Viene el ejército del Papa
Se trata de la Guardia Suiza que asumió la protección del Papa oficialmente en 1506. De esta manera, la Embajada de Suiza, la Nunciatura Apostólica en Argentina y el Arzobispado de Santa Fe, invitan a la inauguración de la muestra “La Guardia Suiza y el Santo Padre”, prevista para mañana a partir de las 17, en el Colegio Inmaculada Concepción - San Martín 1540, Santa Fe.
Desde hace más de 500 años son los encargados de preservar la seguridad del Papa. Es el ejército más pequeño del mundo y son quienes protegen a Francisco en su pontificado.
Gracias a una gestión especial del nuncio en Argentina, el suizo Emil Paul Tscherrig, y del arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, la muestra llegará a Santa Fe en el marco de su inauguración a nivel Mundial, que el Embajador suizo Johannes Matyassy se propuso traer al país a partir de la visita del Santo Padre a Brasil a finales de julio.
“Como Francisco es argentino y el Papa ya iba a Brasil en esa fecha, yo dije a mis pares en Suiza que me parecía que la exposición debía inaugurarse en el país donde nació Bergoglio, que además es el país latinoamericano que tiene la mayor colectividad suiza, que tiene un Nuncio suizo y que es muy católico”, contó Matyassy a los periodistas.
“Será un honor para mí estar inaugurando en la Ciudad de Santa Fe esta exposición en el mismo lugar que hace 50 años atrás un joven Jorge Bergoglio –sin que nos pudiéramos imaginar entonces que sería el líder espiritual de 1.200 millones de católicos diseminados por todo el mundo- dio clases de Literatura a chicos de 16 años que se formaban en este espacio de educación y Fe”, adelantó emocionado el embajador suizo.
La exposición consta de 17 paneles, 4 gigantografías, 1 panel para fotos y 3 vitrinas con objetos de la Guardia, todo llegado desde Suiza y desde el Vaticano, y que relata la historia y la vida hasta la actualidad de los custodios del Santo Padre, y podrá visitarse gratuitamente en el Colegio Inmaculada Concepción hasta el 25 de noviembre.
Un poco de historia
Desde principios del S XV, la Guardia Suiza ha protegido permanentemente al Papa o al cónclave. De esta manera, el Sumo Pontífice puede actuar con plena independencia y libertad tanto en Roma como en el extranjero.
Ningún otro jefe de Estado tiene un contacto tan directo con las multitudes como el Papa: la experiencia de los Guardias suizos en la protección personal es única. Ellos prestan asimismo servicios honorarios y vigilan las entradas de la Ciudad del Vaticano.
La Guardia Suiza asumió la protección del Papa oficialmente en 1506 y fue 21 años después cuando tuvieron su primera acción importante de defensa, el 6 de mayo de 1527, cuando fuerzas españolas atacaron al Papa Clemente VII.
Los soldados del Vaticano mostraron su bravura ese día enfrentando a un millar de soldados alemanes y españoles durante el saqueo de Roma y Clemente VII salvó su vida al refugiarse en el castillo Sant´Angelo, pero 147 de sus guardias suizos perecieron en su defensa, mostrando al mundo el valor y la fidelidad de los suizos para con el Papa.
La guardia hoy
El ejército más pequeño del mundo tiene tan sólo 110 soldados para defender las 44 hectáreas de terreno del Vaticano, pero sobre todo, para mantener la seguridad del Papa.
Se confían las llaves del Vaticano y del Palacio Apostólico a la Guardia Suiza Pontificia. Ello requiere discreción, vigilancia y una perfecta organización. En 500 años, el ejército del Vaticano siempre se ha mostrado leal y neutral sin ejercer la mínima injerencia.
Los Guardias suizos son los «guardaespaldas» del Papa reinante hasta el día de su funeral. Ellos son, pues, los únicos que custodian permanentemente, hasta el final, el cuerpo del Papa difunto. Luego, protegen a los cardenales y al cónclave.
La ceremonia de juramento de los nuevos Guardias tiene lugar todos los años el 6 de mayo, aniversario del saqueo de Roma.
El juramento se hace en alemán, francés, italiano o romanche. Al juramento asisten representantes de las autoridades suizas y vaticanas. Los tres dedos en alto aluden a la Santísima Trinidad: en Suiza, esta costumbre se remonta a la fundación de la Confederación en 1291.
Los Guardias suizos no son mercenarios privados. De acuerdo con la neutralidad suiza, poseen el estatus de Cuerpo Policial Extranjero.
Siendo los guardias suizos unidades militares de élite, la competencia para convertirse en uno de ellos es muy grande y deben cumplirse una serie de requisitos básicos: ser varones solteros, tener un mínimo de 1,74 m de estatura, su edad debe ser entre 19 y 30 años, poseer título profesional o grado de secundaria, ser católicos, ciudadanos suizos y haber completado la instrucción en la Fuerzas Armadas de la Confederación Helvética con certificado de buena conducta.
Una vez que son aceptados deben mantener una excelente condición física y además deben aprender a utilizar armas, desde espadas hasta pistolas 9mm modernas y ametralladoras. También se les instruye en defensa personal, combate cuerpo a cuerpo, seguridad, movimientos tácticos y técnicas anti-terrorismo.
El Juramento
“Juro servir con fidelidad, lealtad y honor al Soberano Pontífice Francisco y a sus legítimos sucesores, así como consagrarme a ellos con todas mis fuerzas, sacrificando, si es necesario, mi propia vida para defenderlos.
Asumo este mismo compromiso ante el Sacro Colegio Cardenalicio en caso de quedar vacante la Sede Apostólica. Además, prometo al comandante y a los otros superiores respeto, fidelidad y obediencia. Juro observar todo lo que el honor exige de mi posición.
Yo, …, juro cumplir lealmente y de buena fe todo lo que se me ha leído. ¡Que Dios y nuestros Santos Patronos me