Celebrando los 40 años de Quito como Patrimonio Cultural de la Humanidad declarado por la UNESCO, -un lugar desde el cual liderar una nueva lucha contra el tiempo –y antes que a ningún otro lugar, la otorgó a nuestra ciudad en 1978. La lucha contra el tiempo jamás es sencilla, sin embargo, Quito de esos tiempos no tuvo que ser más de lo que era para impresionar.

La naturalidad con la que los quiteños convivían entonces y continúan conviviendo hoy con aquel patrimonio, ha hecho de esta ciudad un ejemplo indudable de lo que, para aquella comisión de la UNESCO, expresaba con aquellas palabras: Quito era un Centro Histórico por excelencia.

La semana del 8 al 12 de agosto, se llevarán a cabo los festejos con el magno evento denominado La Fiesta de la Luz, en el que se busca resaltar el patrimonio y la innovación artística y que por tercer año consecutivo tiene como sede al Centro Histórico de Quito.

La celebración realizada en 2017 atrajo aproximadamente a 2 millones de personas, siendo el programa que genera una activación social y una derrama económica “fuera de temporada”.

Esta fiesta vincula al programa de arte luz en el espacio público. Las luces y la impresionante arquitectura de la capital de Ecuador, son las protagonistas en esta noche. Los edificios icónicos se verán vestidos con iluminación artística y creativa inédita que ha colocado al festival como una experiencia única de apreciación y contemplación en las ediciones anteriores. La experiencia sensorial y lúdica, da un nuevo significado a la percepción que se tiene de la ciudad, asimismo es una oportunidad para que las personas descubran una nueva óptica y reconecten con la historia de su comunidad.

Tanto la plaza como la fachada de San Francisco, el interior de la iglesia de La Compañía de Jesús, la calle Galápagos (conocida como “La Guaragua”) y el Arco de la Reina, serán las novedades por descubrir en esta tercera edición de La Fiesta de la Luz, dentro del total de los 18 espacios intervenidos.

Se busca crear un espacio de formación, de innovación, debate y cuestionamiento con la ayuda de talleres, exposiciones visuales y charlas con artistas nacionales e internacionales.

Además del fomento cultural, eventos de esta clase beneficia a hoteles, restaurantes y cafeterías que atienden visitantes con horarios especiales y precios de temporadas más elevadas de lo normal.

La realización de este evento es un trampolín que impulsa a diversas actividades turísticas, culturales y económicas a proyectarse a nivel mundial. Durante todo un año se realizan los preparativos para esta fiesta, gracias al trabajo de la Secretaría de Cultura de Quito en cooperación con la Fête des Lumières de Lyon que aporta un incremento en la calidad del evento dada su experiencia. La convocatoria de los artistas y gestores recibieron 135 proyectos a través del portal quitocultura.info de los que se seleccionaron 12 afortunados artistas y que triplican la participación del año anterior.