A la par del periplo eufórico de las máquinas, el paisaje riojano se despliega etapa a etapa. A la vera del recorrido ‘dakariano’ hay múltiples atractivos turísticos que merecen una visita e invitan a disminuir los decibeles de adrenalina que genera el rally más convocante del mundo.

Primera escala

El departamento de Famatina está ubicado a 235 kilómetros de la capital riojana, sobre la RP11. De este distrito se pueden mencionar varios destacados, como por ejemplo, las exquisitas nueces que producen los miles de nogales que habitan esta tierra donde el sol no se cansa de brillar, al pie del Cordón de Famatina. Otro imán de atracción es el cablecarril de la mina La Mejicana, la majestuosa obra de ingeniería construida a principios del siglo XX para transportar el mineral desde los socavones hasta la estación del ferrocarril. Son 35 kilómetros y 9 estaciones que, como centinelas, custodian la montaña en un circuito que asciende hasta los 4000 metros de altura,  hasta la mina. También los bucólicos y mínimos pueblos llaman la atención de las agitadas almas provenientes de la ciudad. Carrizal, Angulos, Santa Cruz, Pituil, Santo Domingo, Campana y Famatina son algunos de los poblados que nacieron con la fiebre de los mineros que llegaron al lugar, en busca del oro y plata escondidos en las montañas. Si bien no superan los 1000 habitantes, cada cual tiene sus antiguas y prolijas iglesias que reflejan la intensa religiosidad que se profesa. El abanico de opciones se cierra con la pesa deportiva en el dique Chañarmuyo, donde también se puede visitar la cálida bodega homónima, y con un vuelo en parapente en Cuesta Vieja, a más de 1600 metros de altura.

Segunda escala
Chilecito es la segunda ciudad de la provincia, distante a 192 kilómetros de la capital, sobre la RN40. Su principal atractivo son los vestigios del cablecarril, que permanecen como testimonio indeleble de la historia minera de La Rioja. Desde aquí existen dos opciones para incursionar en este mundo abandonado: caminata y travesía en 4x4 (al igual que desde Famatina). El trekking a la vera del tendido es ideal para los amantes del turismo activo. El circuito preferido llega hasta la cuarta estación ‘Siete Cuestas’ e insume seis horas de paso firme entre profundos valles verdes, ríos de agua dorada y prístinos arroyos formados por los deshielos. La salida en cuatro ruedas tiene dos alternativas y las dos incluyen una visita al museo histórico del cablecarril para repasar la historia de esta obra de ingeniería. La primera parte desde Chilecito hasta Santa Florentina y pasa por el puesto Las Talas hasta llegar a la tercera estación del cable carril, denominada El Parrón.La segunda es desde Chilecito hacia Famatina, una travesía a plena montaña, donde la belleza del paisaje infinito y las serpenteantes cuestas no dan respiro a la vista y al vértigo.

Tercera escala
Al dejar Chilecito hacia Villa Unión (departamento Felipe Varela) la Cuesta de Miranda es un atractivo en sí mismo. Este trazado se despliega por la mítica RN 40 y es un camino de cornisa de 12 kilómetros, flanqueado por abruptos valles y precipicios que superan los 200 metros de altura, en un paisaje de un rojo casi infernal. Las 800 curvas conducen hasta el punto más alto, el mirador ‘Bordo Atravesado’, a 2020 msnm.  


Villa Unión es la puerta de entrada al famoso Parque Nacional Talampaya, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. A este clásico riojano se accede por la RN 76 y 150, y conforma la Cuenca Triásica de Ischigualasto, una vasta región desértica donde afloran antiguos sedimentos producto de la erosión de la era mesozoica, hace 250  millones de años.  Sus murallones de color carmesí y sus caprichosas figuras cinceladas en la roca se pueden recorrer a pie, en bici, de día y de noche, siempre en compañía de un guía autorizado que indica los diversos circuitos y revela secretos y datos que enriquecen este viaje a la prehistoria. Para continuar con esta tónica, se sugiere visitar el Parque Provincial El Chiflón.
Ubicado a 72 km. de Patquía, en dirección Oeste por RN 150, comprende un área natural protegida de muy alto valor paisajístico, ecológico y cultural. Son 3 circuitos que se realizan con un guardaparque, y fusionan tramos a pie y en vehículos.  En este parque también abundan las rocas con formas como ‘La pirámide’, ‘La tortuga’, ‘El loro’, ‘La casa’ y ‘La cara del gaucho’, por nombrar algunos.

Cuarta escala

A 30 kilómetros de Villa Unión, sobre la RN76 está la localidad de Villa Castelli, cabecera del departamento General Lamadrid. Aquí se puede dar una vuelta por la fortaleza Cerro El Toro, un pucará de defensa del poblado, sobre la cima del cerro, atribuida a la cultura Aguada y fechada en el siglo VII d.C.
El Condado es un pueblo a 4km de Villa Castelli, sobre la margen oeste del río Bermejo y era el antiguo asentamiento que se despobló con la construcción de la actual RN76. Las casonas de gruesos adobes están deshabitadas, salvo una y todo el caserío está envuelto en un halo fantasmagórico. La capilla permanece intacta y, aunque las fincas han perdido su antiguo esplendor, aún  conservan la fertilidad de antaño.

Quinta escala
El próximo stop es el departamento de Vinchina, donde la reserva Laguna Brava acapara todas las visitas. En plena cordillera riojana, este oasis emplazado en un territorio hostil e inhóspito, parece obra de una mano divina. A más de 4000 metros de altura, está ubicada a 450 kilómetros al oeste de la capital provincial. Se trata de una reserva natural creada en 1980 para preservar a las comunidades de vicuñas y guanacos que, como consecuencia de la caza furtiva, estaban al borde de la desaparición. Con una extensión de 5.000 hectáreas, es una Laguna Brava por ser ésta la mayor de toda la región, con una superficie de 17 kilómetros de largo por 4 de ancho. También hay una serie de lagunas menores formadas de manera temporal por los deshielos.
Una cuota de historia y misterio circula en torno a los restos de un avión que reposa en la laguna. Este esqueleto de metal relata la aventura de unos hombres que sobrevivieron a un accidente del cual pocos saldrían ilesos. Pero también abonan leyendas, donde la tragedia se relaciona con el mejoramiento de los caballos de la zona.

Sexta escala

Lo que hay para conocer en el sur de la provincia se condensa en el papel que jugó La Rioja en la consolidación de la nacionalidad del país, en el siglo XIX, con los caudillos Facundo Quiroga y Chacho Peñaloza. Esta zona de Los Llanos aún conserva pueblitos y caseríos que se mantienen similares a cómo eran en aquel tiempo de construcción de la Argentina.
Uno de ellos es Ulapes, cabecera del departamento San Martín, a 282 km de la ciudad capital, apacible comunidad, cuya fundación data del año 1600. El Cadillo es un paraje rural dividido en tres provincias: La Rioja, San Luis y Córdoba. Sólo el camino de tierra de acceso al pueblo los separa.
Chepes es la cabecera del departamento Rosario Vera Peñaloza y aquí yacen las ruinas de la antigua Iglesia que fuera seriamente comprometida por el terremoto de Caucete del 1977. Data de 1810 y de estilo renacentista, aun conserva un antiguo pórtico de hierro forjado y parte de su campanario.  
El museo de los caudillos “Ángel Nardillo” se montó sobre la que fuera la vivienda de Apolinario Tello, uno de los principales oficiales de Ángel Vicente Peñaloza. Este espacio exhibe armas de la época, urnas funerarias, uniformes de los caudillos, morteros y hachas de piedra y un juego de living que perteneció a Joaquín V. González. Relata la tradición que aquí se encontraron por vez primera Facundo Quiroga y Ángel Vicente Peñaloza.
Aunque el Dakar se haya ido, La Rioja invita a quedarse. Porque sus bellezas naturales poco exploradas, su historia y la calidez de sus habitantes son el pasaporte para elegirla como destino de unas vacaciones si