La ciudad de San Martín de los Andes, es uno de los destinos más elegido por los turistas por estos días. Sin prisa pero sin pausa, los visitantes recorren cada refugio de paz que ofrece la localidad cordillerana que ha logrado en enero casi una ocupación plena.
Este movimiento incesante de gente y consumo, no parece estar reservado a los establecimientos estrictamente vinculados a la industria turística.
Por primera vez en muchos años, profesionales, prestadores de servicios, pequeños comercios que incluso ni siquiera están en el ejido urbano, coinciden en que están viviendo, gracias al turismo un inicio de año, extremadamente positivo.
“La primer quincena fue realmente sorprendente. La cantidad de turistas, no solo de Buenos Aires, sino de varios puntos del país que se acercaron al local a toda hora, alcanzamos el 100% de nuestras posibilidades expendio por primera vez en muchos años”, contó el dueño del minimercado Traulén, Carlos García.
 “Encima, como los días son tan lindos, tuvimos que extender el horario de cierre, porque la gente regresa de las playas, recién a partir de las 21 hs. Es gracioso, pero entran entre quemados, agotados y felices, a llevarse todo lo que encuentran en las góndolas”, agregó.
En tanto, el cordobés Fernando Romero, propietario de un polirubro que inauguró recientemente sobre la calle Belgrano, aseguró que “el que entra al comercio siempre se lleva algo. Los turistas no compran tantos regalos, pero si muchas cosas del bazar, termos, mates, sillitas, vasos. Honestamente, nos encantaría que sea así todo el año”.
El optimismo también lo demuestra la dueña de la farmacia Roca, Bárbara Catera, con el local ubicado justo enfrente de la plaza San Martín.
 “Hace años que estamos, y este es el primer enero que podemos decir sin temor a equivocarnos que trabajamos muchísimo en expendiendo de protectores solares y geles post solares. Creemos que vamos a tener también un excelente febrero, ya que los visitantes que provienen de Chile, también suelen ser asiduos compradores de las farmacias de la localidad”, expresó.
En un rincón del barrio Chacra 4, aunque lo intenta, Martín Pacheco, un joven mecánico de automotores, no logra permanecer ajeno a las necesidades que eventualmente pueden tener los turistas. “El trabajo fuerte mío es con la gente del pueblo, pero este año, está pasando algo increíble. Amigos, conocidos y parientes de mis clientes que están de visita o simplemente gente que pregunta por algún taller de confianza, me están trayendo sus vehículos para que les solucione algunos s problemitas”, precisó.
“La verdad es que estoy tapado de trabajo, y por supuesto la gente está apurada porque necesita seguir viaje o recorrer la zona, por lo que por estos días me encuentro trabajando hasta cualquier hora de la noche”, confesó el hombre, mientras reparaba el radiador maltrecho del auto de una familia de Rosario. 
Todos los comerciantes de la localidad, tanto los que permanecen vinculados directamente a la industria del turismo, como los que no, coinciden en que San Martín de los Andes, gracias al esfuerzo de toda la comunidad, está viviendo la mejor temporada de los últimos diez años.

Fuente: Télam