A pesar de la peor crisis financiera económica internacional que se tenga registro en el mundo, del capítulo de influenza que vivimos en México y el reto en materia de seguridad, hoy podemos decir que durante la administración del presidente Felipe Calderón se construyeron los cimientos necesarios para detonar el crecimiento y desarrollo de la actividad turística en el país.
Estos cimientos se lograron gracias a la concertación y al trabajo en equipo de todos los integrantes del sector, quienes bajo una agenda en común logramos reconstruir el andamiaje de esta industria con un gran objetivo: ubicar a México en el lugar que se merece en materia turística.
Estos cimientos son fundamentales ya que el turismo contribuye con el 9 por ciento del producto interno bruto, genera más de 7.5 millones de empleos directos e indirectos, con lo cual se beneficia a millones de familias con más oportunidades y mejores condiciones de vida.

Hoy el turismo es parte de la agenda nacional y juntos logramos importantes avances:
1. Apoyo sin precedente al sector. Se decretó a 2011 como el Año del Turismo en México, un hecho sin referente en la vida política del país al dedicar un año completo en una administración a este sector; la inversión pública para esta actividad creció más de 320 por ciento respecto al sexenio anterior, al pasar de 7 mil millones a más de 33 mil millones de pesos. Por mucho, la cifra más alta en la historia.

2. Estrategia de diversificación en producto y nacionalidad. Gracias a las nuevas medidas de facilitación migratoria, a cambios en el procesamiento y eliminación de requerimientos de algunas visas, registramos crecimiento en más de 140 nacionalidades en visitantes a nuestro país, lo que contribuye a incrementar la derrama económica.
Aumentamos la participación de México en el mercado de Estados Unidos de 14.9 por ciento en el 2008 a más del 19 por ciento en este año; y el crecimiento de turistas procedentes de otras naciones se elevó más de 23 por ciento.
Por la falta de diversificación y la fuerte dependencia que teníamos al mercado turístico de Estados Unidos, así como al segmento específico de sol y playa, el impacto de la crisis económica y financiera del 2009 fue superior a lo previsto.
México, efectivamente, tiene las mejores playas del mundo, pero también tiene importantes riquezas: con más de tres mil años de historia, una gran cultura, deliciosa gastronomía declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, activos naturales inigualables, santuarios y, sobre todo, una extraordinaria hospitalidad.
La segmentación de producto nos ha permitido ser más competitivos y diferenciarnos de otros destinos que no cuentan con los grandes activos que poseemos los mexicanos. Somos un destino único a nivel mundial.
Hoy en México tenemos producto, oferta y promoción para el viajero en turismo cultural, gastronómico, de aventura, lujo, deportivo, sol y playa, médico y muchos otros segmentos que nos ayudan a incrementar el número de visitantes y la derrama económica.
Este acuerdo es una política de Estado, define un camino transexenal para nuestro país, con acciones concretas y específicas a llevar a cabo.

3. Concertación y alineación del sector. Firmamos un Acuerdo Nacional por el Turismo. Por primera vez en nuestro país en el sector trabajamos con un sólo objetivo y un plan para aprovechar nuestro potencial, y así posicionar a nuestro país dentro de los primeros cinco destinos de viaje en el mundo.
Un ejercicio que llevó meses de intenso trabajo, de concertación y alineación, y en el cual participaron todos los representantes del sector, desde el Gobierno Federal, gobiernos estatales, representantes de la iniciativa privada, sindicatos, legisladores y académicos, entre otros.

4. Presencia internacional de México en materia turística. Hoy nuestro país es ejemplo a seguir a nivel internacional y ocupa espacios importantes en los principales organismos y foros internacionales de esta industria.

La imagen que tiene México es de líder, de un país que comparte experiencias, que abrió camino, que es ejemplo y que ha contribuido no sólo a nuestro turismo local. Logramos incluir por primera vez en la historia el tema del turismo en la declaratoria de la Cumbre de Líderes del G20, reconociendo al turismo como un motor de desarrollo y empleo
México tiene hoy el reconocimiento de los líderes en el mundo, de la Organización Mundial del Turismo (OMT) y del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), instancias que representan a gobiernos y a la iniciativa privada.
Hoy el modelo turístico en nuestro país es ejemplo a seguir, desde el Acuerdo Nacional hasta programas de gran éxito como los Pueblos Mágicos, que está siendo implementado en diversos países.
Definitivamente, juntos hemos escrito un nuevo capítulo en la historia del Turismo en nuestro país. Vamos por el camino correcto. Falta mucho por aprovechar de nuestro potencial, lo más difícil ya quedó atrás. Se crearon los cimientos necesarios para detonar el crecimiento y esta administración será recordada por la gran contribución al Turismo de México y del mundo.
Los resultados hablan por sí solos. En 2006 recorrieron nuestro país 162 millones de turistas nacionales e internacionales, y a pesar de la “tormenta perfecta”, en 2011 se rompió récord con más de 191 millones de turistas, la mayor cifra en nuestra historia. Y el pronóstico para 2012 es alcanzar un nuevo récord y cerrar con más de 201 millones.
Los hoteleros de 70 destinos turísticos reportan 18 meses continuos de crecimiento en la ocupación de los establecimientos.
El Presidente Calderón será recordado como el mandatario que mayor impulso dio al sector turístico y como el principal promotor turístico de nuestro país en el mundo.
Hoy hay más turistas, mayor derrama, mayor inversión pública y privada. Es fundamental que se continúe asignando la prioridad debida al sector, que se escuche a empresarios, sindicatos, académicos, a los estados y a los legisladores para seguir adelante.
Hemos avanzado mucho en los años recientes. Las bases están puestas y el principal reto es mantener esta línea de trabajo entre todos los actores de la industria. La clave es la unidad y cerrar filas con un objetivo común: ubicar a México en el lugar que se merece en materia turística.

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