Un destino turístico que no ofrezca el elemento de seguridad entre sus principales razones para visitarlo, corre el riesgo de no obtener la cantidad de visitas que ha podido prever en su plan de desarrollo turístico. Un destino consolidado debe mantener y optimizar el nivel de seguridad que ofrece al turista constantemente y los destinos emergentes deben incluir entre sus atractivos, ventajas o elemento diferenciador a destinos cercanos, la imagen de ser un destino seguro y más allá de mostrar una imagen, debe serlo en el plano real. Un turista es un potencial blanco para los delincuentes, porque se supone que lleva consigo grandes sumas de dinero en efectivo, tarjetas de crédito e incluso otros objetos de valor.

Una de las grandes preocupaciones que un turista toma en cuenta es el nivel de seguridad en relación a su salud e integridad física, es por eso que siempre desean más información del destino seleccionado para sus vacaciones o viaje de negocios. El factor del desconocimiento de las ciudades y sus zonas más peligrosas o la inclinación a relajarse y bajar la guardia durante los viajes de placer es un riesgo que no desean hacer.

A pesar de la atracción que puede suponer el riesgo (deportes extremos, lugares alejados y exóticos), el turista promedio únicamente está dispuesto a asumir riesgos de manera controlada, con su integridad personal garantizada y que no le conlleve mayor preocupación y menos en el caso que viaje en grupo familiar.

Cualquier noticia que resalte una pandemia, conflicto bélico e incluso desastres naturales o inestabilidad política de un destino, hace que el turista opte por otro lugar distante al seleccionado previamente.

Los resultados de un trabajo de marketing para abordar el tema de seguridad ha sido efectivo en diversos destinos que hoy día muestran incrementos en la llegada de turistas, tal es el caso de Colombia, que luego de haber sufrido por largo tiempo la sombra del terrorismo, ha convertido esa debilidad en su punto de fortaleza para su promoción y hoy día se consolida como uno de los destinos más deseados en Suramérica.

México también ha sufrido de ese fenómeno de percepción y un ejemplo de ello fue cuando EE UU emitió un alerta a sus ciudadanos de visitar el territorio azteca a mediados del 2012 por los conflictos generados por el narcotráfico en ciudad Juárez, a lo cual las autoridades mexicanas actuaron para mostrar la realidad de la situación y en consecuencia el flujo de turismo en las zonas más conocidas como Cancún, no ha descendido.

Un papel importante juegan las páginas especializadas en turismo para obtener información del destino. Por ejemplo: 6 de cada 10 turistas buscan información en internet sobre el destino al que desean viajar y el elemento seguridad está entre sus prioridades.

 Fuente: arecoa.com