No a la discriminación
Incorporar a personas con discapacidad en las operaciones de una aerolínea es difícil, pero el Grupo Latam lo resolvió cuando empezó a trabajar junto con Asodeco, Asociación para el Desarrollo de la Educación Complementaria, organización civil sin fines de lucro que lleva 28 años dedicada a crear puestos de trabajo para jóvenes y adultos con discapacidades de todo tipo.
“Ahora tenemos a tres hombres con síndrome de Down y a dos chicas con parálisis cerebral que ganan más del sueldo mínimo, tickets de alimentación y tienen los mismos beneficios que cualquier otro de nuestros trabajadores.
Estos muchachos trabajan directamente en las oficinas de Asodeco y en algunos casos se convierten hasta en el sustento de sus hogares. Uno de ellos, por ejemplo, sólo cuenta con su madre que es mayor y tiene problemas de salud”, dijo Luis Semprún, gerente general del Grupo Latam, aerolínea que resultó de la fusión entre la chilena LAN y la brasileña TAM.
Confeccionar piñatas para fiestas infantiles, dulces criollos y materiales publicitarios como franelas estampadas y tazas de café son las tres actividades que lleva a cabo el grupo de jóvenes que asiste a su jornada laboral en las instalaciones de Asodeco. En la sede de Lomas de La Trinidad fabrican los productos para su posterior comercialización con el cuidado de un equipo especializado en discapacidades cognitivas.
“Tenemos un grupo de entre 25 y 30 personas que están en la institución en el modelo de empleo protegido. No es una beca, porque los muchachos realizan una labor económicamente productiva aunque no estén ligados directamente a la empresa para la que trabajan”, explicó Gladys Boza, representante de la asociación.
La alianza entre Asodeco y el Grupo Latam se formalizó en marzo pasado y al cierre de este año el aporte monetario de la empresa cerrará en cerca de 250.000 bolívares, informó Semprún. Los fondos se distribuyen entre la compra de materiales para los productos y el pago del equipo profesional que trabaja con los jóvenes.
“Para atenderlos se necesitan psicólogos, psicopedagogos, psiquiatras y terapistas ocupacionales, quienes determinan la labor que puede hacer cada uno de los muchachos. A veces no podemos tener al equipo técnico completo, porque la idea es que cada profesional reciba un sueldo adecuado y se encargue de un grupo pequeño”, agregó Boza.
Asodeco les ofrece trabajo a 55 jóvenes con discapacidad y la mitad trabaja directamente en otras empresas como Cargill de Venezuela, Wendy’s o McDonald’s.
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