día en el que se firman los contratos hasta el momento de realizarse el viaje, estos difieren.
En esa misma línea, Wolowski señala: “Nosotros calculamos un margen de inflación del 60 % y 80 % y tuvimos una inflación, desde el momento de la firma del contrato hasta el momento en el que realiza el servicio, que va a estar llegando a un 700% por lo que va a ser complicado ponernos de acuerdo para brindar el servicio”.
Por esa razón, las agencias reclaman “destrabar” la restricción que los obliga a una cifra fija y en pesos, permitiéndoles el pago en otras monedas o, mismo, la actualización de costos, habilitando a que las empresas puedan generar las divisas necesarias garantizando los servicios, cubriendo el déficit generado por la inflación que transcurre en la actualidad.
Wolowski afirma que desde la Asociación Civil de Turismo Estudiantil (ACTE) se trabaja con más de 100 agencias directas, operadores y prestadores de turismo estudiantil, para buscar el bien común de las empresas de viajes y los pasajeros que realizan los mismos. Este reclamo da voz a la necesidad básica de vender el servicio, teniendo la “caja” para poder realizarlo de manera efectiva y a su vez para poder subsistir en el marco económico actual.
Finalmente, el vicepresidente de ACTE remarcó: "Nosotros creemos que la ley de turismo estudiantil es brillante, única en el mundo y garantiza y da seguridad a los pasajeros".
Ante este escenario se conformó una mesa de diálogo con diferentes diputados de distintos bloques dentro del Congreso de la Nación para dar una solución y eliminar los elementos burocráticos que ralentizan y perjudican a la ley 25.559, sin dejar de lado los seguros básicos y esenciales para los pasajeros.
Como, por ejemplo, la necesidad de que continúe en funcionamiento el fondo de fideicomiso, el cual cubre viajes básicos a través del sistema de cuota cero, garantizando el viaje siempre; además del funcionamiento obligatorio del seguro de responsabilidad civil, accidentes personales y coberturas médicas.