Ante la unificación del dólar y la devaluación de un promedio del 40 por ciento que deja al dólar a casi 14 pesos, la Argentina cambia su imagen en un giro de 360° para los turistas extranjeros. Por ende, todo apunta a que el 2016 llegue con el turismo receptivo reactivado y, con ellos, más divisas. 
Mientras tanto, no todo es color de rosa. El turismo nacional se vería entorpecido con la dolarización de las tarifas; pero los servicios que se mantengan pesificados esquivarán algunos de los tiros que la industria turística nacional podría recibir. 
Incluso las características de la situación actual lleva a recordar la “devaluación asimétrica” del 40 por ciento en el año 2002, y por ende, aun encontrándonos en la nebulosa de la transición a un modelo económico, esto nos lleva a preguntarnos si la dolarización de las tarifas y el aumento de precios conducirá nuevamente a la diferenciación tarifaria, como en aquella época. 
Vale recordar que en aquel entonces las tarifas de hoteles y prestadores turísticos se habían dividido en nacionales e internacionales. 
Pero, paralelamente a esto, es preciso dilucidar una cuestión: ¿Argentina tendrá tarifas accesibles para todos o se dejará llevar por la vorágine cambiara, dejando de ser lo que solía ser: una Argentina para argentinos”?

Deducir es prematuro
Según Irene Landeira, especialista en turismo receptivo, la situación actual enfila a ser diferente a la situación que se vivió en el 2002. “Calculo que es prematuro hacer una especulación o deducción de que puede llegar a suceder lo mismo en cuanto a la diferenciación de precios y la reacción del mercado”, explicó.

El peligro de las tarifas
Sandro Gressani, el dueño del Hotel Nevada (3 estrellas) y Alma del Lago Suites & Spa (5 estrellas), ambos ubicados en Bariloche, explicó que remontar al sistema tarifario al del 2002 donde las tarifas se dividieron para turistas nacionales y extranjeros es un “error al que no hay que volver a caer”. Más bien corresponde hablar de promociones, pero no de diferenciación tarifaria.
“Hay que tener mucho cuidado con la diferenciación de tarifas. Mis colegas barilochenses han aprendido mucho de eso en aquella época, no creo que se caiga en eso nuevamente en nuestra ciudad, pero me preocupa porque es una situación no tan fácil de controlar”, explicó el hotelero.
“Lo que siempre intenté mantener cuando fui Presidente de la Asociación de Hoteles de Bariloche fueron los precios para cualquier tipo de turista. Sí podemos hablar de promociones para los mercados locales, pero que nazcan de una tarifa única”. 

Se abrió la caja de Pandora
¿Qué sucederá con los precios de los viajes dentro de la Argentina para los mismos argentinos? ¿Qué efectos tiene la dolarización de las tarifas? ¿Hay posibilidad de volver al 2002 y la diferenciación de tarifas para turistas locales, nacionales e internacionales? Estas y muchas otras son las preguntas que llegaron sumadas al 40 por ciento de devaluación y la unificación cambiaria. 
La Argentina se encuentra en la transición del recambio de precios y valores, pero hay una realidad que inquieta al turismo nacional además de la devaluación: los turistas argentinos que quieran viajar por su país se toparán también con tarifas dolarizadas. 
En términos generales, el tipo de cambio final para operaciones turísticas fue de aproximadamente 13,30 pesos; mientras que si se cerraran ventas con el nuevo valor del peso, lo tomarían a 14,10 pesos, es decir, un 6 por ciento más.

Qué pasará en el Interior
En cuanto a las repercusiones en el Interior del país, por ejemplo un medio salteño especificó que los costos de las promociones de sus agencias no sufrirán alteraciones significativas, aunque también vaticinaron que los costos podrían pesarle más a los bolsillos de los pasajeros. Según también explican, los precios son fijados por los operadores internacionales del turismo, que tasan en dólares los paquetes. Puede que esos montos se mantengan congelados, pero si el dólar sube estrepitosamente, entonces el cambio será desfavorable. 

Recalculando…
Es cierto que aún Argentina está cruzando la nebulosa del cambio. A modo de comprobación, Mensajero consultó sobre cómo viene el procedimiento a la hora de adquirir dólares, y constató que los rumores del desorden son verídicos: las entidades bancarias y casas de cambio sufren de una falta de normativa específica sobre cómo operar la venta de dólares. 
Corridas, nervios y aglomeración de gente llenan las salas de los establecimientos pero, según Horacio Repucci, secretario de la Cámara Argentina de Turismo (CAT) y varios referentes del turismo consultados, es sólo un malestar pasajero, porque “el mercado en estos días se va a ir acomodando y se volverá más transparente. El receptivo ya estaba teniendo muchas dificultades en contabilizar con exactitud el movimiento real del ingreso de divisas”, aseguró Repucci. 
No hay mal que por bien no venga
A pesar del aturdimiento del sector, luego de la modificación casi total de las reglas de juego, las expectativas en general son muy buenas y el negocio de turismo receptivo espera y apuesta a la prosperidad ahora que la Argentina será más barata para turistas extranjeros, especialmente para los fieles brasileños. 
“Hay que destacar que ahora tenemos reglas de juegos claras que nos permiten  hacer proyecciones y no vivir con los sobresaltos de no saber que no saber si podemos cumplir con lo que vendemos por la limitación de cupos por parte del Banco Central”, dijo Horacio Repucci, secretario de la Cámara Argentina de Turismo; y agregó: “La incertidumbre y las limitaciones que cubrían al sector habían provocado la parálisis del mercado. Ahora hay un desbloqueo que considero que provocará una pronta normalización del mercado”. 
Asimismo, especificó que más allá del comportamiento de los pasajeros frente al precio del dólar ahora existe la “certeza” de que se puede comprar y vender, “lo cual es un enorme avance”. 

Welcome to Argentina
Uno de los sectores que más se beneficiarán con las medidas anunciadas por el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, será el turismo receptivo. Es un caso comparable con el de la devaluación del real Brasil, fenómeno que fue y es fuertemente aprovechado por los argentinos, además de turistas de cualquier parte del mundo.  
“A partir de la devaluación y demás medidas afines produciría una mayor llegada de turistas de otras partes del mundo”, predijo Silvio Zappa, director Comercial de Verger Viajes; pero bajando los humos, planteó: “Uno puede pensar que a un extranjero le rendirá más el dinero, y es verdad; pero también es cierto que antes pocos cambiaban sus divisas al oficial, porque iban derecho al mercado paralelo”.
Sin embargo, a esa hipótesis cabe adherirle que ahora los turistas extranjeros podrán cambiar sus dólares en blanco, provocando ingreso de divisas, algo que no ocurría con el mercado negro. A su vez, podrán contabilizarse con mayor acierto la cantidad de dólares que ingresan y egresan del país. 

Hay que rehacer números
A partir de las modificaciones bruscas medidas que sufre el sistema económico-comercial optadas por el gobierno de Mauricio Macri, la coherencia y acomodamiento puede tardar algún tiempo en llegar. 
En primera instancia, tarifas de paquetes turísticos, hotelería y aéreos se expusieron a aumentos desmedidos; pero lo llamativo es que lo hicieron de manera muy heterogénea. Es decir, aún rige más el desconcierto que la coherencia y el entendimiento. 
“Al mercado local le hace un poco de ruido que los establecimientos que tenían en dólares sus tarifas y se pasaban a un dólar oficial de un poco menos de 10 pesos, hoy se multipliquen al dólar libre a 14 aproximadamente, haciendo que haya que actualizar los precios en pesos”, especificó Gressani; pero también aclaró que en sus hoteles se encuentran revisando el tarifario, contemplando al turista local. 
Es que, tal como expone también Silvio Zappa, el mercado tardará un tiempo en ajustarse pero entenderán que no pueden hacer volar sus tarifas “porque perderían entonces rentabilidad en el turismo interno”, y que no considera que haya una posible diferenciación de precios como en el 2002. “Tenemos muchas oportunidades para aprovechar, hay que buscar promociones y tarifas coherentes para fomentar el turismo nacional, incluso a nivel interno. No sólo hay que esperar a que vengan turistas de afuera”, agregó.
Finalmente, Repucci concluyó el tópico en que “hay que confiar en el sentido común de los prestadores, que siempre van a tener que seguir las líneas del juego de oferta-demanda. No van a disparar sus precios porque no van a atentar contra su propia rentabilidad”. 


¿Y el transporte?
En líneas generales, las rentadoras de autos no aumentarían llamativamente sus tarifas al trabajar normalmente con cambio nacional; y a propósito del valor del transporte, al no aumentar el combustible hasta marzo del próximo año, los precios no contarán con ese recargo. 
En caso de las líneas aéreas, el jueves y viernes pasado aún preferían no vender pasajes, y tomaban la cotización desactualizada y le sumaban el impuesto del 35 por ciento. Aerolíneas Argentinas y LAN, por ejemplo, operaron bajo esa modalidad, mientras que las norteamericanas American Airlines y Delta no vendían pasajes. Pero, con estas medidas, se espera que esas líneas aéreas regresen. “
Ahora la industria aerocomercial debe ver cómo se manejará con sus tarifas, pero ya tienen el camino desbloqueado”, dijo Horacio Repucci, secretario de la CAT.


CABA, la isla del turismo receptivo
Un empresario, que prefirió mantener su nombre en la confidencialidad, explicó que la Ciudad de Buenos Aires viene menospreciando al turismo receptivo. 
Primero, porque los turistas se sentían “estafados” al tener que cambiar su dinero en el mercado paralelo, y hasta corrían riego al buscar “arbolitos” por la calle, “lo cual en otros países no pasa”; y contó que ellos se sienten inseguros en la ciudad, ya que los micros de traslado muchas veces no podían llegar a la puerta de determinados establecimientos por estar “reservados con conitos”, por ende, los turistas debían caminar cierta distancia y, en ese transcurso, sufrían robos y hurtos. Asimismo, esgrimió que “la Justicia no da respuesta ante estos hechos”. “Nosotros hace un año que estamos mal con el receptivo, para colmo a Brasil, que es uno de los principales turistas que llegan a la Argentina, le van a poner un 6 por ciento de recargo para viajes al exterior, así como nosotros teníamos antes el 35 por ciento”, explicó. A su vez, comentó que algunas empresas “prefirieron retirar sus oficinas de Buenos Aires” por el desinterés turístico municipal. 
Por último, denunció que “el Ente está alejado de la industria turística, ya que en realidad se encarga de hacer festivales y no de remediar la inseguridad. Ahí los cargos son más bien políticos”. Para aportar algo de alivio a la situación, concluyó: “Al menos ahora vamos a poder trabajar normalmente con cuestiones cambiarias, podemos volver a usar tarjetas de crédito, por ejemplo”.