"Lo que se viene no es nada fácil, pero me gusta lo difícil"
Mensajero dialogó con Gastón Burlon, reciente presidente de la Cámara Argentina de Turismo Estudiantil, quien anticipó el rumbo del sector e incentivó a la unidad.
A poco más de una semana de su asunción como presidente de la Cámara Argentina de Turismo Estudiantil (CATE), Gastón Burlon charló con Mensajero Turístico sobre las políticas del organismo durante los próximos años.
De esta manera, y entre un contexto de mucha incertidumbre para la actividad a nivel nacional, el funcionario se animó a mostrar su descontento sobre algunas medidas del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) publicado por Javier Milei y, en simultáneo, presentó soluciones para favorecer a viajeros y empresarios.
¿QUÉ EXPECTATIVAS PERSONALES TENÉS RESPECTO A TU NUEVO ROL?
- Muy grandes. Me encantó el desafío cuando me lo propusieron. A lo largo de mi vida trabajé mucho por el segmento y en conjunto con la mayoría de las empresas, ayudándolas en diversas situaciones como la pandemia. Por lo tanto, conozco a todos. Sé que no será nada fácil porque los tiempos que vienen son difíciles, pero a mí me gusta lo difícil. De todas formas, creo que podemos lograr muchas cosas. Afortunadamente, estoy en una cámara que representa casi el 90 % de los chicos de todo el país.
¿CUÁLES SON LOS PRÓXIMOS PASOS DE LA CATE?
- Hace rato venimos trabajando en gestiones. Hemos tenido reuniones con compañías aéreas y el Gobierno y encontramos dos puntos centrales, fundamentales y urgentes, sobre los cuales profundizar. El primero consiste en revisar la problemática de los contratos ya vendidos para 2024, ya que el sector estudiantil es el único al cual el Estado le ha prohibido cobrar con intereses y le ha obligado a otorgar cuotas fijas en pesos. Sumado a la inflación del 300 % anual es imposible evadir conflictos. Por eso, junto con profesionales, nos estamos enfocando en presentar un informe sobre la situación para llegar a un acuerdo.
Por otra parte, el segundo objetivo es controlar la futura reglamentación de la industria estudiantil. Nos estamos dedicando fuertemente a eso. Ahora, vamos a hacer una presentación a distintos ámbitos de Nación, tanto del Ejecutivo como del Legislativo, sobre las opiniones de los socios sobre las medidas que rigen. Consideramos que hay puntos que son muy obsoletos y antiguos. Por eso, hemos hecho un taller con especialistas, en el cual participaron muchas personas, para recopilar posturas y, así, enviar una carta al Estado en nombre de la cámara.
¿QUÉ INQUIETUDES LES GENERAN LAS MEDIDAS DEL DNU?
- Son muchas, pero hay algunas modificaciones que son particulares. Nadie está en contra de la reglamentación porque nos tenemos que acomodar a lo que se decida. Aunque estemos reglamentados o no, tenemos que hacer frente a las situaciones que atraviesa el país. Nosotros nos enfocamos en realizar una campaña grande de marketing y promoción para demostrarle a los padres y chicos que la mejor y más segura forma de viajar es con los socios de la CATE. Hay que aggiornarse a los tiempos que nos tocan vivir, reaccionar siempre rápidamente y ver el vaso medio lleno por el bien del sector.
¿CÓMO ES EL VÍNCULO DE LA CATE CON LAS EMPRESAS?
- Durante 20 años fui presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Bariloche. Conozco mucho el paño de instituciones, por lo que, cuando me plantearon la propuesta, yo quería que estén los dueños de las empresas estudiantiles en la Comisión Directiva, al menos en estos primeros tiempos. Conozco a las instituciones y sé que sirven para cuando hay problemas, pero por experiencia propia te puedo decir que muy pocos participan. Con lo cual, estoy en contacto continuo y diario con empresarios y socios de CATE.
¿CÓMO ESPERAN QUE ACTÚE EL GOBIERNO PARA FAVORECER AL TURISMO ESTUDIANTIL?
- Hay cosas que queremos demostrarle al Gobierno Nacional, como por ejemplo, lo que comenté anteriormente del congelamiento en pesos de las cuotas. No comprenden por qué las empresas llegaron a esta situación. Ni el mejor de los estadistas le pegó en su pronóstico al 300 % de inflación anual. Nadie lo pudo calcular. No es culpa ni de los chicos ni de los dueños, por eso, recurrimos a las presentaciones formales.