Charla de Café con Gustavo Valentín
El Socio Gerente de VS Tour analiza la actualidad de mercado y los vaivenes económicos actuales.
Aprovechando que estamos a mitad de año ¿Cuál es el balance que hace de este 2018 para su empresa?
Nosotros ignoramos hace un tiempo el cambio de plataforma y un poco nos aislamos de la coyuntura, estuvimos trabajando muchísimo a nivel técnico así que estuvimos un poco aislados, nuestros clientes tuvieron una buena época y ahora se están preparando para un segundo semestre un poco más tranquilos. Es evidente que el impacto de toda el área va a afectar las transacciones de ahora en adelante.
¿Inclusive en su rubro que está más vinculado a ofrecer servicios de tecnología?
Sí, a nosotros nos afecta porque muchos de los servicios que brindamos están basados afuera, particularmente en Amazon. Igualmente nuestro mayor recurso es el humano, nos quejamos más del costo laboral argentino que del valor del dólar. Tratamos de optimizar costos y eso es un poco la función de la agencia.
Hoy en día, ¿por dónde pasa la mayor solicitud de pedidos de sus clientes?
Lo que más están pidiendo es integración y automatización, porque van las dos de la mano. Podemos poner facturación automática, que todo este medianamente automatizado, cambiando el rol de administración por el control de gestión y esa es un poco la clave, el foco de hoy.
Si tuviera que hacer un diagnostico basado en su experiencia y más allá de sus clientes, ¿hoy en día diría que el mercado argentino está fuertemente tecnologizado, se abrió la tecnología turística en argentina?
No, a mí entender todavía falta mucho por hacer. Más que otros mercados está abierto, puede ser que se esté un poco más evolucionado, pero todavía hay mucho camino por recorrer. De hecho hace poquito tuve una reunión con un mayorista donde se discutieron esos temas. Empiezan a tener conciencia de que les faltan involucrarse más, que uno necesita tener una página web, tener presencia en redes sociales y gestionar esa presencia. Es un trabajo que se hace día a día, implica para muchas agencias reformular su forma de trabajo. No podemos abstraernos de eso. Todavía hay mucho por trabajar.
Desde su lugar de empresario de la actividad, ¿cómo vive los vaivenes económicos actuales?
No es la primera vez que pasamos por estas situaciones. Por eso, las agencias de viajes se caracterizan por ser el termómetro de lo que va a pasar. Son las primeras que se enfrían y las primeras que levantan. Sin comparar la magnitud de los hechos, cuando ocurrió la debacle del 2001, pasamos un 2002 bastante difícil, con mucha retracción, pero 2003 empezó a levantar. Pero no lo hizo por el lado del emisivo, que estaba fuerte por ese entonces, sino que lo hizo por el lado del receptivo. Los que mejor se adaptaron fueron aquellos que pudieron dar vuelta su negocio y reinventarse. Los que adaptaron su esquema. Las agencias, en ese sentido, son muy elásticas.
Un jugador que entendió que era necesario reinventarse y promocionarse de otra manera, fue el Ministerio de Turismo, que salió a promocionarse internacionalmente con una estrategia digital. ¿Cómo lo evalúa lo que están haciendo?
Realmente, el trabajo del MinTur es titánico. Hay que sacarse el sombrero. Siempre hay cosas por mejorar, pero se los ve con una energía que en los últimos tiempos del gobierno anterior se habían perdido. Para mí, es muy positivo lo que está haciendo el ministro Santos.