Las alarmas se prendieron. En el Grupo Aerolíneas y Casa Rosada. Luego de un período de relativa tranquilidad, donde las noticias eran cuanto menos auspiciosas en muchos de los frentes (Aerolíneas Argentinas y Austral se ubicaron terceras en el ranking regional de puntualidad correspondiente al mes de junio de FlightStats), la realidad económica impactó de lleno en el seno de la empresa. Trascendió que el déficit para 2019 rondaría los US$ 100 millones, en lugar de los módicos 25 millones que se presumian. 

En parte, esto es producto del fuerte incremento del precio del combustible aéreo. Estaba previsto que para esta época del año el precio del combustible rondaría los 52 dólares por barril, pero el precio efectivo que se está pagando hoy es de 74 dólares. En la mayoría de las aerolíneas, este tópico es el que mayor erogación demanda. En el caso de AR, se trata del segundo en su lista de costos, con un demanda del 19 por ciento de su presupuesto total, según consigna Aerolatin News. De esta manera, el gasto pasó de U$S 240 millones, cuando el presupuestado era de U$S 208 millones. 

Es así que, al igual que los precios, las preguntas se disparan, aunque una es la principal: ¿cómo se saldará esta diferencia? La especulación, claro, está a la orden del día. Y no son pocos los interlocutores que apuntaron que esto podría echar por tierra una de las principales aspiraciones de la gerencia de AR: una aerolínea de bandera sin subsidios del Estado en el 2019. 

“El déficit de AR para 2019 rondaría los US$ 100 millones”

Perspectivas

En relación a esto último, es clara la bajada de línea. Lo especificó Isela Costantini en su momento y Mario Dell’Acqua después. De hecho, en diálogo con Mensajero Turístico, el actual presidente de Aerolíneas Argentinas y de la Integración Energética Argentina SA (IEASA), apuntó: “Todos los empleados de AR vemos al final de estos dos o tres años una empresa que se va a auto-sustentar y que no va a necesitar de nadie. Lo podemos hacer teniendo una visión muy federal y social de Aerolíneas y de Austral”. 

Y asumió que “no es incompatible, en absoluto, tenemos una visión muy sinérgica de interconectar más y mejor a los argentinos, de manera federal, rápida y de no necesitar mas dinero que el de los pasajes. Prefiero que los argentinos nos compren y no que nos den dinero por subsidios”.