Temaikèn recargado
Continuando con su misión de proteger la naturaleza, educando, investigando y conservando especies y ecosistemas, Fundación Temaikèn, presentará durante este invierno a seis nuevos integrantes de la familia de los monos Carayá, que llegarán al Bioparque Temaikèn para concientizar sobre mascotismo y el tráfico de fauna en Argentina.
Provenientes de la decomisación de fauna, dos machos y cuatro hembras de monos Carayá, más conocidos como “Monos Aulladores”, se convertirán en la nueva atracción del Bioparque para educar a los visitantes, remarcando que la eliminación de la compra de animales silvestres como mascotas es el primer gran paso para erradicar el tráfico ilegal.
Los monos Carayá habitan en gran parte de Sudamérica, en países como Paraguay, el sur de Brasil, el noreste de Bolivia y en las provincias argentinas de Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa y Santa Fe.
Esta especie se encuentra clasificada como “vulnerable” en nuestro país ya que su supervivencia se ve afectada por la caza, el tráfico ilegal y la continua reducción de su hábitat natural debido a la desforestación y el avance de la urbanización.
Recién llegados
Se trata de una cría de oso hormiguero (Myrmecophaga tridactyla) y una corzuela colorada (Mazama americana), y se estima que ninguno de los ejemplares tiene más de 2 meses de edad, ya que el peso de la corzuela es de menos de 2,5kg, mientras que el pequeño oso hormiguero no supera el 1,5kg. En el momento de la incautación, ambos animales ya habían sido separados de sus madres, por lo que ahora se debe continuar con su crianza de manera asistida. Por ese motivo, los entes oficiales trasladaron a ambos ejemplares al Hospital Veterinario del Bioparque, donde su cuidado está en manos de los cuidadores y médicos veterinarios.
De acuerdo a su evolución, serán estos mismos organismos los que definan si será viable su reintegración al hábitat natural en el futuro o si, en cambio, participarán de un programa de reproducción de sus especies para favorecer su conservación.
Actualmente, ambos individuos se muestran muy activos y su salud ha mejorado notablemente con el correr del tiempo. Todos los días, los cuidadores realizan su alimentación a la vista del público con la finalidad de conversar con los visitantes del Bioparque y concientizarlos sobre la problemática que los aqueja.
Bienvenidos a la familia
El Biopoarque también celebró el nacimiento de dos nuevos ejemplares. El primero es de la familia de los équidos, se trata de una pequeña cría de cebra de aproximadamente 30kg, y el otro está relacionado con la familia de los canguros, un wallaby de aproximadamente 1,5kg (aunque aún no se pudo hacer su chequeo médico formal).
El 22 de junio a las 23.45hs, Tomasa, una cebra de 9 años de edad, comenzó con el trabajo de parto y dio a luz, luego de 12 meses de gestación, a una cebra hembra. Esta especie es originaria de las sabanas africanas.
Esta pequeña cría es el tercer cachorro de Tomasa y Sancho, quienes comparten el ambiente desde que llegaron al Bioparque de un zoológico en Israel hace 7 años y gracias a su excelente adaptación al medio, la familia se sigue agrandando.
En estos días la cebrita ha demostrado un muy buen desarrollo. Se la vio muy activa, muy cercana a su madre y con un incremento de peso muy saludable.
Por su parte, la pequeña cría de Wallaby es hija de Darel, que el año pasado dio a luz a un wallaby albino. Si bien tiene unos 4 meses de edad, los cuidadores del Bioparque Temaikèn están aguardando para poder conocer el sexo de la pequeña cría y que salga definitivamente del marsupio de su mamá. Por el momento, ya comenzó a asomarse fuera de la bolsa y a alimentarse de las hojas y hierbas que están a su alcance.
Sus padres llegaron al Bioparque desde República Checa en mayo de 2011, y poco tiempo después demostraron una excelente adaptación cuando se descubrió que la familia se agrandaba. Esta especie es originaria de Australia y la isla de Tasmania.
Un rostro nuevo
En el marco de su campaña de prevención y concientización Temaikèn cuenta con Julieta Pink como embajadora. La campaña se busca concientizar durante estas vacaciones de invierno sobre la problemática del mascotismo y el tráfico ilegal de especies.
Esta acción tiene como protagonistas a un grupo de Monos Carayá, más conocidos como “Monos Aulladores”, provenientes de un decomiso de fauna. Tras haber pasado mucho tiempo en contacto con seres humanos, este grupo no puede regresar a su hábitat natural y por eso llegó al Bioparque: para concientizar a los visitantes, remarcando que la eliminación de la compra de animales silvestres como mascotas es el primer gran paso para erradicar el tráfico ilegal.
“La historia de los Monos Carayá es apasionante. Es fundamental transmitir valores y educar sobre la protección de la naturaleza desde la niñez y explicarles a los más pequeños que algunas especies no son mascotas y no se los puede sacar de su hábitat natural. Me encanta la naturaleza y me da mucha alegría que Fundación Temaikèn me haya elegido para representar esta causa”, sostuvo Julieta Pink.
Como parte de esta acción se hará extensiva esta campaña en redes sociales a través del hashtag #LosMonosNoSonMascotas, pudiendo así apoyar la causa y ayudar a difundir los diferentes contenidos audiovisuales que la Fundación preparó para dar a conocer la problemáti