El turismo no podía permanecer ajeno a la crisis. El sector es uno de los más sensibles al ritmo de la economía: crece rápido en tiempos de expansión y es uno de los primeros en retraerse en recesión.
Pese a la desaceleración económica, 2008 cerró con 924 millones de arribos, 17 millones más que el año previo. Para 2009, la Organización Mundial del Turismo pronostica oficialmente una reducción de entre un cero y un dos por ciento en el movimiento turístico, continuando la tendencia del último semestre del año pasado, aunque los resultados podrían ser peores. "Aún no sabemos si la caída podría llegar al cinco por ciento", confirmó Geoffrey Lipman, vocero de la OMT.
En ese sentido, la OMT instó al G-20 a incluir al turismo como un "factor esencial" de los programas de estimulación económica y del nuevo pacto para una economía 'verde', de acuerdo a lo informado a la prensa durante la Feria de Turismo ITB que tiene lugar por estos días en la ciudad alemana de Berlín.