Hay una realidad. La gran mayoría de los egresados -el año pasado llegaron a ser más de 100 mil-, espera el ansiado viaje a Bariloche para ser partícipes de 11 días a plena fiesta, cuyo eje principal se concentra en la noche. Los boliches ofrecen circuitos integrados para los estudiantes quienes pasan las noches en los establecimientos de Alliance SAS (empresa dueña de los boliches ByPass; Roket; Cerebro y Genux- cuyo principal titular es Ricardo “Pochi” Rimoldi) y Grisú, otro de los sitios frecuentados por los estudiantes cuyo socio principal es Carlos Loureiro. Por otro lado, Puerto Rock, es regenteado por el músico Marcelo Del Grosso (ver recuadro) a través de la empresa Powerlink, la cual se encarga de realizar las llamadas “fiestas de bienvenida” de los estudiantes, aunque este último ítem hoy es el centro del conflicto entre Del Grosso y los demás empresarios. 

La semana pasada se dio a conocer que la Secretaría de Comercio de la Nación, a través de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, dictó una medida cautelar contra Alliance y Grisú, debido a una denuncia efectuada por Powerlink (en enero de este año) en donde se las acusa de establecer precios y condiciones para las fiestas que excluyen a los demás competidores, alegando una cartelización del negocio. 

“La CNDC decidió establecer una medida preliminar, mientras el expediente continúa en curso, por la posibilidad de que Powerlink, el único competidor potencial real en el corto plazo en Bariloche, quede fuera del mercado. Por lo tanto, se ordena a las firmas que dejen de vender en conjunto y pasen a un esquema de comercialización individual”, expresaron desde la CNDC y agregaron: “La presunta maniobra excluiría al único competidor, impediría el acceso al mercado de otras firmas, además de fijar precios más altos de las entradas a las discotecas que si se comercializaran en forma individual, lo que en definitiva termina afectando los precios de los paquetes turísticos destinados a los jóvenes que realizan su viaje de egresados a la ciudad de Bariloche”. En una declaración brindada a El Cronista, Marcelo Del Grosso afirmó que hasta el año pasado, las fiestas de bienvenida se realizaban en Puerto Rock. “Se vendía en paquete y a mí me quedaba un porcentaje de las ventas por estas fiestas. No me pagaron las fiestas que hicimos el año pasado y presenté una demanda en la Justicia por este tema. A partir de este año me quitaron la fiesta de bienvenida en Puerto Rock. Ahora las organizan ellos mismos, nos dejaron afuera”, denunció el empresario. 

“La CNDC decidió establecer una medida preliminar, mientras el expediente continúa en curso, por la posibilidad de que Powerlink quede fuera del mercado” 

En este sentido, y a través de un comunicado de prensa, Alliance y Grisú manifestaron que “de acuerdo al criterio de las empresas, dicha denuncia no es más que una estrategia del denunciante para intentar desprestigiar el funcionamiento de las discotecas turísticas de la ciudad, el cual se ajusta en un todo a las normativas vigentes en la materia”. 

“Dicho accionar surge a partir de la finalización de la relación comercial que Powerlink mantuvo con Alliance y Grisú durante 14 años y que se vio interrumpido recientemente por el pésimo servicio ofrecido”, sostuvieron y resaltaron: “resulta llamativo también que la cartera nacional aplique una medida cautelar sobre un servicio que en su momento el legislador no consideró crítico cuando legisló la Ley de Turismo Estudiantil y sin esperar siquiera el plazo de ley que se tiene para ejercer nuestra legítima defensa”.

“En ese marco, los equipos técnicos de ambas firmas trabajan para realizar su presentación, en la que bastará con reflejar los mecanismos de comercialización utilizados ya que los mismos se ajustan a derecho”, concluyeron los empresarios denunciados. 

Claro que la respuesta por Powerlink no se hizo esperar y en otro comunicado, afirmaron que la empresa “no perdió ningún contrato por alguna cuestión relacionada con el servicio” y que además prestan sus servicios “adecuadamente y con los más altos estándares de calidad y prueba de ello es que en su establecimiento se presentan espectáculos públicos de artistas nacionales e internacionales de primer nivel hace más de 15 años tanto para el turismo estudiantil como para los residentes de la ciudad”; “Que la imputación efectuada por ALLIANCE SAS respecto del servicio de Powerlink SRL constituye una falacia y una típica estrategia comunicacional de intentar correr el eje de la discusión y endilgar conductas negativas a quien ha tenido la decisión de denunciar una situación de prácticas anticompetitivas, que existen en el mercado de entretenimiento nocturno para turismo estudiantil hace años”; “Que lo importante es el hecho de que la autoridad nacional está juzgando sí, que ALLIANCE SAS y a GRISU S.A. vienen abusando de su posición dominante en el mercado, a través de la cartelización de precios y otras maniobras anticompetitivas tendientes a excluir a potenciales competidores”.

“La denuncia no es más que una estrategia del denunciante para intentar desprestigiar el funcionamiento de las discotecas turísticas de la ciudad”, comunicado de Alliance SAS y Grisú.

“Las preguntas que deben responder ALLIANCE SAS Y GRISU S.A. ante la autoridad de aplicación y eventualmente ante la justicia son: a- Si entre ellas han cartelizado los precios de las entradas a las discos; b- Si comercializan las noches de discotecas en paquete cerrado de 5 noches como mínimo; c- Si han aumentado sus precios en el período 2014/2017 en más del doble que la inflación acumulada en el mismo período”, esgrime la empresa titular de Puerto Rock. 

“En definitiva, no hay que perder de vista que la finalidad de este tipo de procedimientos, es la de restaurar la libre competencia, en un mercado que se encuentra dominado por dos empresas que no compiten entre sí. Y a su vez, imponen condiciones de comercialización que resultan anticompetitivas y exclusorias de competidores potenciales, afectando de esta forma, el libre juego de la oferta y la demanda y la propia libertad de los actores del mercado. Esto, sin olvidar, que en el último eslabón de ese mercado están los estudiantes. Y por consiguiente el principal perjudicado es el destino Bariloche”, concluyeron. 

Mientras tanto, las noches de esta temporada ya se encuentran vendidas y están siendo disfrutadas por miles de egresados de todo el país. ¿A qué puerto llevará esta denuncia?

De boliche en boliche
¿Calzones sucios?

En los 90 la banda ska argentina “Los calzones rotos”, fue un fenómeno que sonaba en todas las radios y en las fiestas. En este último ítem es que el cantante de la banda Marcelo “Pingüino” Del Grosso vio su futuro y se instaló en Bariloche a principios del 2000 para hacer la fiesta de bienvenida de los egresados del país tocando con su banda y regenteando Puerto Rock. El combo perfecto. Su nombre volvió a estar presente luego de la denuncia que efectuó contra los boliches mencionados en la nota. Mientras se realizaba la misma, una fuente allegada al entorno del empresario le comentó a Mensajero que Del Grosso no es “muy querido” en la ciudad de Bariloche, debido a algunos negocios poco transparentes que habría realizado con el aval del intendente Gustavo Genusso.  En el medio digital La Tecla afirman que el mandatario municipal tendría un favoritismo por ciertas empresas para ganar licitaciones 

Por otro lado sostienen que la empresa habría sido beneficiada en la compra del Teatro La Baita; en la organización de la Fiesta del Chocolate en sus ediciones 2016 y 2017; y más recientemente, en la adjudicación de las obras del Puerto San Carlos y la concesión del Playón de Estacionamiento. Por este último emprendimiento pesa una denuncia del medio local En estos días, en donde afirman que Del Grosso cobra una tarifa nocturna de un 400 por ciento más de lo normal, ya que, según dicen, sólo el 50 por ciento del negocio es regulado por la Municipalidad, al contrario de lo que sucede con otros espacios públicos explotados por privados en los que el municipio tiene injerencia para regular los precios.