Cerca de 9 mil jóvenes estarían a punto de perder su viaje de egresados por culpa de una de las principales agencias de turismo estudiantil, Snow Travel.

Más allá de ser un momento único en la vida, el viaje de egresados a Bariloche también es un gran negocio, que mueve miles de noveles turistas al año y millones de pesos en facturación. Durante un puñado de meses, la ciudad patagónica queda sitiada y “copada” por jóvenes en busca de una experiencia irrepetible.

Pese a esto, no son tantas las compañías dedicadas al segmento de viajes estudiantiles. Dentro de lo acotado de este universo, son pocas las que cuentan con una vasta experiencia en la materia. Por todo esto, cuando algo acontece, resuena y fuerte.

La historia

Todo “comenzó” en marzo de este, cuando el Ministerio de Turismo de la Nación le inició una Apertura de Sumario a Snow Travel, compañía con más de 15 años de trayectoria. El motivo tendría que ver con la falta de presentación de documentación y formularios relacionados con la operación que deberían llevar a cabo en las próximas semanas.

Para contextualizar: a partir de la Ley de Turismo Estudiantil, las agencias especializadas están obligadas a entregar una serie de documentos antes de iniciar los viajes de los contingentes: el alojamiento contratado, medios de transporte, seguro de responsabilidad civil por los pasajeros, asistencia al viajero y certificar que la “cuota cero” fue abonada en tiempo y forma. Esto permite que, de surgir un inconveniente, el contingente no se quede sin su viaje de egresados.

No obstante, llegado el caso, la “cuota cero” sólo contempla asegurar a los pasajeros estudiantiles el programa básico de viaje homologado por el Ministerio de Turismo de la Nación, el cual equipara el viaje de egresados a uno de estudios, ya que sólo incluye traslados, alojamiento, las comidas y algunas excursiones, omitiendo así las clases de ski o las salidas nocturnas.

Retomando la cuestión central de la nota, el MinTur inició el sumario, al detectar irregularidades en la presentación realizada por Snow Travel. Una vez activados los mecanismos de control habituales, las respuestas de la empresa, lejos de de conformar a los funcionarios, generaron más preocupación y dudas.

Por caso, se afirma que los responsables de Snow Travel se habrían escudado por la débil situación financiera de la empresa en los vaivenes económicos que atraviesa la Argentina y habrían argumentado que tal panorama los desestructuró, por lo cual no pudieron cumplir con lo pactado en los contratos de viajes. También habrían esgrimido la gran cantidad de juicios laborales con los que cargan y algunas deudas tributarias que los estarían afectando.

Luego de las conclusiones sumariales, Snow Travel habría integrado parte de la documentación requerida, aunque seguiría adeudando la asistencia al viajero de los pasajeros y un importante porcentaje de las “cuotas cero”, que, al momento de cerrar esta nota, aún no se habrían hecho efectivas. Esto, por otro lado, no evitó que la empresa sea multada: por cada “cuota cero” no abonada (se trataría de aproximadamente de nueve mil estudiantes), deberá pagar 400 pesos, algo así como 3.600.000 pesos.

Por lo pronto, la empresa hizo su correspondiente descargo al respecto y la multa aún no estaría firme, situación que podría cambiar la semana que viene.

El antecedente

En el año 2006, Zaiga Travel marcó un precedente: dejó a más de seis mil estudiantes sin su viaje de egresados. La problemática se trasladó hacia la por entonces Secretaria de Turismo de la Nación, que se vio afectada por el incumpliento de la empresa con la movilización de cientos de estudiantes a las puertas de Suipacha 111.

Finalmente FlechabusViajes fue la encargada de absorber el problema y los alumnos pudieron viajar. Un año antes, la empresa cordobesa Cinco Zonas también había dejado a 800 alumnos sin su viaje de egresados.

Ante ese presente, se presentó un proyecto de Ley para salvaguardar los viajes estudiantiles y se creó de esta manera la Ley 26.208 y la resolución 237 del año 2007 que dio lugar a la Reglamentación de dicha ley, y al Plan de Transformación de Turismo Estudiantil, para luego establecer la “cuota cero”.

“Se creará un Fondo de Turismo Estudiantil a partir de un fideicomiso en el Banco Nación. Ese fideicomiso se nutrirá de un aporte, la “cuota cero”, que consistirá en depositar el 6% del monto total del contrato pactado. Esta cuota, que deberá ser pagada por los padres por cuenta y orden de la agencia de viajes, será el único resguardo que tendrán en caso de que surja un problema”, explicó el por entonces subsecretario de Turismo de la Nación, Daniel Aguilera.

El fideicomiso tuvo que ser utilizado por primera vez en el 2009, cuando la empresa Imaginar quebró. A partir esto, la Secretaría de Turismo reunió a los operadores de viajes estudiantiles para determinar quién se iba a hacer cargo de los cesantes que dejó la firma, compromiso que recayó sobre la empresa Up Grade, perteneciente al Grupo Plaza.

Posible solución

Sin embargo, no todo parece estar perdido y la respuesta podría estar en el fideicomiso. Hay una posibilidad de que Snow Travel solicite la baja de su legajo como empresa de viajes y turismo, de esta forma, podría requerir el dinero aportado en el fideicomiso de las “cuota cero” abonadas en años anterior.

Dicha suma, serviría para cancelar el saldo de “cuotas cero” no abonadas, lo que permitiría que los nueve mil pasajeros pudieran estar alcanzados por el amparo del fideicomiso.

Hasta el cierre de esta edición, quisimos comunicarnos reiteradamente con Alejandro Matarazzo, uno de los socios de Snow Travel, para que aclarara la situación de la empresa, pero a pesar de los mensajes que se le dejaron, nunca nos atendió su teléfono. El 6 de julio próximo debería partir el primer contingente hacia el tan ansiado viaje, pero la instancia definitoria se verá en los primeros días de la semana, ya que es cuando vence el plazo para entregar los formularios que adeudan al MinTur. ¿Se resolverá la cuestión a tiempo?

Marcha atrás

Según un trascendido, la empresa Flechabus habría realizado un acercamiento para comprar el 51 por ciento de las acciones de Snow Travel, pero cuando ya estaban por cerrar el negocio, descubrieron que había más pasivos que los que habían encontrado en la intervención de la contabilidad de la empresa.