Este año la crisis se ha llevado por delante la sonrisa de muchos turistas ingleses cuando, como cada verano, se han acercado a su agencia de confianza para comprar sus pasajes de avión o paquetes turísticos.

La razón no es otra que la estremecedora combinación de la subida que se aplica a los impuestos relacionados con el turismo, como los aéreos, junto a los seguros de viaje, que sólo este pasado 2012 forzaron a los ciudadanos británicos a abonar 2.000 millones de libras (más de 2300 millones de euros).
Estos son los resultados a los que ha llegado la asociación de contribuyentes TaxPayers’ Alliance (TPA), que ha publicado un estudio demoledor que señala un aumento de 500 millones de libras esterlinas (58,5 millones de euros) con respecto de las cifras de su última estimación, que data de 2008.

En promedio un turista del Reino Unido ha tenido que pagar unas 56 libras (65 euros) al día por sus vacaciones en el extranjero, cantidad que asciende notablemente en caso de salir de límites europeos. Una familia de cuatro personas viajando a La Forida pagó una media de 350 libras (409 euros) en impuestos, y una pareja que viajó a Australia pagó 254 libras (297 euros).
El informe recuerda que los viajeros de Reino Unido hacen frente a diferentes tasas en los aeropuertos en función de la distancia recorrida desde Londres hasta el destino, así como de la clase escogida e