Por Mónica Kapusta, directora de Investigación, Observatorio Turístico y Prensa del Ente Turismo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires


La inscripción del tango como expresión rioplatense en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en el año 2009, generó para las ciudades de Buenos Aires y Montevideo una serie de beneficios, pero también numerosos desafíos. Entre ellos, uno no menor, es el de intentar conciliar el tango como un símbolo de identidad de nuestra cultura, con las demandas que genera como producto turístico. Poner el foco en este cruce y en la necesidad de preservar sus aspectos más genuinos en tanto que “patrimonio vivo”, fue el objetivo de la reunión de los expertos que integran la Red mundial de Cátedras UNESCO de Cultura, Turismo y Desarrollo reunidas por el Ministerio de Cultura y Ente de Turismo de la Ciudad  durante cuatro días en Buenos Aires y organizado por Cátedra UNESCO de Turismo Cultural de Buenos Aires, que llevan adelante en conjunto la Universidad Nacional de Tres de Febrero y la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes.
El tango como “marca”, las políticas de turismo cultural vinculadas al tango, los problemas, necesidades y desafíos que se articulan en torno al tango como manifestación patrimonial, los beneficios del turismo asociados al tango para las comunidades locales, la integración económica local y los efectos socio-culturales del turismo, en síntesis, la sostenibilidad del tango como un patrimonio vivo de la Humanidad, son algunos de los aspectos analizados a través de exposiciones y de visitas en el terreno, por parte de los especialistas provenientes de las universidades de la Sorbona, Toulouse, Bologna, Lovaina, Girona, Rabat Agdal y San Pablo, entre otras.
Como anticipo al documento de recomendaciones que los expertos elaborarán para la Ciudad de Buenos Aires, algunas de las reflexiones son las siguientes: María Gravari Barbas, directora del Instituto de Investigación y Estudios en Turismo de la Universidad de la Sorbona y coordinadora a nivel mundial de esta Red, destacó el valor del tango como un patrimonio construido por la sociedad. “El hecho de que esté omnipresente en las sociedades argentina y uruguaya, favorece su sostenibilidad”, aseguró.
Nuria Morere, especialista de la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid,  destacó que si bien el tango ya era viable económica y turísticamente antes de su reconocimiento por la UNESCO, la marca patrimonial aumentó sin dudas su visibilidad turística.
Noel Salazar, antropólogo, especialista en turismo y migraciones de la Universidad de Lovaina (Bélgica), destacó de esta visita la oportunidad única de comprender, finalmente, qué es el tango, por qué se dice que el tango es un sentimiento. “Ciertamente, hoy se puede aprender y bailar tango en cualquier lugar del mundo. Pero la experiencia del tango sólo se puede tener en Buenos Aires”, aseguró. “En ese sentimiento único, profundo e intransferible está lo intangible del tango como patrimonio”.

Una Marca del Turismo Cultural
Las encuestas realizadas desde el Observatorio Turístico del Ente de Turismo de la Ciudad coinciden y destacan una fuerte asociación del Tango a la imagen con la cual los turistas identifican la Ciudad. De la Encuesta de Preferencias, con un promedio anual de 900 casos de turistas que pernoctan al menos una noche en la ciudad, se desprende que el total de turistas encuestados que identificaron el Tango con la imagen de la Ciudad fue en aumento: Año 2008,   19,8%; Año 2009, 27,0%;  Año 2010, 28,0%; Año 2011, 30,0%  y Año 2012, 30,5%.
La declaración en Septiembre de 2009 del Tango como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad presentada por las Ciudades de Buenos Aires y Montevideo le dio a la Ciudad de Buenos Aires una visibilidad notable. Esa gran visibilidad alentó el relanzamiento de dos de los eventos más convocantes del calendario cultural porteño para el público local pero que a nivel nacional e internacional tenía un posicionamiento débil: El Festival Internacional de Tango y el Campeonato Mundial de Baile.