Uruguay espera la celebración del XI Congreso Internacional de Turismo Religioso, evento que se llevará a cabo en 2014. Mientras tanto, el gobierno busca fomentar esta modalidad de turismo entre los propios ciudadanos y visitantes a través de diferentes circuitos por todo el país.

Circuitos como el del Patrimonio Religioso y Cultural de la Ciudad Vieja de Montevideo; el del departamento de Florida, que incluye asentamientos jesuíticos; el de Huellas de Lino Dinetto, en el departamento de San José, o el Vía Crucis del departamento de Soriano, son algunos de los itinerarios propuestos por el Ministerio de Turismo y Deporte para conocer no sólo el pasado del país, sino también su cultura, tradiciones y festividades religiosas.

Como parte de esta promoción religiosa del territorio, se ha organizado en Uruguay una Jornada de Turismo Religioso durante este mes de septiembre que ha reunido a representantes reconocidos internacionalmente dentro de este tipo de turismo, guiados por todo el territorio charrúa por la operadora turística Rosario Bianco.

Esta actividad ha contribuido a la generación de nuevas propuestas religiosas, así como a la inserción de Uruguay en las rutas internacionales de turismo religioso, destacando la Ruta de los Jesuitas, que unirá al país con otros como Brasil, Argentina y Paraguay.

Las misiones jesuitas establecidas en los territorios guaraníes fueron una de las iniciativas culturales más importantes de la colonización de América del Sur.

La llamada Ruta de los Jesuitas va jalonando 30 localidades –fundadas por la Compañía de Jesús entre 1609 y mediados del siglo XVIII– diseminadas en las actuales fronteras de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

En territorio charrúa se destacan los vestigios jesuíticos que se pueden encontrar en el departamento de Florida: Nuestra Señora de los Desamparados, Calera de los Jesuitas, Estancia de Reboledo, Tambo Neozelandés, La Gándara, San Gabriel, Estancia de Santa Clara y Ruinas de Graserías, entre otros.

Aparte de los diferentes circuitos que se pueden realizar a lo largo y ancho de Uruguay, el país también celebra festividades y procesiones numerosas que tienen una gran acogida por el público.

Una de ellas es la de San Cono, que cada 3 de junio recorre las calles de Florida con el Santo a cuestas. Destaca también la festividad del 2 de febrero a la caída del sol, en la que música, color y ofrendas a la Diosa del Mar, 
Yemanyá, dan forma a una celebración de origen africano seguida por miles de personas vestidas de blanco y celeste.

Es una parte esencial de la cultura uruguaya que el gobierno pretende fomentar como parte del plan de desestacionalización y descentralización del turismo anunciado este mes por la ministra de Turismo y Deporte, Liliam Kechichian. Joyas arquitectónicas para los ateos y lugares de culto para los creyentes, que en definitiva son otros incentivos turísticos para ambos p&