Desde el pasado 30 de junio la TSA exige a los pasajeros en vuelos internacionales directos a los EE.UU que no lleven en su equipaje de mano sustancias en polvo con volúmenes superiores a 350 ml. debiendo trasladarlos en el equipaje facturado. La nueva normativa se ha comenzado a aplicar al mismo tiempo en Australia y Nueva Zelanda. Las autoridades estadounidenses han notificado a los aeropuertos internacionales extranjeros con vuelos directos al país que efectúen revisiones adicionales a las sustancias que no puedan ser identificadas y verificar que se cumpla esta restricción al transporte de sustancias en polvo en cabina. De allí que la normativa podría ser homologada en la Unión Europea y otras regiones del mundo.