“Establécese que todo buque que se proponga transitar entre puertos ubicados en el territorio continental argentino y en las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur deberá solicitar una autorización previa” reza el decreto 256/2010 firmado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y publicado en el Boletín Oficial el día 17 de febrero.
En medio de la disputa por la explotación petrolera de las Islas Malvinas, y de cara a un nuevo conflicto diplomático con Inglaterra por la soberanía del archipiélago, llegó un decreto que abrió la polémica en todos los sectores de la Argentina.
Mientras las acusaciones entre el oficialismo y la oposición por este decreto siguen su curso y los medios de prensa británicos afirman que el reino envió dos buques de guerra a las islas, se abre un interrogante para el sector turístico sobre la aplicación de la norma, ya que si bien el decreto tiene como objetivo complicar la operación petrolera en la zona, genera la incertidumbre sobre su aplicación en una de las zonas visitadas por los cruceros que recalan en la Argentina en su periplo por Patagonia, Chile y