Gran Meliá Villa Le Blanc: un hotel neutro en carbono en Menorca
El establecimiento evitó, hasta junio, el 75 % de las emisiones de efecto invernadero potencialmente generadas (alcances 1 y 2). Meliá fue reconocida por la revista Time.
Hace dos años se inauguró frente a la playa de Santo Tomás el Gran Meliá Villa Le Blanc, un hotel propiedad de Victoria Hotels & Resorts, con participación de Bankinter Investment, Meliá Hotels International y GMA, la gestora de la sociedad.
Este establecimiento se diseñó como un proyecto piloto de hotel energéticamente neutro en carbono en los alcances 1 y 2, y se construyó sobre la estructura de un antiguo hotel de Meliá Hotels International, incorporando su experiencia y sistemas modernos para lograr eficiencia energética e hídrica, en línea con el compromiso de la propiedad con la sostenibilidad.
La arquitectura del hotel se basa en los manuales de construcción sostenible del grupo, optimizando la ventilación natural mediante el diseño de espacios y corrientes. El hotel emplea un mix energético que prioriza la biomasa (pellets o restos vegetales de Menorca), electricidad renovable certificada y energía producida por paneles fotovoltaicos, reduciendo así el uso de combustibles fósiles al 27 %.
Un compromiso con el medio ambiente
Después de su primer año completo de operación en 2023, el hotel ha alcanzado un balance de emisiones cercano a la neutralidad energética. La generación de bioenergía mediante biomasa ha evitado la emisión de más de 119 toneladas de CO2, y junto con la energía verde certificada (89 toneladas de CO2 evitadas) y la autoproducción fotovoltaica, se han evitado un total de 222 toneladas de CO2 entre enero y junio de 2024, lo que representa el 75 % de las emisiones potenciales. La compañía utiliza procedimientos alineados con la normativa europea del Csrd (Corporate Sustainability Reporting Directive) para capturar y tratar estos datos.
Beatriz Ávila, directora general del hotel, destacó: "Desde el principio supimos que conseguir que este hotel fuera climáticamente sostenible era una gran oportunidad, por su ubicación en Menorca, reserva de la biosfera, y porque se reconstruyó prácticamente desde cero en un momento en que todos, empresas y sociedad, estamos altamente concienciados. Al mismo tiempo, el proyecto representaba un reto, por el cambio cultural y operativo que implicaba, y porque el hotel debía mantener los más altos estándares de lujo y servicio propios de la marca. Hoy hemos demostrado que una hotelería más sostenible es posible, y también que es posible aunar lujo y sostenibilidad".
La compañía planea ampliar estos avances mediante la optimización de sistemas y la incorporación de geotermia para refrigeración y climatización, complementando con la compra de créditos de carbono para compensar el 25 % de las emisiones residuales. El objetivo es convertir el Gran Meliá Villa Le Blanc en el primer hotel neutro en carbono en los alcances 1 y 2 para finales de este año.
Gabriel Escarrer, presidente y consejero delegado de Meliá, mencionó: "La neutralidad energética es un avance esencial para lograr la neutralidad climática o 'Net Zero', y aunque falta mucho por hacer, creemos que este proyecto nos marca el camino correcto que muchos hoteles deberán seguir".
El hotel también aborda la gestión del agua en Menorca, una zona de estrés hídrico, implementando sistemas de recuperación que reducen el consumo de agua en alrededor del 52 %. Además, elimina los plásticos de un solo uso, utilizando botellas de cristal y ofreciendo dispensadores de agua filtrada.
Por último, Escarrer comentó: "Con los datos del primer año y medio de operación, creemos que el Gran Meliá Villa Le Blanc podrá convertirse al cierre de este año en nuestro primer hotel neutro en carbono en los alcances 1 y 2, lo que representa un paso más en la transición del sector hacia la sostenibilidad, demostrando además que es posible aspirar a la neutralidad climática con un hotel sofisticado y de lujo, en un entorno vulnerable como la Isla de Menorca. Proyectos como este nos permiten creer que los objetivos de descarbonización necesarios para limitar el calentamiento global a 1,5º por encima de los niveles preindustriales en 2030 son posibles".