“El que se quema con leche, ve una vaca y llora”, dice el refrán. Y algo similar les sucede a gran parte de la esfera turística nacional con el recuerdo latente de aquel 18 de marzo, cuando la AFIP subió del 15 al 20% las retenciones a cuenta de Ganancias o Bienes Personales que deben pagar todos los gastos que se hagan con tarjeta de crédito o débito en el exterior y las compras online de bienes tasados en moneda extranjera.
Con el fantasma de un nuevo recargo merodeando y atemorizando a agentes, operadores, compañías aéreas, turistas y demás partícipes en el círculo del Turismo, el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos, Ricardo Echegaray, afirmó que “categóricamente no se subirá el dólar tarjeta”.

Contundente
El funcionario del organismo fiduciario declaró en conferencia de prensa que no se aumentará la retención a las compras con tarjeta de crédito en el exterior, que actualmente está en 20%.
“La decisión del Gobierno Nacional es trabajar con esa retención, que puede descontarse del impuesto a las Ganancias y de Bienes Personales”, señaló Echegaray.
Asimismo, indicó que la entidad autoriza “operaciones para turismo en base a una encuesta de gastos del Ministerio de Turismo y da U$S 90 por día por persona, siempre que no haya inconsistencias en el contribuyente. “Se fueron más de 7,5 millones de argentinos al extranjero”.
De esta forma, el mandamás de la AFIP intentó desarticular versiones sobre la eventual suba de la retención luego de las elecciones de octubre. Cabe recordar, que días atrás también debió desactivar este rumor que mantiene en vilo a mucha parte de la comunidad turística argentina.

¿Fantasía o realidad?
En los últimos meses, el “dólar tarjeta” se convirtió en el objetivo del Gobierno nacional para frenar la sangría de divisas.
En vista de que los dólares que se demandarían en concepto de viajes y turismo llegaría a los U$S10.000 millones a fines de 2013, en lo que va del año se fugaron del país unos u$s 3.500 millones cuando en 2012 fue de u$s 2.100 millones, el Gobierno Nacional continúa su avanzada contra la fuga de divisas.
Sin embargo, en el marco de un año electoral, y con restricciones vigentes para solicitar la divisa norteamericana, la iniciativa de un aumento podría implementarse después de las elecciones legislativas de octubre, según sugirió el diario Clarín.
La versión del ajuste de la alícuota, pasaría del 20% al 30 o 40 %, en las operaciones que se hagan con plásticos en el exterior del país surgió de los bancos, de las agencias de turismo y de las empresas de transporte aéreo, según el matutino.
Cabe destacar, que días pasados, representantes de estos sectores se reunieron con autoridades de la entidad monetaria para evaluar la implementación de nuevos controles, que permitan discriminar los gastos en dólares, citó el medio.
Según la versión, el recargo por las operaciones con tarjetas de crédito recaería cuando se compren pasajes, paquetes turísticos y otros consumos fuera del país.

El gran anhelo
Con el propósito de fiscalizar los gastos que se concretan fuera del país, hay una intención concreta de crear cuentas bancarias para segmentar información sobre consumos.
“Entre las agencias y los operadores existe temor a que la cuenta de turismo que revisa la AFIP termine arrojando un crecimiento exponencial en los próximos meses y que eso afecte nuestro negocio por nuevas medidas que podrían tomarse para restringir esa salida”, admitieron desde el sector.
Para ello, se impulsaría la incorporación de nuevos ítems como “Compras de servicios turísticos para cartera del operador turístico”.
Con esta herramienta, se busca seguir el camino de los dólares que las empresas de viajes le solicitan al BCRA para comprar servicios turísticos a proveedores extranjeros, que luego venderán a sus clientes locales.
Dicha herramienta, también dispondrá el ítem “Información de viajeros al exterior”. En este caso, las agencias deberán enviar a la autoridad monetaria, el número de boleto del pasajero que contrató el paquete de viaje, el CUIT del operador turístico, el DNI e información personal del viajero, así como la fecha de inicio del viaje, entre otros datos.
En esta línea, las compañías de tarjeta estudian la posibilidad de desmembrar los consumos que no estén asociados a las operaciones principales relacionadas con el Turismo, como la compra de electrónica, ropa o servicios financieros. Hoy todo ello está considerado como gasto de turismo.



Pura tranquilidad
“Mientras que no haya ninguna notificación oficial, sobre rumores desde la Asociación no podemos valernos”, afirmó el titular de la AAAVyT, Fabricio Di Giambattista. Y agregó: “El asunto de un posible aumento es un tema cerrado. Nosotros no tenemos información y si desde la AFIP el máximo responsable sale a aclarar que categóricamente no se subirá el dólar tarjeta, no hay discusión”.
Cansado de los trascendidos, el dirigente recordó que “primero se decía que el aumento de la alícuota sería del 30, después del 40 y ahora del 50%. Tiran porcentajes sin tener noción de las operatorias”.
Para terminar, Di Giambattista remarcó: “Es un tema cerrado este, al menos hasta que no haya novedades. No está en carpeta de an&aacut