Tras la disolución de la Unión Soviética, los países europeos que pertenecían al bloque socialista quedaron aislados del mundo, sobre todo en materia turística. Además, sufrieron varios conflictos bélicos, como fueron las guerras de la península balcánica. Evidentemente, no fue fácil abrirle las puertas a Occidente luego de tantas décadas de oposición cultural y económica. Y todavía continúa siendo dificultoso.
Sin embargo, entrados los años 2000, poco a poco, la situación fue cambiando. Rusia, principal potencia soviética, se volcó al capitalismo más puro y en la actualidad hay numerosas opciones para visitar el país. Paquetes turísticos, cruceros y hoteles de lujo están a la orden día en la otrora tierra de Lenin y Trotsky.
Croacia, con sus playas e historia, también emergió como un excelente destino turístico. Ahora parece ser el turno de Rumania, que por medio del Conde Drácula presenta ofertas más que interesantes para descubrir su historia y disfrutar del presente. Lugares y paisajes bellos no le faltan.

Generar beneficios
El departamento de Turismo de Rumania diagramó un objetivo claro: explotar la imagen de Drácula para desarrollar la actividad turística no sólo en Transilvania, región donde nació el mítico Conde, sino para que todo el país rumano pueda convertirse en una buena opción para el turista.
A lo largo del tiempo hubo muchas críticas para el turismo rumano por no trabajar correctamente en cuanto a estrategias de marketing, como sí lo hace Escocia con el Monstruo del Lago Ness, Las Brujas de Salem en Massachusetts, o el UFO Crash en Roswell, Nuevo México, entre tantos mitos que se han creado a lo largo de la historia.
Por eso, las autoridades de Transilvania, a través de una propuesta elaborada por el alcalde de Targu Mures –una de las principales ciudades de la región- crearon un proyecto turístico basado en la figura de Drácula, para darle importantes réditos a la economía rumana. Aprovechar la popularidad de esta celebridad sería un buen impulso para que los viajeros se interioricen más en Rumania.

Héroe nacional
Vlad Tepes, nacido en la región de Transilvania como Vlad Draculea, fue Príncipe de Valaquia –al sur de Rumania- y un auténtico prócer nacional, ya que luchó contra la expansión del imperio otomano, que quería ocupar y castigar a su país. En la década del 70, el líder comunista rumano Nicolae Ceausescu lo declaró Héroe de la Nación.
Sin embargo, a Vlad Tepes se lo conoce mundialmente como Drácula, por la novela homónima del escritor irlandés Bram Stoker, que se inspiró en el héroe rumano para desarrollar su popular relato. Allí, se lo presenta como un personaje tenebroso, sádico y que bebe de la sangre de los demás. La leyenda dice que Vlad Tepes bebía la sangre de sus enemigos. Si bien, puede decirse que el accionar de Tepes fue violento, la Edad Media tuvo esta caracterización.

Controversia
El problema de explotar la imagen de Drácula para atraer a los turistas tuvo muchos momentos de dudas en la población rumana. Si antes no se pudo hacer fue porque siempre existieron dudas sobre cómo vender el producto. El dilema pasaba porque, para la nación, el personaje real, Vlad Tepes, fue un prócer que luchó para defender a su país, mientras que el mito de Drácula, que está inspirado en Tepes, es un personaje sanguinario y oscuro. Eso dista mucho de la figura heroica que han tomado e incorporado los habitantes del país.
Por esta razón, debían calcular bien la manera para que no haya malas interpretaciones que ofendan al pueblo rumano. Afortunadamente, el país entendió que tomar a Drácula es un producto beneficioso para la economía local y se ha llegado a un acuerdo para brindar sus ofertas al resto del mundo.
De esta manera, los rumanos aceptan crear turismo en base a Drácula, pero siempre respetando la imagen de héroe de Vlad Tepes. Después de todo, el conde es el vampiro más famoso de la Tierra.

Entre los Cárpatos
Rumania es una República semipresidencialista, perteneciente a la Unión Europea, que se ubica al sudeste de Europa. Limita con Hungría y Serbia al oeste, Ucrania y Moldavia al noreste y al este, y Bulgaria al sur. Cuenta con algo más de 21 millones de habitantes y su capital es Bucarest.
La región de Transilvania se encuentra en el centro del país y su cabecera es Cluj-Napoca. Por su territorio se puede ver parte de los Montes Cárpatos, un sistema montañoso de 1600 kilómetros de longitud. Los Cárpatos, el Mar Negro, el Delta del Danubio y las tradiciones milenarias de la región de Maramures y la mencionada Transilvania son sus principales puntos turísticos. A través del legendario Conde Drácula aspira que ingrese un mayor flu