Por Pablo Singerman, Sub-Director, Master en Economía y Gestión del Turismo -FCE- UBA
Presidente Estudio Singerman-Makon y Asociados

www.singerman-makon.com

La primera referencia, obligada, a la hora de analizar el impacto del Turismo en la Economía refiere al hecho de que el enfoque que necesariamente debe encararse para comprender abarcadamente la actividad turística es el de una cadena de valor que opera como clúster. Esto en base a que es una de las cadenas productivas con mayor nivel de interconexiones con otras cadenas, y en consecuencia, con múltiples efectos de derrame sobre la actividad económica en su conjunto. Nos estamos refiriendo al gran abanico de ramas de actividad no características del turismo, tales como lo referente a infraestructura y servicios de apoyo. De esta manera, el potencial que puede tener alentar y nutrir el desarrollo turístico desde su impacto sobre el desarrollo económico es, en efecto, muy grande. Recordemos que no casualmente muchos gobiernos regionales de países desarrollados, actualmente atravesados por profundas crisis, buscan refugiarse en esta herramienta como forma de reactivación de sus economías. Para entender el estado actual de la actividad turística en nuestro país, y su impacto en la economía debemos referirnos a dos componentes: la llegada de turistas extranjeros y el turismo interno. Así observaremos el impacto económico de que el Turismo haya sido considerado una actividad estratégica en la Argentina en los últimos años, como lo demuestra la creación del Ministerio de Turismo.
En lo que respecta al turismo receptivo internacional debemos señalar el salto estructural que el mismo ha tenido frente a la década anterior. Actualmente Argentina recibe unos 5,7 millones de turistas extranjeros anualmente. Desde el piso de la crisis de 2001 las llegadas de turistas internacionales más que se duplicaron (+117%). A pesar del contexto de crisis internacional, que impulsa menores arribos de turistas europeos y estadounidenses, en el primer semestre del año 2012 la llegada de turistas extranjeros crece un 0,6% interanual. Incluso frente a la elevada base de comparación. (cuadros 1 y 2)

Perfil turístico
En base a las cifras publicadas esta semana por el Ministerio de Turismo, observamos un cambio en el perfil turístico. Se registran menor cantidad de pernoctes y de gastos (salvo en turistas de países limítrofes), y mayores consumos de hospedajes alternativos (casa de amigos y familiares y alquileres temporarios), acordes con el ajuste que fuerza la crisis internacional. Sin embargo, crecen las llegadas de turistas internacionales desde países limítrofes. En efecto, los datos señalados por Google Argentina confirman esta tendencia. Las búsquedas de Argentina como destino turístico a través de Google subieron un18% interanual en el primer semestre de 2012. Precisamente, los países de donde más se buscó son los latinoamericanos Uruguay, Chile, Ecuador, Perú, Colombia, Brasil, Venezuela y México, a los que se agrega España. (cuadro 3)

El turismo interno

Del otro lado, es importante destacar el avance del turismo interno, con un crecimiento incluso mayor que el turismo receptivo internacional, y con un fuerte efecto estímulo en la actividad económica como en términos redistributivos. Se destaca en los últimos años  subas más que proporcionales en el turismo de personas de menores ingresos, reduciendo la brecha en los días y gastos en turismo con los individuos de mayores ingresos. El cuadro adjunto (cuadro 4)  da cuenta de importantes crecimientos en el primer semestre del año, tanto en la temporada estival (4% interanual) como en la invernal (5% interanual). El salto en el crecimiento del turismo los fines de semana largos más explosivo (48% interanual) y una clara apoyatura a la Ley de Ordenamiento de Feriados. De acuerdo con las proyecciones del Ministerio de Turismo, las llegadas a destinos turísticos del país durante los fines de semana largos en 2012 podrían llegar a los 10 millones de turistas (+47% anual).

Inversiones

Así, el crecimiento que observa el país en la llegada de turistas internacionales y, con aún más fuerza, en el turismo interno se refleja en las cifras de inversión del sector. Entre el año 2003 y el año 2011 las inversiones en alojamiento tuvieron una variación del 1.438%, pasando de $110 a $1.696 millones. Los establecimientos crecieron en cerca de 5.500, con una ampliación de las plazas a disposición de cerca de 170.000, a nivel país. A modo de ejemplo, en lo que refiere al turismo de reuniones, este desarrollo ha permitido posicionar a Buenos Aires en el puesto 16º del ranking mundial de la Asociación de Congresos y Convenciones Internacionales -ICCA- (Argentina en 2011: puesto 18º), por encima del resto de las ciudades latinoamericanas de peso, como señala la Asociación de Congresos y Convenciones Internacionales.(cuadros 5 y 6)

Generación de divisas

Otro aspecto importante, relacionado con el turismo receptivo internacional es su lugar como generador de divisas internacionales. En 2011 el Turismo destaca como fuente de divisas para el país, luego de la cadena sojera, signada por los elevados precios de los commodities y la cadena automotriz.
La tendencia se sostiene en el primer semestre de 2012, con un mayor peso del maíz y el trigo frente a la soja, producto de los tiempos en que fue afectando la sequía la campaña agrícola.(cuadro 7)

Competitividad
Claramente, el crecimiento y desarrollo de la actividad turística en el país en los últimos años muestra importantes avances cuantitativos como cualitativos, sustentados en ser encarado como política de Estado, lo que se traduce en ganancias de competitividad. Al respecto, algunos comentarios. Resulta de crucial importancia diferenciar entre la competitividad espuria y la genuina. En el primer caso hacemos referencia a aquella fácil y rápidamente obtenible, aunque difícil de sostener en el mediano plazo. La forma más típica de ésta es la de recurrir a una devaluación nominal de la moneda nacional, de modo de abaratar de manera instantánea los productos domésticos y encarecer los importados, lo que muchas veces genera un impacto regresivo sobre el nivel de ingresos y su distribución.
A pesar de que la competencia vía precios representa un aspecto entre múltiples factores que hacen al desarrollo en el mediano y largo plazo de la actividad turística, resulta importante destacar que Argentina continúa siendo competitiva en precios. Buenos Aires, como destino representativo del turismo extranjero, ocupa el puesto número 51 entre las ciudades más caras del mundo. A nivel regional ocupa un lugar intermedio. Siendo más accesible que Caracas, Río de Janeiro, San Pablo, aunque ligeramente más cara que Bogotá, Santiago de Chile, México y Lima.(cuadro 8)
Entre las 8 ciudades seleccionadas de América Latina, Buenos Aires es la segunda ciudad más barata en cuanto al precio de los restaurantes y al valor de los hoteles 5 estrellas.(cuadro 9)
La competitividad genuina perdura y puede ser recreada en el tiempo. Está asociada a actividades de cambio técnico u organizacional, con múltiples formas de desarrollo: buscando participación en mercados en donde la variable precio no sea la determinante a la hora de competir, sino que se trate de actividades en donde el éxito se relacione más con la aparición de nuevos productos y servicios, con la constante diferenciación de los mismos, con su calidad y eficiencia. Es en este sentido que debe avanzarse, para recapitular los beneficios forjados al momento y encarar una nueva etapa, con el trabajo mancomunado entre los organismos del Estado, los representantes del sector y todos los que participan en esta cadena productiva de generac