El anuncio realizado por Aerolíneas Argentinas informando de una orden de compra a la fábrica de aviones Boeing por 18.000 millones de dólares por 20 aviones 737-800 causó pavor en algunos sectores de la sociedad, incluso en aquellos que más veces se suben a los aviones de la compañía y tanto la han criticado por el subsidio que recibe del Estado Nacional.
Curiosamente, indagando acerca de los subsidios que sabemos aprovechar cotidianamente los argentinos, nos encontramos con sorpresas que usted, caro lector, debe saber.
Para algunos serios formadores de opinión el subsidio que recibe la aerolínea es poco menos que una herejía, sin embargo nada dicen del aporte del Estado al servicio eléctrico, el de gas, el transporte terrestre o los trenes, por mencionar sólo algunos.  
Los colectivos de la ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, en los últimos 3 meses han recibido un aporte de cerca de 1.700 millones de pesos cada 30 días, lo que a lo largo del año representaría más de 20.000 millones de pesos.
Cada colectivo que circula por la ciudad y el Gran Buenos Aires recibe cerca de 60.000 pesos más 15.000 en combustible subsidiado, algo que en el interior del país se reduce a 37.000 pesos por todo concepto. 
Esto se refleja en la tarifa que abonan los pasajeros. Mientras en la capital porteña se abona 1,60 pesos por cada tramo, en Rosario se paga 3,20, en Santa Rosa 4,20 y en Resistencia o Villa Carlos Paz 3,50 pesos.
Los trenes también se llevan lo suyo. El dinero destinado mensualmente a subsidiar los estatizados ramales del Sarmiento y del Mitre superó los 1000 millones de pesos hasta julio de este año, lo que representaría un aporte de cerca de 75 millones de pesos por día para el total de los ramales ferroviarios del país. 
A lo largo de 2012, el Gobierno desembolsó la cifra récord de $ 4.603 millones en concepto de subsidios para el funcionamiento de los trenes metropolitanos. 
Los números hablan por sí solos y sin embargo nadie habla por ellos.
Es cierto que Aerolíneas Argentinas recibió durante los primeros 7 meses del año 1.990 millones de pesos, también es cierto que esta asignación la recibe por una ley que fue votada en el Congreso de la Nación, pero cuando lo comparamos con el dinero aportado por el Estado para abaratar la vida de los argentinos, nos parece exagerado el ensañamiento con la línea de bandera cuando se habla de pérdidas económicas y no de aporte al mejoramiento de la calidad de vida.
Por supuesto que estos aportes son impensados en un mundo donde se especula con la supervivencia del más apto, pero los trenes ingleses tampoco sobrevirían sin el aporte estatal y sin embargo nadie en Gran Bretaña se rasga las vestiduras por ello.</d