¿Está más gordo o es sólo que está inflado del orgullo? Le preguntaba un empresario turístico entrerriano a su colega hotelero en un encuentro fortuito en el Corsódromo de Gualeguaychú el pasado sábado.  
El personaje al que aludían era el secretario de Turismo de esa Municipalidad, Fabián Godoy, ya que habían recibido los datos de la CAME en el que se podía leer que la ciudad del Carnaval del País fue una de las 10 más elegidas por los argentinos este verano. Y sí parece que las buenas noticias causan el efecto engorde. ¡Ahora entendemos el engrosamiento de cintura de más de un empresario vernáculo!

 El máximo referente del turismo bonaerense estaba tan feliz como Marcos Patronelli por la revalidación de su título de 2010 en la categoría cuatriciclos durante el último Dakar. Tal fue la euforia que rápidamente, después de intercambiar saludos y felicitaciones, el corredor fue tan rápido como en las dunas del desierto para ganarse una invitación a un asado y celebrar su logro junto a Ignacio Crotto y su equipo de trabajo. Lo que se dice, un corredor todo terreno.


En los comercios de ropa y accesorios de una importante ciudad balnearia de la Argentina las rebajas de temporada arrancaron mucho antes de lo que estaba previsto. Según se recogió en una recorrida por una de las calles más top del destino, los comerciantes “se quieren sacar de encima” todo lo que puedan. Algunos dijeron que la tendencia a “más escapadas y vacaciones más cortas” retrasaron el consumo y “enero es para el olvido”. Parece entonces que hay una ciudad que en su entrada va a colgar el cartel de “ON SALE”.

Los argentinos hemos sido siempre muy identificados con el “tarjetazo” o sea el uso excesivo de tarjetas de crédito y débito. Esa tendencia podría estar cortándose, pero no por los propios usuarios, sino por la necesidad de contar con efectivo de los dueños de locales comerciales en diferentes puntos turísticos del país que se vuelven cada vez más ingeniosos en sus mecanismos para que las compras sean cash. “Marche una porción de AFIP por allá…”

Qué buena idea! me saco el sombrero ante estos españoles ingeniosos! Eso comentaba un efusivo hotelero de la calle Esmeralda al cruzarse con un cronista de esta editorial días pasados. Si hasta los clubes de fútbol sacan más ingresos por su merchandising que por venta de entradas ¿cómo no lo iba poder poner en marcha una cadena hotelera tan conocida?
Tanto halago se debe a que la cadena Meliá Internacional decidió sacar a la venta su línea de toallas, sábanas y hasta los edredones para tener un ingreso extra en tiempos de vacas flacas. ¡Un le&oacute