Laticastelli, un antiguo castillo transformado en un hotel ubicado en el corazón de la Toscana, a veinte minutos de Siena, es “un destino en sí mismo”, comentó Gloria de Lafuente, representante de la firma.
La temporada abre el 1 de abril en este original destino italiano. Las novedades de la empresa tienen que ver, en esta oportunidad, con el agregado de habitaciones, que pasaron a ser 25 en total, es decir, dos más de las que funcionaban el año pasado.
Por otro lado, ya hace un tiempo abrió sus puertas el restaurante La Taverna, que ofrece comidas típicas de la región a precios muy competitivos. Los paseos a caballo son otro servicio que la empresa trabaja en forma sostenida, además de las clases de polo.

Ideal para parejas
El lugar es muy recomendable para viajes de luna de miel o aniversarios, porque tiene una lograda combinación entre lo romántico del paisaje y los recorridos culturales.
La ruta del vino, los shoppings y las ferias cercanas son atractivos imperdibles, que vuelven a Laticastelli un producto diferente para ofrecer.
“Se puede cabalgar entre olivares y construcciones medievales, a minutos de modernas autopistas, con lo que los huéspedes viven una experiencia de síntesis muy interesante” dijo de Lafuente. Se realizan cabalgatas con picnics y almuerzos que duran entre dos y cuatro horas, también hay paseos en bicicleta, degustación de vinos, clases de cocina, lecciones de historia y de arte.
Algo que no debe dejar de subrayarse es que la empresa cuenta con personal preparado para atender al turista en castellano.

Rodeado de atractivos
A pocos kilómetros del hotel está el pueblo Rapolano Terme, donde se encuentran las termas de Antica Querciolaia, un lugar ideal para el relax.
Asís, en la región de Umbría, es otra localidad a la que se puede acceder desde Laticastelli, donde los paisajes medievales y el legado de San Francisco se respiran en el aire.