La semana pasada tuvo lugar  en la ciudad de Astana, ubicada en Kazajstán, la 18ª Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (OMT), que cada año reúne a las máximas autoridades de Turismo de sus estados miembro.
Uno de los objetivos propuestos para este año fue mentalizar a los gobiernos de todo el mundo del papel que el turismo puede jugar como una de las mayores fuentes de empleo, sobre todo teniendo en cuenta los últimos datos conocidos que afirman que genera más de 75 millones de puestos de trabajo directos; pero también que la actividad turística sea reconocida como un factor esencial de exportación ya que el 30 por ciento de las exportaciones mundiales de servicios provienen de este sector, y como un motor de transformación y desarrollo de las economías regionales de todos los rincones del planeta.
En ese sentido, la OMT elaboró un documento que fue presentado en la decimoctava asamblea general de la organización en Astana, y que se compone de quince directrices estratégicas destinadas a dar apoyo a la economía mundial y al sector turístico en particular, centradas en tres líneas de actuación: capacidad de recuperación, estimulación y economía verde.

Un pedido
A lo largo de la reunión, la Organización Mundial del Turismo (OMT) pidió a los gobiernos del mundo que revisen “objetivamente” sus impuestos turísticos para detectar aquellos que gravan “excesivamente” a los viajeros y a las empresas, para así reducirlos.
El secretario General del organismo, Taleb Rifai, pidió además la exención del pago de los visados “cuando sea factible” pero también “la eliminación o la simplificación de los requisitos para su obtención y la introducción de visados electrónicos”. De esta manera, la OMT se involucró por primera vez en un tema como las visas para ingresar a los diferentes destinos. El objetivo es facilitar al máximo los viajes y replantear los obstáculos fiscales que puedan entorpecer el desarrollo de la industria turística, especialmente en un momento delicado como el que desata la crisis financiera internacional que se cierne desde hace un año sobre la industria y el impacto de la pandemia de gripe A H1N1.

Fomentar el desarrollo
Por otra parte, la OMT recomendó integrar el turismo en los programas de estímulo para que pueda beneficiarse de la inversión en infraestructuras como los trenes de alta velocidad, las instalaciones portuarias y aeroportuarias y las principales autopistas, así como la modernización con criterios de sustentabilidad ambiental y la adaptación al clima de hoteles o atracciones turísticas.

La caída de 2009