Rompiendo parcialmente el luto por la muerte de Néstor Kirchner, Cristina Fernández retornó a sus labores en la Casa de Gobierno tras más de seis semanas de reposo, y lo hizo con novedades.

En este sentido, y tras 47 días de licencia retornó a la actividad pública ratificando la defensa del modelo. Para ello, desde la cúpula de la Casa Rosada se barajaron varios cambios ministeriales con el eje en fortalecer la gestión.
Al respecto, la jefa del Estado designó al gobernador del Chaco, Jorge Capitanich, como nuevo jefe de Gabinete; y a Axel Kicillof al frente del Ministerio de Economía.
No obstante, las modificaciones también contemplan la designación como ministro de Agricultura de Carlos Casamiquela y Juan Carlos Fábrega -del Banco Nación- asumirá la conducción del Banco Central, relegando a Norberto Yauhar; y Mercedes Marcó del Pont, respectivamente. En tanto, entre los anuncios más importantes se destaca la renuncia de Guillermo Moreno a la Secretaria de Comercio Interior.
Esta última “baja”, sumado al ascenso de Kicillof, despertaron varias sensaciones entre los principales referentes de la actividad. Siendo la sorpresa la primera emoción, los cambios en el Gabinete Nacional han sido recibidos con muchas expectativas.
Por su parte, cabe destacar que con una gestión al mando del Turismo nacional que comenzó allá por el 25 de mayo de 2003, Enrique Meyer es reconocido por propios y ajenos, siendo la cartera que preside uno de los Ministerios cuasi incuestionable.

En el ojo de la tormenta
Los cambios de figuritas alteraron el negocio de muchos empresarios argentinos. Al respecto, y al acecho ante nuevos anuncios o resoluciones, son varios los operadores que congelaron las operaciones, dejaron de tomar pagos aludiendo que no podían transferir, y apagaron sus celulares.
“El mercado cambiario está trabajando con absoluta normalidad. No se han detectados obstáculos para operar y no existen razones para que los operadores no puedan realizar sus respectivas transferencias”, remarcó el Presidente de la AAAVyT, Fabricio Di Giambattista. Y agregó que si alguna agencia no está operando es por razones comerciales, pero pidió que no le echen la culpa al mercado cambiario.
“Desconocemos cuáles serán las decisiones que se van a tomar porque hasta ahora son todas presunciones, nadie sabe nada con certeza. Por eso queremos transmitir que actúen como profesionales y que se tomen previsiones ante estas situaciones. Cada empresa tiene su responsabilidad dentro de la cadena de comercialización”, detalló el dirigente; quien sostuvo que las empresas deben planificar sus finanzas pagando por anticipado, transfiriendo en el momento o haciendo prepagos de otros servicios.
En tanto, el Secretario de la AAAVyT, Walter Rodríguez, comentó que “el problema acá es el clima de incertidumbre, donde la gente desconfía y se retira. Como sector aquellos clientes que se pierden cuesta mucho recuperarlos y terminan derivando la plata para cambiar el auto o remodelar su casa”. Además, sentenció: “Los que no quieren tomar riesgo y no aceptan pesos, hay que dejar de comprarles porque no son proveedores confiables”.
En tanto, Di Giambattista vio con buenos ojos la asignación de tipo de cambio distinto a las compras con las tarjetas de crédito. De hecho, frente al rumor de un impuesto a los plásticos del 17%, el dirigente reconoció que “sería una buena noticia aunque no hay certezas que se implemente”.

Expectantes
“Es indudable que hay que hacer un viraje importante respecto a las medidas para alentar el turismo receptivo”, manifestó Roberto Brunello, Presidente de FEHGRA. Y añadió que “si bien varios empresarios están desesperados por nuevas políticas, los funcionarios dispuestos tienen que acomodarse y así tomar las decisiones correctas”.
Por último, y reconociendo que las coyunturas actuales no favorecen el arribo de turistas, Brunello se mostró expectante tras los nuevos cambios en el Gabinete Nacional.
“En el sector tenemos esperanza a raíz de los nuevos cambios”; reconoció Leonardo Baguette, presidente de la Cámara de Hoteles de la AHRCC; y añadió que confía que las nuevas políticas se ocupen del problema del turismo receptivo.
“Necesitamos un dólar que tienda a favorecer el arribo de turistas extranjeros”; enfatizó el dirigente; quien remarcó que la actividad es la cuarta industria exportadora de la Argentina, y “si los funcionarios entienden las necesidades y relevancia del turismo, se darán cuenta que si dejan llegar turistas seremos parte de la solución en la lucha por devolver a la Economía los dólares que necesitan”.
No obstante, Baguette fue claro con su mensaje: “Se debe favorecer el ingreso de visitantes, pero no por ello hay que coartar la libertad de quienes quieren viajar al extranjero”.
Para terminar, el titular de la Cámara de Hoteles sostuvo que “los actores necesitamos que nos cuenten hacia dónde vamos como país, porque hay mucha incertidumbre de las tomas de decisiones del Gobierno, y es vital tener un reporte de las acciones para poder acompañar las medidas”.
Por otra parte, y pese a los reiterados intentos para comunicarnos con los referentes de la AAOVyT, los esfuerzos fueron en vano y nadie atendió el telefóno.

Futurología en Turismo
Para frenar la salida de dólares, desde Casa Rosada continúan mirando con desconfianza al Turismo, dado que millones de argentinos están sacando rédito de la diferencia cambiaria viajando al exterior.
En efecto, algunos sectores del Gobierno evaluarían aplicar un tope al gasto con tarjetas de crédito realizado en el exterior. La barrera, de aplicarse esa medida, se impondría a partir de noviembre para garantizarle al Estado una contención a la salida de dólares del país, limitando los gastos de argentinos en el extranjero.
Por su parte, -y aunque la misma Presidente había declarado que no habría desdoblamiento- desde el Ministerio de Economía, Kicillof sería el funcionario más entusiasta en la idea de desdoblar acotadamente el tipo de cambio y fijar una cotización especial para la actividad turística. De prosperar, los argentinos podrían acceder libremente a la compra de divisas estadounidenses, pero a un valor sustancialmente mayor que el actual, posiblemente ubicado en niveles cercanos al “blue”.
A su vez, también hay funcionarios que insisten con incrementar el anticipo de ganancias a las compras con plástico, monto que actualmente está en un 20%. La ventaja sería que correspondería a una medida de rápida aplicación y que no requiere de una nueva “ingeniería financiera”. Sin embargo, Ricardo Echegaray, titular de la AFIP, días atrás ratificó públicamente que su organismo no tiene en estudio implementar ninguna medida que limite los gastos de argentinos en el exterior.
Por último, otra opción que el Gobierno estaría analizando sería la de acelerar las mini devaluaciones diarias.

Primeros pasos
En sus primeras declaraciones sobre el mercado financiero luego de asumir sus cargos, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se excusó de hablar sobre el futuro del cepo y el ministro de Economía, Axel Kicillof, reconoció que debe generarse una “mayor oferta de dólares”. Ambos funcionarios coincidieron en analizar la cuestión cambiaria en un contexto amplio y así Capitanich dijo que “lo importante es cómo tener la coherencia necesaria ante las políticas fiscal, monetaria y cambiaria y eso es lo que vamos a hacer”, en tanto Kicillof sostuvo que “aquel que mida la variable del tipo de cambio como una cuestión separada, se equivoca” y reiteró la importancia de “la consistencia entre lo fiscal, lo monetario y lo cambiario”.

¿Mejor o peor?
Mediante una disposición del Banco Central, ahora conducido por Juan Carlos Fábrega, todas las entidades bancarias obligan a quienes consumen en moneda extranjera con plásticos a un esfuerzo financiero extra, ya que deberán saldar la totalidad de su deuda en pesos al cierre del resumen para poder liquidar el pasivo en otras divisas.
En limpio, desde ahora una persona que tiene en su resumen de cuenta bancaria gastos en pesos y en dólares, no puede cancelar parcialmente sus gastos en pesos y en dólares, sino que debe primero desembolsar el monto total de lo adeudado en moneda local y recién ahí el banco lo habilita a aplicar el resto de su pago a lo adeudado en moneda extranjera.
Cabe destacar, que la iniciativa busca aplacar la demanda de dólares que surgen del sector turístico, ante la sangría de reservas que sufre el BCRA.