El Pride of America, el barco de Norwegian Cruise Line que navega bajo bandera estadounidense, regresó el pasado 26 de marzo a su puerto base, Honolulu, después de estar tres semanas y media en el dique seco. 

Allí se le realizaron mejoras para convertirle en un barco prácticamente nuevo, con nuevos espacios, nuevos diseños en espacios comunes y una nueva decoración en todos los camarotes. Y es que esta reforma integral forma parte del programa Norwegian Edge, que supone una inversión de 400 millones de dólares y establece un nuevo estándar de excelencia para la marca Norwegian que abarca la experiencia completa del huésped.   

‘Cuando los clientes suban a bordo del nuevo Pride of America se sorprenderán por la magnitud de su renovación’, asegura Andy Stuart, presidente y Chief Operating Officer de Norwegian Cruise Line.

‘Los cambios van mucho más allá de una nueva capa de pintura y nuevas cortinas. Hemos transformado el Pride of America en un barco nuevo y, además, es el único que permite explorar las islas de Hawái como ningún otro, con 100 horas de tiempo en puerto’.

Muchos de los espacios comunes, restaurantes, bares y salas del Pride of America se han renovado de arriba abajo para ofrecer un look más moderno, con unos muebles y una decoración contemporáneos, así como nuevos pavimentos e iluminación. 

Todos los camarotes del Pride of America se han beneficiado de esta renovación: ahora cuentan con muebles y colchones nuevos, televisores con pantalla plana y pavimentos actualizados.          

Sus huéspedes no solo podrán disfrutar de espacios mejorados, sino también de espacios nuevos, como la Soho Art Gallery, un amplio local que cuenta con obras de arte originales a la venta; el nuevo Perspectives Photo Studio, un área donde las parejas, las familias y los amigos podrán hacerse una fantástica foto para recordar sus vacaciones; y Dolce Gelato, la heladería de Norwegian