La estación de la primavera, con temperaturas amenas y colores más fuertes, atrae a más visitantes a los destinos típicos de la estación de las flores. La temporada más verde y florida reafirma no sólo los atractivos ya consagrados, sino que también revela nuevos destinos en Brasil. En un país cuyos atractivos naturales son su mayor riqueza, algunos lugares son aún más especiales durante la primavera. Por ello, sigue una selección de destinos para que los descubras en la estación más perfumada del año.

Nova Petrópolis
Esta ciudad de Rio Grande do Sul que ya forma parte del calendario de los turistas que visitan la región, se vuelve aún más florida y atractiva para aquellos que no les gusta mucho el frío. Galardonada con el título de “Jardim da Serra Gaúcha”, la 
misma fue colonizada por los alemanes y está repleta de espacios floridos. En el centro de la ciudad, la Plaza de la República es también conocida como la Plaza de las Flores, por su gran variedad de colores y especies.
Variedad de flores y colores por todo el país. Foto: Ayuntamiento de Nova Petrópolis

Holambra
Conocida como la “Ciudad de las Flores”, Holambra sintetiza la estación. Dicha ciudad responde por el 40% de la producción nacional de flores. La ExpoFlora está entre sus atractivos; asimismo, difunde la cultura Holandesa, además de proporcionar una lluvia diaria de pétalos de 18.000 rosas.

Pantanal
La primavera también marca la transición de la sequía a la inundación de Pantanal, un destino de naturaleza y aventura en los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul. La variedad de ambientes hace de la región uno de los principales destinos
para el turismo contemplativo y la observación de la vida silvestre, especialmente por la práctica del ecoturismo y turismo de aventura. Vale destacar que la región cuenta con una de las concentraciones de vida salvaje más densas del mundo, incluyendo los 10 millones de caimanes, cerca de 700 especies de aves y animales típicos de la fauna brasileña como el tapir, el carpincho, el aguará guazú y el jaguar – algunos en peligro de extinción.

Fernando de Noronha
El paraíso de los tablistas y archipiélago de los sueños de los brasileños es más tranquilo durante la primavera. Aprovecha la oportunidad para bucear con los peces, practicar senderismo y caminatas por la selva nativa, además de surfear por las mejores olas de Brasil. Noronha es ideal para aquellos que buscan un contacto más cercano con la vida marina.

Lençóis Maranhenses
Las lluvias llegan junto con la primavera y aumentan el volumen de agua que revela toda la fuerza de la naturaleza. Cabe resaltar que el Parque Nacional de los Lençóis Maranhenses es el parque de dunas más grande de América Latina. Son 55.000
hectáreas, lo equivalente a 155.000 campos de fútbol o el tamaño de la ciudad de São Paulo. Al final de cada duna, podrás refrescarte en pequeñas lagunas formadas por el almacenamiento del agua de lluvia.

Vale dos Vinhedos
El ‘Vale dos Vinhedos’ o Valle de los Viñedos, en la Sierra de Rio Grande do Sul, entre las ciudades de Bento Gonçalves (‘Capital Brasileña del Vino’), Garibaldi (‘Capital Nacional del Vino Espumoso) y Monte Belo do Sul, recibe a los viajeros de la primavera con un paseo en bicicleta, picnic en las bodegas y alojamiento con la elaboración de vinos espumosos disfrutando de espectaculares vistas, jardines y variedad de