El martes pasado, la presidenta de la compañía, junto con el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich se reunieron con la prensa en el edificio del Palacio de Hacienda. Allí, expresaron su satisfacción por los resultados obtenidos en lo que va del año, haciendo especial hincapié en el mes de julio, además de adelantar nuevas implementaciones y proyecciones a futuro. La empresa puede demostrar un promedio del 73 por ciento de ocupación (con 300 vuelos diarios), esto se logró, según Costantini, “gracias al ajuste de costos, optimización de recursos y una flota de 79 aviones que están operando”. “Hace siete meses que estamos y julio era un mes clave para nosotros para poder ver si la tendencia de lo que veíamos desde enero se iba materializando en un punto de inflexión muy importante”, sostuvo Costantini. 

El récord de julio
Dentro de los temas que se hablaron, sobresalió el hecho de que el incremento de los vuelos de cabotaje fue del 13 por ciento (aunque aclararon que fue parejo para todas las empresas aerocomerciales del país), un notable contraste con julio del año pasado cuando 176 mil pasajeros de Aerolíneas Argentinas se quedaron varados en los distintos aeropuertos del país. 
“Estamos muy contentos, recordando lo que fue anterior mes de julio, cuando no se trabajó de manera coordinada con la programación. Ahora es distinto y yo creo que gran parte del éxito que hemos estado logrando, es por lo que venimos haciendo con un trabajo de gestión muy integrada en todas las áreas, con un proceso de coordinación para que la actividad aerocomercial esté protegida”, señaló la directiva. 
El número de pasajeros transportados en ese sólo mes superó el millón 50 mil, lo que representa un récord para la aerolínea. 
“El cabotaje creció un 13 por ciento; ofrecimos un 2 por ciento más de tramos que el año pasado, y pasamos de una puntualidad del 52 por ciento en julio de 2016 al 92 por ciento este año, si se toma un rango de 60 minutos. Además tampoco hubo impacto en cancelaciones. Fue un mes récord”, afirmó Costantini y agregó: “La puntualidad es un hito para nosotros porque va más allá de los retos que venimos acumulando mes a mes: es una mentalidad que la organización lo respira, es parte de una transformación cultural de que el empleado de AR tiene una preocupación por la puntualidad y, hasta diría, una obsesión. Todo esto tiene que ver también con que el Gobierno Nacional se propuso poner una gestión profesional para manejar la empresa”.

El foco en la conectividad 
“Estamos buscando oportunidades para seguir conectando aún más a los argentinos”, subrayó la ex CEO de General Motors, quien hizo hincapié en que quieren duplicar los vuelos de cabotaje en cuatro años con una base que se está solidificando y les permite proyectar a futuro. 
“Están funcionando muy bien los tramos transversales, como por ejemplo la ruta de Salta a Ushuaia y la de Ushuaia a Salta pasando por Córdoba, con un nivel de ocupación del 70 por ciento, lo que es impresionante para el primer mes de funcionamiento”, resaltó.
Además, volvió a mencionar, como hace una semana atrás, que lanzarán nuevas rutas que conectarán el país sin necesidad de pasar por Aeroparque o Ezeiza, como por ejemplo la ruta Córdoba-Resistencia, los nuevos tramos entre Córdoba y Salta y Córdoba y Jujuy y el vuelo internacional desde Córdoba a Porto Seguro.
“También sumamos Salta a Mendoza, Rosario a Mendoza y a Esquel y esto está en línea con lo que nos propusimos desde el comienzo de la gestión, generar vínculos desde ciudades del interior como Rosario, Mendoza o Córdoba, donde el Presidente ya anunció algo que todavía estamos estudiando y es que Córdoba se convierta en un Hub aerocomercial” añadió.

Más objetivos
En el primer semestre Aerolíneas Argentinas también logró la profesionalización de la gestión, la reducción en un 30 por ciento de todos los costos no operativos, la revisión de contratos y todos los procesos de compra en curso, aunque uno de los puntos que más resalta es el desarrollo de un plan para llegar al déficit  cero en cuatro años. Ante la pregunta sobre la factibilidad de esta posibilidad, Costantini resaltó: “Tiene condiciones de llegar a ser posible y los que venimos trabajando creemos que es factible llevarlo a cabo y parte de ese logro, conlleva hacerla más eficiente”.
Otro anuncio importante fue que AR cerró un acuerdo para refinanciar 7 aeronaves por 280 millones de dólares, a una tasa de interés del 6,23 por ciento sin garantía del Estado. 
El acuerdo de financiación se alcanzó con la compañía GE Capital Aviation Services, filial de la multinacional estadounidense General Electric; el mismo tiene una vigencia de la operación de 10,5 años. Esto supone un ahorro de 20 millones de dólares con respecto a los tipos de interés pagados en la anterior gestión.
Los siete aviones servirán para que la empresa vuele a Roma, Madrid, Barcelona, Miami, Nueva York y Punta Cana. Cuatro de ellos serán bimotores Airbus 330 de última generación (ver recuadro “La flota sigue creciendo”)  y tres Boeing 737/800.
Por su parte, Guillermo Dietrich aseguró que esta situación se da principalmente porque existe una confianza crediticia que se dio en esta nueva gestión. 
“Teníamos una empresa sin balances, sin auditar y que pagaba intereses de financiación altísimos porque no teníamos credibilidad financiera”, declaró Costantini por su parte y agregó que uno de los grandes desafíos de AR es el costo de estructura y por eso es necesario maximizar todo lo posible los recursos. “Estamos todas las semanas analizando situaciones para ir mejorando y corrigiendo todo lo que se pueda mejorar”, aseveró.

El nuevo balance
Según datos brindados, desde el 2015 no se hacía un correcto balance y auditoría de la empresa. Por esta razón,  se va a volver a relanzar el sistema de control SAP con el fin de asegurar el desarrollo de los balances. 
La estructura de SAP ya estaba armada desde el 2012 cuando se la compró y luego, no se volvió a utilizar, por lo que se generaba un gasto muy grande. Según Dietrich y Costantini, el montó invertido superó los 200 millones de pesos. 

Que se vengan las low cost
Con respecto a la posible llegada de Avianca y otras compañías Low Cost, la directiva de Aerolíneas sostuvo que están preparados para competir con el mercado de cabotaje y que no les preocupa la llegada de empresas internacionales o de bajo costo porque el objetivo de la empresa es que el pasajero los elija por lo que pueden ofrecerle y no porque son la única opción que tienen para volar. 
“Nos encanta competir, lo que estamos haciendo es que los pasajeros nos elijan a nosotros. El gobierno nos dice que quieren duplicar los pasajeros de cabotaje y nosotros queremos hacerlo, pero de una forma honesta para el pasajero. No podemos hacerlo evitando la entrada de otros competidores y cobrando el doble porque necesito salvar la situación financiera de la empresa”, afirmó y agregó: “estamos preparándonos para poder competir con el que venga para darle al pasajero el mejor servicio, por más que venga una empresa de bajo costo. Nos estamos preparando para aumentar el cabotaje transportando más pasajeros con más puntualidad, con más rutas y mejores servicios”, remarcó.
Esa preparación parte de la base de lograr una consolidación de un sistema de gestión, en el desarrollo de un plan para llegar a un déficit cero en cuatro años, en la consolidación de los equipos de trabajo, en la profesionalización del management y fortalecimiento de los equipos de acuerdo con las necesidades de cada función. 

Palabras van, palabras vienen
El titular de la cartera de Transporte hizo hincapié en que la nueva gestión de Aerolíneas está despolitizada. Pero lo cierto es que se encargó de denostar a la gestión anterior. Una de las frases que más resonó en los medios fue, a la hora de hablar de lo que había sucedido en las vacaciones de invierno pasadas cuando se cancelaron los vuelos de 176 mil pasajeros en todo el país, que esa situación era “una catástrofe” y arremetió diciendo que esto demostraba lo que había sucedido Argentina en general, con la gestión kirchnerista. Por otro lado, también habló de que le comentaron que en Madrid, una persona que pertenecía a la empresa ganaba “siete mil euros para no hacer nada”. “La administración anterior tenía la visión del kirchnerismo en todos los ámbitos, que era pensar que la plata era infinita y se gastaba, total, alguien la iba a pagar”, esgrimió y subrayó: “lo que planteó el presidente Macri es armar el mejor equipo de gobierno que jamás haya tenido la Argentina y AR es un ejemplo porque se despolitizó completamente; no hay ni camporismo, ni macrismo, lo que hay  es gente profesional”.
Claro que el ex titular de AR, Mariano Recalde, no tardó en responderle y el viernes pasado se conoció su réplica: “Me sorprendieron profundamente las declaraciones agresivas, por momentos irrespetuosas y, por sobre todo, plagadas de falsedades del ministro Dietrich”, sostuvo Recalde y agregó: “La gestión actual recibió una empresa funcionando, con muchos más aviones y más modernos, con más rutas, frecuencias, servicios y ventas. No me preocupan tanto las agresiones contra mi persona y nuestra gestión, me preocupa que en el camino del ajuste, Aerolíneas Argentinas  -sus trabajadores y sus dueños que son todos los argentinos – vayan  a volver a sufrir las consecuencias”, puntualizó.”

La flota sigue creciendo
El miércoles pasado, un día después de la conferencia brindada por Isela Costantini y Guillermo Dietrich, Aerolíneas Argentinas sumó un nuevo Airbus 330-200 a su flota internacional. El bautismo se llevó a cabo en el Aeropuerto Internacional Ezeiza. “Es un orgullo muy grande compartir esta gran transformación que viene ocurriendo con el grupo Aerolíneas. Este bautismo tiene un símbolo muy importante, por lo que significa traer un avión totalmente nuevo”, declaró Costantini. 
En este contexto, la directiva adelantó: vamos a recibir otro Airbus 330-200 en octubre y un Boeing 737-800 en 2018, y esto es un hito que responde a la credibilidad que hemos despertado y esto nos obliga a seguir trabajando”. 
Por su parte, el titular de la cartera de Transporte afirmó que las pérdidas de Aerolíneas el año pasado fueron en los vuelos al exterior, y aseguró que “en operaciones de cabotaje, la compañía ganó plata”. Por esta razón es que se dieron de baja los vuelos a Brasilia y Belo Horizonte (Brasil), y a La Habana (Cuba). Pero se mejoró la ruta a Nueva York (Estados Unidos) que perdía plata y hoy es muy rentable, según el ministro.
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