Parece como si se tratara de otro destino, de otra película, pero los habitantes, empresarios y funcionarios de Villa La Angostura recuerdan bien aquel 4 de junio de 2011 cuando la ciudad neuquina se vio invadida con más de un millón y medio de metros cúbicos de arena y ceniza volcánicas en su casco céntrico y los 28 barrios de la localidad.
Claro, hoy la imagen es otra. La ciudad viene de un julio inédito para sus estándares acostumbrados, alcanzando un 62 por ciento de ocupación, superando ampliamente la media histórica de sus inviernos. Las estadísticas oficiales indican que Villa La Angostura desde hace 10 años tiene una ocupación promedio en el mes de julio del 38 por ciento.
¿Cómo se pasa de ser la ciudad más castigada por la furia de la naturaleza expresada en la boca de un volcán, con un paisaje totalmente modificado y una temporada totalmente truncada para cualquier tipo de actividad turística a una localidad que hoy habla de “récord” de visitantes?

Equipo Argentina

La respuesta parece haber sido el trabajo conjunto. En un comienzo con el fenómeno social que involucró a los propios angosturenses limpiando por sus propios medios la ciudad, y luego, fundamentalmente, con el apoyo tanto a nivel provincial como nacional.
No en vano, el secretario de Turismo de Villa La Angostura, Marcelo García Leyenda, afirmó durante la semana pasada que “gracias a la decisión política del gobierno nacional” han podido salir adelante después de la erupción del volcán Puyehue, más de un año atrás.
“Nada de esto hubiera sido posible sin la conducción política y las importantes decisiones tomadas por el Ejecutivo nacional, acompañado por la provincia y el municipio”, añadió.       
García Leyenda no quiso olvidar el trabajo diario que en esos días efectuaron los profesionales enviados con recursos de la Nación, y el aporte del Ministerio que conduce Enrique Meyer.
De esta manera, desde la segunda quincena de febrero, a partir de la Fiesta de los Jardines, se pudo comprobar una reactivación en el movimiento turístico. Desde ese momento, se fortalecieron todos los fines de semana, con un aumento constante en comparación a años anteriores, con el invierno como objetivo definido, que arrojó un crecimiento histórico.
En diálogo con Mensajero, el funcionario neuquino tampoco se olvidó de las instituciones locales que se sentaron a trabajar en el “Día Después”, todas aquellas vinculadas al turismo: “el Buró, la Asociación de Hoteles, la Cámara de Comercio, generaron una mesa de trabajo que dio lugar a un primer documento que se empezó a utilizar para inspirar las medidas que se llevaron adelante, desde la provincia de Neuquén y el Ministerio de Turismo”.
La iniciativa fue entregada en un primer momento a la subsecretaria de Promoción Nacional del Ministerio de Turismo de la Nación, Patricia Vismara, quien participó de varias reuniones  a fin de dar respuestas efectivas a la situación crítica.
Así el gobierno nacional y el CFI se destinaron $3.000.000 de pesos para un plan de marketing especial, para la localidad y el corredor, que respondía a la propuesta del Plan Estratégico de Turismo creado tras la erupción del Volcán que tiene una duración de diez años (2012-2022).
Además, hay que recordar que a fines de enero de este año, la presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, había confirmado la inversión de 10.000.000 de dólares para la remediación de Villa La Angostura.
Esa ayuda económica complementaba otras, como la puesta en funcionamiento del Programa de Recuperación Productiva (Repro), para que se mantuvieran los puestos de trabajo.
“Fue un momento extraordinario que precisó de decisiones extraordinarias y el Ministerio de Turismo estuvo a la altura de las circunstancias. El gobernador Sapag encaró todo lo que fue remediación y desde el MinTur se trabajó de la mano a la localidad, a partir de la decisión del ministro Meyer”, resaltó el responsable de Turismo local.

Los cambios

De esta manera, y para sortear una situación crítica, Neuquén empezó a trabajar con fuerza en el mercado regional. A raíz del Plan de Marketing se buscó “fortalecer todas las actividades turísticas tradicionales de Villa La Angostura, darles un marco y potenciarlas para mostrar el destino en acción hacia afuera”.
En ese sentido, se trabajó en puntos pendientes, como la finalización de una telecabina en el centro de esquí Cerro Bayo, la adecuación de las tarifas de los diferentes establecimientos para sostener precios competitivos, y la certificación del avance en el lugar, a través de la gente de Villa La Angostura, sensibilizando a quienes conocían y no conocían la localidad. Y en este último punto, Internet y las redes sociales cobraron especial importancia.
“Así como se hizo la remediación del pueblo, se busca hacer la remediación de Internet: estrategias referidas a desarrollos puntuales, como la web de Villa La Angostura Hoy, las redes sociales, las plataformas digitales municipales y se fomentó que todo el pueblo, bajo esta estrategia de certificar desde la gente cómo estaba la villa, que todos subieran fotos, comentaran y eso se replicara. Aún falta mucho, buscamos generar un posicionamiento de Villa La Angostura no en base a fondos sino en base a una estrategia que dure en el tiempo, y por eso lleva más tiempo que pagar por un espacio publicitario puntual”, explicó García Leyenda al respecto.

El vaso medio lleno

No hay mal que por bien no venga, dice el dicho popular. Y, al menos hoy, Villa La Angostura es la prueba testigo que confirma la regla.
Es un mal que nadie quiere, ya que pasar por él es muy duro y tendrá sus secuelas en la actividad turística de Villa La Angostura y sus habitantes, y llevará años recomponer todo. “Las decisiones políticas han permitido afirmar que este bien por suerte vino a través de este mal. Esto ha generado mucha sinergia, mucha conciencia y trabajo en común, y es la parte más importante para rescatar en el futuro cuando hagamos referencia a este tipo de situaciones. No hay manera de lograr un éxito desde lo individual, pero sí hay vías para lograrlo si articulás a todos los actores con ese fin”, concluyó finalmente el f