Andes, Sol y LAN se reunieron para reflotar los objetivos de Clara y solicitar a Aerolíneas Argentinas que termine de definir su interés en participar como socio. La actitud ambigua de la línea de bandera atenta contra la capacidad de representación y reclamo del grupo ante las autoridades nacionales.

En mayo de 2007 la coyuntura era otra. El precio del barril de petróleo escalaba posiciones día a día, y las aerolíneas sentían el efecto de un alza ininterrumpida en los valores del JP1. En ese marco, las aerolíneas pedían que el IVA al combustible se anule o reduzca, puesto que los precios cerraban a valores internacionales, y los costos del insumo representan el 40 por ciento de los gastos de una compañía.
Si bien la crisis financiera aún no había hecho su aparición a escala global, algunos mercados ya mostraban deficiencias en sus finanzas y los proveedores externos empezaban a exigir “seguros” para las operaciones de leasing. De hecho, este “alquiler” de aeronaves debía ser acompañado, obligatoriamente, por una opción de compra, cosa que encarecía la operación en un 3 por ciento y dificultaba el acceso a aeronaves por parte de las aerolíneas, ya que los lessors tendían a poner más trabas para compañías que, en caso de dejar de pagar, podrían aún así retener el avión en su territorio.
Otro de los reclamos del entonces alicaído mercado aerocomercial local estribaba en la libertad y ampliación de la  banda tarifaria, y el pago de los Ingresos Brutos en Ezeiza.
En ese contexto, las líneas aéreas que atendían el mercado de cabotaje en Argentina decidieron formar una Cámara. Fue así que Sol, Andes, Lan Argentina y Aerolíneas Argentinas-Austral dieron vida a Clara, un ámbito de encuentro donde confluyeron los intereses, reclamos y sugerencias de común denominador en las empresas.
Al principio, el aceite fresco lubricó muy bien en los ejes de Clara, e incluso las empresas lograron algunas de las reivindicaciones sectoriales. Sin ir más lejos, durante todo 2008 los asociados lograron que el combustible cuente con un subsidio estatal.

Los vaivenes de Aerolíneas
Hoy los problemas que aquejan a los socios de Clara cambiaron. La semana pasada, directivos de Lan, Sol y Andes se reunieron para discutir la actualidad de su sector. Cuatro son los puntos que hoy atraen la mira de las discusiones y estrategias que se dan en el ámbito de la Cámara: la caída en las ventas, la relación con los sindicatos que nuclean a los trabajadores aerocomerciales, la apertura de diálogo con las autoridades de Transporte, especialmente con el flamante secretario Juan Pablo Schiavi, y el papel ambiguo de Aerolíneas Argentinas en el seno de la Cámara. Este último ítem fue ganando relevancia en la agenda de Clara y hoy está en el primer puesto de la agenda. Es que los vaivenes en la línea de bandera nacional, acentuados desde que comenzó el proceso de nacionalización, terminaron desarticulando a la Cámara y debilitando su capacidad de reclamo. Hoy, los socios de Clara no saben a ciencia cierta quién es la persona que representa a Aerolíneas en la Cámara y, desde la empresa que preside Mariano Recalde, no pueden asegurar si es que hay alguien designado para ese rol.
En diálogo con Mensajero, Gustavo Cebreiro, Director de Sol Líneas Aéreas, confirmó que la situación actual de la industria es “crítica” y que “los niveles de ocupación han bajado muchísimo”. “El objetivo de la Cámara es aunar las problemáticas comunes de las líneas aéreas, el rol de Clara es buscar el denominador común y plantear propuestas o soluciones a la autoridad como lo hicimos durante estos dos años de vida, donde algunas de las gestiones terminaron en el subsidio del combustible durante el año pasado. Pero la situación actual es tan abrumadora que sin la participación de Aerolíneas se hace imposible avanzar en algunos aspectos. Su participación es importantísima por la cantidad de asientos ofrecidos en el mercado doméstico, pero también la posición política de Aerolíneas es fundamental para la Cámara. Los ejes de la última reunión giraron en torno de volver a reflotar los objetivos de la Cámara y volver a insistir en la participación de Aerolíneas Argentinas”, amplió Cebreiro y aclaró: “No es que la empresa se alejó, lo que pasa es que Aerolíneas tiene esos temas de transición y cambios de autoridad que hacen que se vaya modificando su participación a nivel personas. Pero es comprensible, yo no lo defino como un alejamiento”.
Hace un mes Aerolíneas llevó como representante a Clara, en una reunión anterior a la última, a Guillermo Rudaes. Pero el cónclave de la semana pasada no contó con un hombre de la línea de bandera nacional. “Hoy estamos pidiéndole oficialmente a las nuevas autoridades de Aerolíneas que ratifiquen o rectifiquen a su representante en la Cámara. Queremos saber si va a seguir la misma persona, si lo va a cambiar o cuál va a ser la posición de la línea con la Cámara; todavía no han contestado, pero se trata de una invitación amigable”, explicó Cebreiro.
El diálogo con las nuevas autoridades, tanto de la secretaría de Transporte como de Aerolíneas Argentinas es otro de los puntos que Clara tiene en agenda. Es sabido que Ricardo Jaime, ex mandamás de la cartera, es un hombre poco dado al diálogo y su gestión se vio signada por serios encontronazos con las líneas aéreas. Su reemplazante, Juan Pablo Schiavi, renovó las esperanzas de los empresarios. “El cambio (en la secretaría de Transporte) es auspicioso y las expectativas son buenas. Cada compañía aérea ya tuvo una serie de reuniones y se está restableciendo el diálogo con la nueva autoridad. Pero como Cámara, antes de hacer una presentación en Transporte, se tiene que definir la situación de la participación de AR; no podemos hacer ninguna petición sin saber la definición de Aerolíneas dentro de Clara”, puntualizó Cebreiro.

De salarios no se habla