Ya son habituales las colas de turistas que visitan la Bombonera. El relativamente nuevo Museo del Fútbol, bajo las tribunas del estadio Pacaembú, es uno de los hits de la oferta turística en San Pablo. Y aunque no hay cifras oficiales se podría asegurar que uno de los suvenires más populares hoy en Barcelona es la camiseta de Messi. Turismo y fútbol se llevan muy bien últimamente, incluso más allá del próximo Mundial, que movilizará miles de viajeros de todo el mundo. Pero mucho antes que Brasil 2014, el turismo futbolero se relaciona más bien con el crecimiento internacional de algunos clubes, como Boca y como el Barcerlona. Lo mismo cabe para el Real Madrid Club de Fútbol, que ha capitalizado muy bien su globalizada popularidad. Y no sólo vendiendo camisetas blancas por todo el planeta, sino en lo que se refiere estrictamente al turismo, abriendo las puertas del estadio Santiago Bernabéu.

En el barrio madrileño de Chamartín, sobre el Paseo de la Castellana, la cancha inaugurada en 1947 (ampliada en varias oportunidades) tiene capacidad para 85 mil personas. Si bien muchos extranjeros acceden a los partidos del equipo merengue, igual que ven a Boca o River en Buenos Aires, no debe estar lejos de aquella cifra el número de visitantes que pasa semanalmente por allí sin presenciar juego alguno. Es que desde hace un tiempo, el estadio ofrece un tour que incluye presentaciones multimedia, exposición de casacas y trofeos, y acceso a sectores como las plateas, los palcos (con asientos calefaccionados), la sala de prensa, los vestuarios del local (con jacuzzi) y del visitante (algo más modesto), hasta tocar el campo mismo junto a los bancos de suplentes, ideal para posar emulando algún gesto de Mourinho. Además, siempre está la posibilidad de llevarse una foto junto a uno de los jugadores del Real; vía Photoshop, claro (aunque se puede elegir a cualquiera de ellos, aseguran que Cristiano Ronaldo gana en el ranking por goleada). El sector del museo cuenta con una muestra especial de Alfredo Di Stéfano, histórico ídolo del club, que en estos días está cerrada al público por refacciones.
El final de la visita es cantado: en la tienda, que en este caso es un megastore de dos pisos con todas las camisetas que se puedan imaginar, pero también los más insospechados artículos con el escudo de la casa. La entrada cuesta 19 euros, pero a la tienda y al Real Café Bernabéu se puede ingresar independientemente, sin cargo.
Cerca del Mercado del Rastro, el estadio Vicente Calderón, del Real Madrid, también tiene un programa turístico parecido. Pero el tour del Madrid futbolero tiene que pasar necesariamente por el Paseo del Prado donde no se juega, sino que se celebra. Allí están, a pocos pasos una de otra, la Fuente de Cibeles, donde el Real Madrid se baña para festejar los campeonatos, y la de Neptuno, donde el Atleti es local.

Fuente: lanacinon.com.ar