La contaminación y destrucción del medio ambiente son dos puntos importantes que ningún sector puede dejar de lado. Por lo tanto, cada vez son más las prácticas sostenibles reconocidas e impulsadas por distintas organizaciones, para que el turismo no quede al margen. 

“El turismo es un monstruo que responde por el 11% del PIB mundial y un monstruo de la contaminación, responsable del 10% de la emisión de dióxido de carbono del planeta”, afirmó Gustavo Timo, representante de Adventure Travel Trade Association (ATTA). El ejecutivo resaltó que la contaminación afecta al turismo de aventura, que representa el 30% de facturación en el sector, y que es responsabilidad de grandes y pequeñas empresas tomar cartas en el asunto.

Por otro lado, Alessia Kosmehl, jefa de proyectos de la agencia peruana Condor Travel, resaltó la necesidad de educar al turista respecto a las consecuencias ambientales, ya sea en transporte, higiene o alimentación. “Necesitamos revisar nuestras prácticas, dimensionar nuestros impactos, sea como viajero o como empresa. La comunicación de la empresa necesita cumplir este papel de concientización. Hay que reciclar y, más, ser sostenibles, pues eso va a reducir los gastos”.

Por último, Marcos Silveira, director del Instituto de Biociencias de la Universidad de Sao Paulo, enumeró posibles impactos del cambio climático, entre los que destacan la intensidad de las olas de calor y crisis hídrica en los ambientes urbanos, acortamiento de invierno, disminución de la biodiversidad y afectación del turismo de aventura. “Las emisiones de CO² ligadas al turismo pueden llegar hasta el 5% de las emisiones mundiales, y se estima que aumente hasta un 130% para 2035. Este es el talón de Aquiles del turismo”.