El más grande… y no es brasileño
Aproximadamente 3 mil millones de dólares demandó la construcción e inauguración de la nueva terminal del aeropuerto internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta, calificada como “amigable”, por su grado de avance tecnológico y la especial atención al cuidado del medio ambiente. Del total de esa suma la aerolínea norteamericana Delta contribuyó con casi 2 mil millones de dólares en concepto de instalaciones, productos y tecnología aérea y terrestre.
El bautismo oficial para el inicio de operaciones de esta terminal se dio con la salida del vuelo 295 de Delta Atlanta-Tokio y con la llegada del vuelo 177 procedente de Dublín, Irlanda.
Aunque parece una movida arriesgada, la de la terminal F del aeropuerto internacional de Atlanta es una parte central del plan de acciones que tiene Delta para ampliar, mediante una renovación, sus instalaciones aeroportuarias en Nueva York, Seattle, Los Angeles y Salt Lake City.
Grandeza
Este nuevo espacio para los pasajeros incluye 12 puertas, se conecta directamente con la terminal E existente (28 puertas), cuenta con quioscos informativos y pasillos directos al área de equipaje, estacionamientos y salidas.
Con la terminal F, Atlanta pasará a programar aproximadamente 6.000 vuelos diarios para 350 destinos en 70 países alrededor del mundo. Delta opera actualmente más de 1.000 salidas diarias a 208 destinos desde Atlanta, entre ellas vuelos directos a 65 destinos internacionales.
La nueva terminal internacional, que cuenta con un certificado “Leadership in Energy and Environmental Design” que avala su eficiencia energética y respeto medioambiental, es la nueva puerta de acceso para los clientes con salida o llegada a Atlanta procedentes o con destino a aeropuertos internacionales.
“La nueva terminal internacional es la puerta principal que conecta Atlanta con el resto del mundo”, expresó Richard Anderson, consejero delegado de Delta, quien además agregó: “En nombre de los empleados de Delta en todo el mundo, quiero felicitar al director general de aviación Louis Miller, al alcalde Kasim Reed y a la ciudad de Atlanta en general por habernos acompañado en este proyecto hasta el final así como darles las gracias por mantener los sólidos vínculos que Delta tiene con el aeropuerto y la ciudad desde hace más de 70 años”.