Guías reclaman que no pueden acceder al REPRO II
Según le explicaron a Mensajero, el problema radica en que muchos de ellos están registrados en un nomenclador diferente al que pide la AFIP.
En un marco en el que muchos de los actores del turismo están comenzando a levantar la cabeza y cicatrizar las heridas que dejó la inactividad obligada por la pandemia, los guías de Turismo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires continúan sin poder trabajar. Tras una serie de manifestaciones tanto en el Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación como en el Ente porteño (ver nota), reclaman que el 30% los guías porteños no pudo acceder al REPRO II.
Según le explicaron los guías a Mensajero, muchos de ellos se encuentran registrados en el nomenclador "960990 - SERVICIOS PERSONALES N.C.P. o Servicios profesionales", mientras que el beneficio pide como requisito de acceso a los monotributistas del turismo que, al mes de marzo de 2020 estén inscriptos como "791909 - servicios complementarios de apoyo turístico N.C.P.".
Asimismo, manifestaron que si bien la mayoría ha realizado el cambio de nomenclador, las modificaciones en AFIP no son retroactivas y el Ministerio de Trabajo no ha efectuado los cambios en su sistema de controlador ni lo combinó con los registros de la cartera de Turismo, para validar la pertenencia al rubro turístico de los contribuyentes.
"Un gran número de guías de turismo se ha visto imposibilitado de cobrar el beneficio siendo que han hecho uno de los mayores esfuerzos sosteniendo el pago al día de un tributo sin haber estado trabajando desde hace más de 18 meses y sin haber obtenido reducción o eximición del mismo. El Repro II está pensado para paliar las dificultades que se le presentan al sector por la falta sostenida de trabajo y los guías de turismo han sido sistemáticamente rechazados para acceder al beneficio en sus cuatro ediciones", manifestaron.
Por último, agregaron que desde los Ministerios de Turismo y Trabajo les respondieron que están en tratativas con la AFIP desde hace tres meses, informando las dificultades técnicas para realizar los cambios en el nomenclador de forma retroactiva.