La gastronomía tracciona turismo y varios pueblos bonaerenses ya se hicieron eco de ello.
En efecto, el campo y la comida regional en la Provincia de Buenos Aires se convirtieron en una estrategia fundamental para seducir nuevos turistas, especialmente entre aquellos que organizan circuitos de miniturismo o para programar una escapada en el día. En este sentido, algunos destinos bonaerenses incorporaron atractivos turísticos, otros reforzaron su oferta con propuestas que antes no tenían.
Muy cerca de la City porteña, es posible comer los mejores asados, degustar chacinados y embutidos, probar pescados y mariscos frescos, recorrer los caminos del queso, o deleitarse con vinos jóvenes producidos por flamantes bodegas que ofrecen visitas guiadas y catas.
Suipacha, Carlos Keen, Luján, Tomás Jofré, Gouin, Capilla del Señor, Villa Ruíz, Azcuénaga, Mercedes, Médanos, Tandil y Navarro, son algunas de las localidades que se ven beneficiadas con la llegada de turistas presentando alternativas renovadas y tentadoras
En estos recorridos, entre las principales alternativas se encuentran la posibilidad de visitar Ruta del Queso; saborear dulces caseros y el famoso salame quintero; conocer la Pulpería Los Ombúes; degustar un asado campero o un cordero serranos; deleitarse con las clásicas picadas de pueblo; y hasta catar vinos, acompañado por tapas y pastas caseras.
Entre las propuestas novedosas está la de Tornquist con su Bodega Saldungaray, que fusiona técnicas de producción artesanal con el uso de nuevas tecnologías, con degustación de vinos, acompañada por tapas, pastas caseras y corderos serranos, o la Bodega Cerro Colorado, con visitas guiadas que incluyen un paseo por la cava subterránea, en la que se conserva la temperatura exacta que requieren los vinos a lo largo