El turismo y la economía son dos cuerpos inherentes que se relacionan constantemente. De una u otra forma, las distintas variables económicas que se produzcan repercutirán siempre en el turismo. De este modo, dentro de la actividad turística pueden surgir tendencias que resultarán pasajeras o, bien, se afirmarán como nuevas modalidades.
Así pareciera ser la actualidad en el mercado argentino. Frente a la demora que se produjo en las reservas de paquetes turísticos, algunos operadores incursionaron en el Turismo Last Minute, un sistema de última hora para paliar futuras pérdidas.

Causas

¿Por qué se tuvieron que tomar estas medidas? ¿Hubo falta de previsión? ¿Exceso de confianza? Desde Grupo OnLine manifestaron que “el tema del Last Minute se produjo en la década del 90, cuando había expectativa al momento de la toma de decisión y la compra superaba a la demanda real. Como este año, el mercado tiene una facturación más baja, o igual que la del año pasado, que también es escasa, se produce un desfasaje de algunos operadores que tomaron un riesgo y no alcanzaron los resultados”.
Por otro lado, según las voces del mayorista, el consumo ha mantenido el mismo nivel y no acompañó como en otros momentos. “A partir de eso, hay gente obligada a volar en enero y paga los precios, pero hay otro grupo de personas que se puede acomodar en otro momento del año. Esto hace que la temporada no marque los mismos niveles. Cuando hay una redistribución como sucede ahora, el operador se encuentra con que en algunos períodos tiene sobreoferta”.
Para la empresa turística “hoy el turismo es un negocio de inversión. Frente a esto, hay que salir con algo de último momento, para no quedarse afuera. En febrero va a estar complicado y se estima que va a aumentar la modalidad del Last Minute. En nuestro caso, tenemos un riesgo muy acotado”.
Juan Carlos Chervatín, presidente del operador mayorista Consult House, fue otro de los protagonistas que brindó su versión: “Las ventas de último minuto son producto de que no se ha acertado en la demanda que se preveía. Pero esto no nos ocurrió a todos. Se está dando únicamente con los cupos y vuelos que los operadores han tomado para esta temporada y la demanda no se ha correspondido. Desde nuestro punto de vista, estamos vendiendo muy bien porque hemos calculado satisfactoriamente. Hemos reducido drásticamente nuestra oferta de charters, pero tuvimos mucho más vuelos regulares”.
Chervatín agregó que “ahora tenemos mucha más información de todos los destinos. En la medida que sos un operador multidestino, tenés que planear qué cosas se van a ajustar y qué es lo que va a crecer. Hay que saber que todo producto tiene su ciclo de vida”.

Distinta cultura

El Last Minute es una modalidad de oferta turística que se aplica muy seguido en Europa. Es una costumbre y ya está aceptada. Sin embargo, justamente, muchas veces, traer de afuera un sistema y querer copiar su metodología no es bien aplicado por una mera cuestión cultural. Ese funcionamiento que se emplea en otras tierras puede no saber cómo adaptarse aquí por nuestra idiosincrasia o forma de vivir.
Ante este panorama, Grupo OnLine transmitió su opinión: “El Last Minute será sólo de temporada. Es muy compleja la situación. En Europa es diferente porque tienen otro tipo de margen. Allá se vende un charter con un hotel y acá es un charter con 25 hoteles. Por eso no hay que comprar de más, sino comprar de acuerdo a las expectativas del consumidor. De todas formas, eso es difícil porque no hay medidas de previsión. No es fácil ver con anticipación lo que va a suceder en el futuro”.
Por su parte, Chervatín, con una vasta experiencia, señaló: “Están ofreciendo ofertas de último momento. Si bien hubo muchos menos charters que en otras temporadas, hubo muchos bloqueos y éstos hay que pagarlos. No creo que se instale el sistema Last Minute porque no tenemos una oferta de aerolíneas de bajo costo, que han tenido mucho que ver con esa modalidad de comercialización. La cultura de la juventud europea es ir al aeropuerto sin saber el destino de sus vacaciones y lo deciden a través del Last Minute. El mercado europeo dentro del viejo continente es de cielos abiertos, no tiene fronteras aéreas. Aquí sería muy difícil porque no se puede aplicar”.

Nuevas tecnologías

Indudablemente, los tiempos modernos están marcados por el vertiginoso avance tecnológico en todos los ámbitos. En relación a esta cuestión, las reservas Last Minute tienen mucho que ver con las nuevas tecnologías que aparecen año tras año. Más allá de las demoras que puedan surgir en las reservas de modo tradicional, mucha gente, en especial los europeos, se vuelcan al Last Minute a través de aplicaciones móviles como JustBook o Blink.
Lisandro Rimoldi, gerente comercial y capacitación técnica de la empresa Interlands, hizo un análisis de este tema: “Por un lado, el Last Minute se va posicionando en la medida que surgen herramientas, medios o espacios que presentan esta información de manera ágil y efectiva al consumidor final. El creciente uso de internet y los hábitos de información y consumo a través de este medio, sin duda, ayudan a que el Last Minute tome protagonismo”.
Además, Rimoldi expresó que también hay otros factores: “Por supuesto que la otra pata necesaria para que esto suceda es la existencia de oferta insatisfecha, y esto básicamente es un desvío negativo sobre lo proyectado por el sector empresario, un episodio no deseado que no debe superar determinados márgenes de tolerancia. Desde la oferta se trabaja a diario para que estos espacios no existan. Al fin de cuentas, la dinámica entre el pequeño grupo de consumidores dispuestos a esta modalidad de viaje, el volumen de oferta insatisfecha y la amplitud de la comunicación de la oferta es lo que va determinando la vida impredecible del Last Minute”.

Menos salidas

Otra de las vertientes que se están observando en esta temporada estival es que algunos destinos tradicionales para el mercado argentino, como Brasil o Cuba, se han ralentizado. Esto quiere decir que se produjo una baja en la demanda para veranear en estos países. Desde Grupo OnLine comentaron el cuadro brasileño: “En esta empresa, afortunadamente, Brasil se vendió todo. Pero sabemos que el destino no se está pidiendo mucho porque Recife no se está vendiendo. Quizás, porque esa zona del nordeste brasileño ya no esté tan de moda, como también ha sucedido con Panamá. En el caso de Cuba, la baja pasa porque ha aumentado sus costos y eso repercute sin dudas”.
Por otro lado, el sistema de charters parecería ser elevado para el mercado argentino, pero es lo que marca el momento actual. Tal vez, para los argentinos sea alto porque no están acostumbrados a abonar esas cifras.
Tampoco hay que olvidarse del sistema cambiario que rige hoy en Argentina. La dificultad no sólo para conseguir dólares, sino reales, en el caso de Brasil, ha desmotivado las salidas de los argentinos. No obstante, los destinos nacionales han tomado mayor vuelo y aquellos argentinos que antes veraneaban sí o sí afuera, hoy están probando y conociendo los innumerables atractivos que ofrece nuestro país. Como conclusión, se puede establecer que no hay un factor, sino una mezcla de varios dentro de la coyuntura nacional e internacional, que determinan situaciones cambiantes como las que se están viviendo ahora.

Hay que acostumbrarse

El nuevo sistema de feriados largos en Argentina demanda un tiempo de adaptación para todos los actores del sector turístico. Así lo percibe Chervatín: “Es un cambio cultural. Todos ingenuamente supusieron que la incorporación de los feriados largos aumentaría el presupuesto de los argentinos, pero eso se mantuvo. Además, los que gastan en verano ya no cuentan con mucho resto para los feriados. Por eso, repito, estamos ante un cambio cultural que ha redistribuido el gasto. Tenemos que acostumbrarnos a esta nueva cultura de los feriados largos”.

En determinados momentos

Juan Pablo Lafosse, gerente comercial de Aerolíneas Argentina, también dio su testimonio: “No es una práctica que estemos llevando adelante en la compañía. Es una época transitoria porque, tal vez, en esta época hay una sobreoferta o una caída inesperada de la demanda. Es una práctica riesgosa. De todas formas, creo que este tipo de medidas puede ser que se aplique en momentos específicos”.
Por otro lado, Lafosse destacó que hay mucha gente que ahora opta por viajar por el país y eso también puede ser un motivo del Last Minute: “Estamos viendo que la clase media argentina ahora está mirando para adentro y se inclina por los destinos nacionales”.

JustBook y Blink

La tecnología es otro de los factores por los que se utiliza el sistema Last Minute. En Europa, la reserva de último momento es una modalidad muy típica y el nivel tecnológico es un perfecto acompañante. Además, es un sistema conocido y entendido por la sociedad. Por eso, desde hace un tiempo, se usan mucho las aplicaciones móviles JustBook y Blink. Éstas son herramientas para smartphones de reserva de hoteles de último minuto. La primera cuenta con más de 500 hoteles en 45 ciudades europeas.
Por su parte, Blink es similar. Entre sus características, ofrece descuentos de hasta el 70 por ciento en habitaciones dobles. También presenta 4 ofertas disponibles por cada ciudad.