Fue una elección diferente. La mayoría de los argentinos fueron a votar muy temprano, como si así los resultados pudieran haberse conocido con mayor antelación. Mucha ansiedad, pero también mucho temor.
Hasta que se dieron a conocer los resultados, la cautela fue marca registrada de estos comicios, lo que fue evidente en la previa (por parte de los ciudadanos), y también después (por parte de los candidatos). 
Si bien se conjeturaba una victoria por más de diez puntos de Daniel Scioli, la realidad golpeó cual puñetazo de boxeo, y quedó muy lejos la posibilidad de una victoria en primera vuelta. Los números finales ubicaron al candidato del Frente Para la Victoria (FPV) a cerca de tres puntos por encima de Mauricio Macri. 
En la provincia de Buenos Aires, por su parte, María Eugenia Vidal, de Cambiemos, se impuso al candidato del FPV Aníbal Fernández, que en la mañana del lunes felicitó a su contrincante. Sin dudas, este fue el mayor batacazo, en unas elecciones llena de anomalías: transcurrieron en paz, y el oficialismo tiene la corbata más ajustada que nunca. 
Evidentemente, se dio vuelta el tablero, porque ahora es Scioli el que tiene que demostrar que puede ganar. El reloj de arena ya empezó a correr, y cada granito que cae es un voto que Massa dejó en las urnas… ¿quién se los quedará?

Adiós Massa
Sergio Massa fue el primero que quedó afuera, si bien alrededor de cinco millones de compatriotas le dieron su voto, él mismo salió a hablar frente a sus militantes y compañeros. “Felicito a Daniel Scioli y Mauricio Macri por la elección que hicieron. En tres semanas, los argentinos vamos a elegir un camino. Nosotros sabemos cuál es nuestro rol”, se anticipó. Sin más, saludó a su gente, y cerró su campaña, con la derrota a cuestas. 
Falta definir ahora a quién apoyará.

Una espera difícil
Los medios televisivos mostraron a sus estrellas sentadas en el panel de opinión, poniendo las caras más conocidas para relatar el escrutinio definitivo. Al no haber datos oficiales a la hora prometida, los rumores se esparcieron de manera casi insoportable durante el mismo: “¿Por qué no informan los resultados? Esto no da confianza, hacen creer que están escondiendo algo”, pregonaba Jorge Lanata en Canal 13. Por el contrario, en la TV Pública, mostraban la importancia de no dar resultados hasta tener “un buen porcentaje” de las mesas escrutadas a nivel nacional, mientras recordaban que Mauricio Macri llegó procesado a estas elecciones, si bien esto no pareció hacer mella en los resultados.

Infarto colectivo
A las 23:53 de la noche Julio Alak, Ministro de Justicia, anunciaba que con el 67% del escrutinio finalizado se habilitaba la página web www.resultados.gob.ar que daba el batacazo: en ese momento Mauricio Macri iba a la cabeza nacional, y María Eugenia Vidal le ganaba cómodamente a Aníbal Fernández en la provincia de Buenos Aires. El territorio nacional más poblado quedó, finalmente, con una nueva y radiante gobernadora, dando el primer batacazo confirmado de Cambiemos, en detrimento del Frente Para la Victoria (FPV).
Aún así, con el correr de la noche y del conteo, Daniel Scioli terminó ganándole a Mauricio Macri pero sin poder evitar la segunda vuelta. Sin embargo, el impacto inicial de anunciar al actual jefe de Gobierno porteño ocupando el primer lugar se replicó violentamente en las redes sociales; yendo desde lo netamente informativo, hasta bromas (algunas no tanto) sobre abandonar el país si Cambiemos llegaba a ganar en una segunda vuelta.

Victoria de frente
El que llegó como favorito a estas elecciones se presentó frente a su público en el Luna Park en una temprana aparición, allá por las 21,50 horas, sin hablar de victoria. “Mi compromiso es con los trabajadores, humildes y la clase media. Tenemos que ser firmes en la promesa de otorgar tierra, paz y trabajo para todos los argentinos”, aseguró Daniel Scioli. En su discurso claramente reconoció que habrá una segunda vuelta con Mauricio Macri el próximo 22 de noviembre, aunque sin mencionarlo.
El actual gobernador bonaerense consideró que “el cambio debe ser hacia adelante”, y criticó a Mauricio Macri, alegando que “cambió su discurso durante la campaña”, y remató: “No cree en lo que dice. Con Macri no hubiéramos tenido la recuperación de YPF, la Asignación Universal por Hijo, ni Aerolíneas Argentinas. Tendremos una sociedad más integrada si seguimos este camino”, auguraba desde el estrado. 
El ambiente durante el discurso de Scioli fue distendido, puesto que todavía no se habían dado a conocer los resultados oficiales. El búnker del FPV quedó vacío pocas horas después, puesto que no se quedaron a enterarse de los números oficiales. Para muchos, un error grueso.  
La victoria del gobernador saliente es real, pero por detrás hay una inundación de murmullos y conjeturas.

Un cambio que da pelea
El candidato a presidente de Cambiemos, Mauricio Macri, como Scioli, también habló en términos victoriosos: “Lo que sucedió hoy cambia la política de este país. Quiero agradecerles a los que me votaron sin pensar que yo era la mejor opción. Voy a trabajar para ganarme su confianza, y demostrarles que tomaron la decisión correcta”.
Además, si bien Macri no hizo mención directa al respecto, sus colaboradores y miembros del equipo confiaron en que será el próximo presidente. 
Más allá de esto, el principal partido opositor se hizo con las riendas de la provincia de Buenos Aires que, hasta el momento, estaba signada absolutamente por el sciolismo. En este sentido, comenzó a cuestionarse la elección de Aníbal Fernández como candidato. A partir del próximo ciclo político, María Eugenia Vidal (actual vicejefa de gobierno en CABA) será la gobernadora de la provincia más poblada de Argentina.

¿Dónde queda el turismo?
Nuestro sector, con esta dicotomía, vivirá una fuertísima experiencia, que seguramente subirá la escala de tensión hasta que todo se defina, con dudas por doquier. Sin embargo lo que todos los referentes han reconocido es que el terreno ganado por la actividad no dará marcha atrás, y que el futuro referente de la cartera ministerial tendrá que continuar con el trabajo conjunto público-privado que tanto ha hecho para posicionar al Turismo con mayúsculas.
Mientras tanto, un Ministerio de Turismo de la Nación aguarda por un nuevo titular, que ocupará el sillón del ya histórico Enrique Meyer, cuya gestión será (por tiempo y acciones) muy difícil de igualar. 
Por el momento, se nos viene a la cabeza la frase de un reconocido funcionario, que abandonará sus funciones tras las elecciones: “Si no ganamos en primera vuelta, el Ministerio va a estar en llamas”. También recordamos las palabras de un secretario de turismo provincial, que nos aseguró: “No tengan dudas que Scioli será el próximo presidente”. 
El 22 de noviembre lo sabremos. 

Sin acusaciones
Contrariamente a lo que ocurrió durante casi todas las elecciones previas a estas definitivas, prácticamente no hubo indicios de fraude.
Aún así, el Colegio Electoral lanzó una advertencia antes de los comicios: “Cambiemos no ha impreso ni distribuido las boletas de su partido en la tercera sección electoral en la Provincia de Buenos Aires, pese a haber recibido los fondos para hacerlo en tiempo y forma”, lo que sirvió de disparador a los oficialistas que preveían un anuncio de fraude desde el gran partido opositor.
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