Cuenta la leyenda que los brasileños solían venir a disfrutar de sus vacaciones en Argentina, de hecho, aún son el principal emisor de turistas hacia nuestro país. 
La quita del “cepo” cambiario y la unificación del dólar indicaban que finalmente los empresarios del sector turístico iban respirar un poco más aliviados, pero no fue así y hoy se enfrentan a otros males, de igual o mayor magnitud. 
Lejos de quedarse con los brazos cruzados, referentes de la industria declararon que en un futuro cercano se tomarían medidas especiales para lograr que los extranjeros vuelvan a elegir en los destinos argentinos. 

El Inprotur se enciende
El Ministro de Turismo de la Nación, Gustavo Santos, especificó que el turismo receptivo sufrió una caída que supera el 15 por ciento. “Hoy Argentina ha caído en todos los mercados del mundo. Ha perdido mercados receptivos en forma brutal en Brasil, en forma muy considerable en todo el mercado andino, en Estados Unidos, en Europa”, comentó el ministro, y se sinceró: “Estamos en una situación que la tenemos que revertir rápidamente, si no el sector va a seguir sufriendo esta caída brutal del receptivo”.
También explicó que las causas provienen de diferentes cuestiones macroeconómicas, pero para revertirlas, dijo que se necesita  “hacer una reingeniería de los mercados internacionales, de toda nuestra estrategia internacional”. “En ese sentido, me voy a poner personalmente al frente del Inprotur (Instituto Nacional de Promoción Turística), vamos a producir una fuerte tarea de reingeniería de captación de nuevos mercados, de desarrollo de nuevos productos y de la oferta, para reinsertar a Argentina en el mundo y consolidar nuestra Marca Argentina y, fundamentalmente, este espíritu nuevo que tiene nuestro país, este país abierto, integrado, que está buscando productividad y desarrollo; reflejarlo en el mundo entero e invitar a todos para que nos visiten nuevamente”.

El Reino del revés
A los extranjeros debería serles más barato un país con devaluación pero, en cambio, en la Argentina esto parece no suceder. Los altos costos la convierten en “muy cara” no sólo para los extranjeros, sino también para los propios argentinos. 
Al respecto, Martín Rossani Costas, director Comercial de la operadora Rossani Turismo, opinó: “Argentina se volvió demasiado cara. Pero el efecto de la devaluación de nuestro país es a la inversa de Brasil, por ejemplo, cuya devaluación llevó a un aluvión de turistas argentinos”. 
Sumado a esto, la decisión del gobierno brasileño de cobrar una alícuota de 25 por ciento de Impuesto de renta sobre remesas al exterior para la prestación de servicios de turismo perjudica a las agencias, que sufren una experiencia bastante similar a la que se vivió en nuestro país hasta hace poco tiempo atrás y preocupa a sus pares de Argentina. 

Empezar por casa
Para reavivar al moribundo mercado receptivo de Argentina, los referentes del sector explican que primero debemos reorganizar nuestra “casa” y planificar acciones compartidas entre el sector público y privado. 
“Estamos transcurriendo una temporada mala, al menos comparándola con otras. En especial si hablamos de Brasil, que sufrió el año pasado una devaluación interna muy fuerte y que ahora sigue. Esto nos complica a nosotros, ya que era nuestro principal proveedor de turistas”, explicó Fabricio Di Giambattista, presidente de la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo.
Al parecer la paciencia del sector se agota y la tensión aumenta. Al sector turístico argentino no sólo lo azota la economía nacional, sino también perder a un emisor de pasajeros del calibre de Brasil y los malos resultados no van a tardar en llegar.
Por eso Di Giambattista enunció que lo mejor es “tomar cartas en el asunto”. 

El toro por las astas
Aunque aún se desconoce cuáles son las soluciones a las que apuntará la cartera turística comandada por el Ministro Santos para volver a seducir a los brasileños, Fabricio Di Giambattista contó que ya se realizaron reuniones con la Asociación Brasileña de Agencias de Viajes y otras instituciones brasileñas, ya que “la administración de Dilma estudia la incorporación del impuesto del 25 por ciento que, en principio, era de 6,38 para consumos en el exterior de Brasil con tarjeta de crédito”, porque “cuando uno depende de un mercado que presenta este tipo de retracciones hay que lograr incentivos para contrarrestarlo y en eso estamos justamente trabajando”.
En la misma sintonía, Aldo Elías, presidente de la Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT), expuso: “Estamos en tratativas de consensuar un documento con la mayor cantidad de entidades del sector con 4 ó 5 ejes temáticos para que luego sea presentado a la Cámara Argentina de Turismo y al Ministerio de Turismo. Es una propuesta que permita una salida rápida para recuperar el turismo receptivo”. Y adhirió: “Este proyecto se cerró en la Fitur para concientizar de una vez por todas que el turismo es una política de Estado y que significa no sólo ingreso de divisas, sino también fuentes de trabajo”. 
Este documento, primeramente, será un boceto con las dificultades y necesidades de cada una de las entidades, para luego fusionarlas en ejes temáticos, los cuales, según predice Elías, algunos serán: el costo de Argentina como destino, informalidad y competencia desleal. 

El arte de seducir
Tal como Uruguay supo hacerlo con Argentina, el empresariado turístico local está trabajando para tener su propio as bajo la manga para seducir nuevamente a los brasileños, y deberá salir a la luz más rápido que corriendo. 
Se trata de beneficios y promociones especiales que se “adecúen a sus posibilidades”, teniendo en cuenta que el engranaje político y económico les dificulta cruzar las fronteras para irse de vacaciones. 
“Las autoridades del turismo y representantes del sector privado tienen pensado tomar medidas para revertir esta situación. Lo que tratamos es trabajar en conjunto para articular acciones que faciliten el turismo emisivo desde Brasil”, expuso Camilo Suárez, presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés.
Ésta sería una medida estratégica tanto para el mediano como para el largo plazo para que, finalmente, “la industria argentina deje de ser tan sensible a las economías extranjeras”.
“Lo bueno es que tanto el sector público como privado coincidimos en el diagnóstico y en las medidas que deben tomarse, las cuales se van a basar en darle facilidades al turista extranjero a través de paquetes y promociones especiales”, completó Suárez.