En ocasión del bautismo del nuevo barco de Buquebus pudo verse a algunos miembros de la gran familia de la empresa fluvial (y allegados) derretirse en halagos hacia una de las representantes de este medio allí presente. La gran ventaja es que esta vez el champagne que invitaron corría por cuenta del jefe. Pero igual quedaron como verdaderos “gentlemen”


¡Mirá que hay que tener mala suerte! Decía uno de los representantes de la gobernación de La Rioja al enterarse que el  mismo día y a pocas cuadras de donde se iba a realizar una presentación a cargo del gobernador Beder Herrera estaba pautada una protesta, lo que motivó la suspensión del acto.
“Son pocas la oportunidades que tenemos de que el gobernador visite Buenos Aires y encima cuando viene pasa esto”, seguía diciendo el riojano, mientras se iba acordando de los familiares de todos los manifestantes. Ufa!!


“Hay mucha susceptibilidad en el sector turístico”, se quejaba un directivo de la CAME; quien acusaba a los privados del Turismo Nacional de malinterpretar sus intenciones y negarse al diálogo. “No sé porque reniegan si al final la CAME es una entidad con mucho peso en el país y puede ayudar a seguir posicionando a la actividad”, decía off de record el dirigente. ¿Es una guerra de egos?


Entre los desayunos, almuerzos y cócteles, el “sanguchero” siempre se infiltra entre los invitados y arrasa con cuanto canapé, medialuna y café encuentre. Lo interesante es que en estos tiempos no es sólo uno, sino ¡cuatro! los que frecuentan los eventos del sector, en especial los de una reconocida operadora, volviendo loco a su director. 
Especialmente reconocible es una de las “coladas” por su particular forma de vestir lo que le ha valido el apodo de “Su Gimenez” (se imaginarán por qué!) que estaciona, junto a los vehículos del hotel su destartalada bicicleta y hasta se ha llevado algún que otro premio. ¿No será tiempo de que los anfitriones establezcan el Derecho de Admisión?


La margarita sigue siendo una consejera fundamental para algunos miembros de la industria turística. O al menos eso parece, ya que hace pocos días vieron a un ex funcionario muy concentrado arrancando uno a uno los pétalos de la delicada flor mientras se preguntaba ¿vuelvo o no vuelvo? Cu&aacut