Pocas veces un aniversario de 11 años resulta tan significativo como uno de 10 o uno de 15, pero en el caso del atentado a las Torres Gemelas queda demostrado que toda regla tiene una excepción.
El 11 de septiembre de 2001, dos aviones colisionaban contra el World Trade Center, una de las edificaciones modernas más simbólicas del mundo, cambiando para siempre el paradigma de la seguridad norteamericana y sus consecuentes políticas de relaciones exteriores, turismo incluido. De hecho, a nivel global, hoy sólo 36 países tienen el beneficio de entrar sin visa al país.
El terrorismo, sin embargo, no fue la única causa para ese radical cambio de rigurosidad migratoria. En nuestro caso en particular, al atentado se sumaba la crisis interna económica-social que enfrentaba el país, que ayudó a que Argentina dejara de integrar el programa de “Visa Waiver”. Es que, por aquel entonces, miles de argentinos que por la crisis decidían ir “a probar suerte” a nuevos horizontes, elegían emigrar a los Estados Unidos.
Así quedaron limitadas las “libertades turísticas” hasta entonces gozadas, tan bien reflejadas en los años ’90 durante la época del “deme 2” y de las “relaciones carnales”, frase acuñada por el ex embajador Guido Di Tella.
Este año se cumplen 11 años del ataque a las Torres Gemelas, y 10 de que muchos argentinos tuvieran que tramitar su visa, que ahora se encuentra próxima a expirar.  

Un pedido de larga data

Arabia Saudita, Australia, Botswana, Bulgaria, Canadá, China, Cuba, Estados Unidos y Puerto Rico, Egipto, Estonia, Estonia, Ghana, Guyana, India, Kenya, Nigeria, Líbano, Rumania, Rusia, Siria, Tailandia, Taiwan y Vietnam, son los países que conforman la lista de los países que requieren visa para ciudadanos argentinos.
Por eso, cuando el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, anunció el lanzamiento de un nuevo Pasaporte con “estándares de seguridad inviolables”, muchos se ilusionaron con que este guiño sirviera para ablandar las relaciones bilaterales. Más aún creció la expectativa cuando el funcionario adelantó que: “A partir de esta nueva tecnología, Argentina iniciará un trámite de excepción de la solicitud de visa para aquellos países que la requieren, como Estados Unidos, Australia o Canadá”, señaló enfático.

El gran deseo

Es cierto que este pedido ya es figurita repetida pero también es verdad que la atención sobre el mismo había ido in crescendo. Semanas atrás, en la Embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires, un grupo de empresarios representantes del turismo emisivo hacia el país del Norte había remarcado la necesidad de cambiar las reglas del juego, de acuerdo al crecimiento del volumen de argentinos que viajan a Norteamérica.

Sí, pero no

El encargado de Negocios a.i. de los Estados Unidos de América, Jefferson T. Brown, le dijo a Mensajero Turístico que “las estadísticas en 2011 indicaban que más de medio millón de argentinos visitaron los Estados Unidos, lo que significó un crecimiento del 17 por ciento con respecto al año anterior”, mientras que también aseguró que “este año se espera batir este número”. En este sentido, en proporción con su nivel de población, la Argentina es uno de los países que más visitantes aporta a los Estados Unidos.
De la misma manera destacó el lugar prioritario que ocupa la “promoción de EE.UU.” en la Embajada, “potenciado más que nunca con el Brand USA, para fomentar las visitas internacionales al país y aprovechar el rápido crecimiento global del mercado turístico”. También resaltó las mejoras en el trámite para visados en Argentina y la intención de que los turistas sepan “que hay mucho más para ver que Florida, Washington, Nueva York, ya que fomentando viajes internacionales personales se fortalece la relación entre los dos pueblos, promoviendo el conocimiento y la comprensión entre ambas culturas”.
Pero el pez por la boca muere. Con esa realidad, la del medio millón de argentinos que eligieron EE.UU. como destino de viaje, y con ese objetivo, el de incrementar esa demanda y diversificarla, resulta complicado comprender la respuesta negativa con respecto al Visa Waiver. A pesar de los avances en seguridad con el nuevo pasaporte, desde la Embajada estadounidense han decidido no abrir la puerta a la ilusión argentina de viajar a ese país sin mayores requerimientos.
Además, y en contradicción a lo que Jefferson Brown afirma, la primera ola de la publicidad del Brand USA se lanzó al mercado el 1 de mayo en el Reino Unido, Japón y Canadá, con un presupuesto de 12.3 millones de dólares durante los primeros tres meses. Una segunda ola seguirá la promoción en Brasil y Corea del Sur, y luego otros mercados, pero con respecto a Argentina no hay nada confirmado.
“Es un paso importante, pero que por sí solo no garantiza la inclusión de cualquier país (en el programa de excepción de visado)”, habían señalado desde la Embajada de Estados Unidos.
La declaración no fue un portazo en la cara pero tampoco se presta a demasiadas ilusiones, al menos en el corto plazo. Hay que recordar también que Diana Brandon, de la Oficina Comercial de la Embajada de Estados Unidos en Argentina, le había dicho a Mensajero que es imposible por el momento que Argentina vuelva a ser beneficiada con el Visa Waiver Program. Remarcó también que por cuestiones de seguridad, administrativas y protocolares resulta complicado que otros países de Sudamérica como Brasil o Chile también lo logren.

Razones esperanzadoras

En lo que respecta a la región, Argentina se encuentra en una situación más provechosa que otros para solicitar la exención. En la actualidad, la cantidad de visas rechazadas es del 3 por ciento del total, lo que la ubica debajo del 4 por ciento que Brasil produce, que ya manifestó interés en ser eximido, y que consecuentemente ha recibido algunos guiños al respecto desde el Norte.
Por ejemplo, desde enero último, Estados Unidos inició un programa para flexibilizar el acceso a visados de visita que, en principio, benefició a China y a Brasil.
Además, al anterior mérito argentino, habría que añadir las más de mil solicitudes diarias que, según cifras oficiales, el consulado de los Estados Unidos en Buenos Aires tramita, que lo ubica en el ranking de los diez que mayor cantidad de visas tramita por mes.
Por otra parte, los agentes de viajes norteamericanos no cesan su campaña para convencer al Congreso de que reforme el proceso de solicitud de visas del Departamento de Estado.
Asimismo, también están presionando la Federación Nacional de Minoristas, los Hoteles Four Seasons y Parques y Hoteles Walt Disney, entre otros privados.
Sin embargo, en Estados Unidos, el llamado Programa Visa Waiver lo maneja el Secretario de Seguridad Interior, en consulta con el Departamento de Estado. Ser parte de ese programa de excepción de visa implica un proceso que incluye, además de pasaportes más seguros, requisitos como información sobre pasaportes robados y perdidos, bajas tasas de rechazo de visas y acuerdos bilaterales sobre información de seguridad.

El Pasaporte

Randazzo realizó el anuncio del flamante Pasaporte biométrico en la sala de Conferencias de la Casa de Gobierno. Allí, detalló que el pasaporte cuenta con un chip incorporado en la contratapa que permite incorporar “los datos biométricos” del titular.
“La validación de la identidad de las personas se hace por dos vías  mediante el escaneo del mismo cuando llega a los puestos migratorios de todo el mundo y a través de la incorporación de los datos biométricos y biográficos de la persona que aparecen en una pantalla y que están encriptados en el chip, lo que hace que el pasaporte sea inviolable”, detalló el funcionario nacional.
El nuevo pasaporte, que tiene el símbolo electrónico incorporado en la tapa, ya no cuenta con el número de documento del titular sino una denominación alfanumérica que consta de tres letras seguidas de seis números. Además, Randazzo informó que el documento tendrá una validez de diez años y un costo de 400 pesos “que lo ubica dentro de los pasaportes más seguros y más baratos del mundo”. De la misma manera, también aclaró que quienes ya hayan tramitado su pasaporte “no tienen ningún inconveniente y tienen validez hasta su fecha de vencimiento”.