La isla, denominada Tetiaroa, fue adquirida por Brando en 1966 y contendrá un resort formado por 35 villas de lujo con 41 habitaciones que incluye además dos restaurantes, dos bares y un spa. El complejo abrirá el próximo 1 de julio, día en que se conmemora el décimo aniversario de la muerte del actor.

Será un resort en el que primarán los valores de sostenibilidad e incluirá las últimas innovaciones tecnológicas en esta área. Será gestionada por Pacific Bechcomber, operador de resorts de lujo en la zona. Se denominará ‘The Brando’.

Origen
Esta isla, un verdadero “clichée” en cuanto a paraísos de la Polinesia Francesa se refiere, ha sido sagrada para el pueblo polinesio lo que ayudó a conservarla en estado puro e incontaminado hasta ahora. Se trata de un atolón coralino, con una laguna interior con mares azules de una transparencia increíble que dan refugio a miles de habitantes de la fauna y flora submarina.
En un momento de su carrera el actor norteamericano viajó hasta allí a filmar el Motín del Bounty y quedó maravillado por su belleza y la sensación de sentirse en un rincón del paraíso. En ese entonces no solo se enamoró del lugar y la forma de vida de los polinesios sino también de la joven Tarita, el amor de su vida, y se resolvió a comprar ese lugar. Luego de largas tratativas logró convencer al gobierno y allí encontró su hogar en 1967. Se dedicó férreamente a conservar la biodiversidad de la isla y a convertirlo en un modelo de estudio, conservación y sustentabilidad.
En 1999 convocó a Richard Bailey, un veterano residente de Tahití que compartía con Brando su pasión por el medio ambiente y que había creado algunos de los más finos resorts en la región, para que lo ayude a concebir un plan que lo ayude a alcanzar su sueño.
Entre ambos pensaron crear el primer resort autosuficiente sin el uso de energías contaminantes. El Brando es el resultado de esa visión compartida.
“Mi alma siempre encuentra paz cuando me imagino a mí mismo sentado en mi isla de los Mares del Sur a la noche. Si fuera por mí, Tetiaroa se mantendría para siempre como el lugar que les recuerde a los tahitianos cómo son y cómo eran siglos atrás”, decía Marlon Brando.
La isla cuenta con su propio Centro de Investigaciones, no sólo para que los científicos puedan realizar tareas acerca de la propia Tetiaroa, sino también sobre cómo las islas tropicales pueden preservarse.  

El proyecto
Las Villas de uno, dos o tres dormitorios están dispersas entre la vegetación nativa y cada una tiene su propia piscina. Fueron construidas con materiales de la zona en la medida de lo posible y con certificado de origen que garantizan que son renovables y/o reciclados. Utilizan un revolucionario sistema de aire acondicionado gracias al agua de mar extraída de la profundidad, energía solar y biocombustible para la electricidad y la provisión de agua caliente. Han logrado que sea un emisor neutral de CO2.
La estadía incluye alojamiento en lujosas residencias, con todas las comidas y la mayoría de las bebidas (incluidos vinos finos, champagne y cerveza), una excursión por persona y por día de una selecta lista de opciones, un tratamiento de spa, por persona por villa y por día, acceso a internet, una bicicleta por huésped, una canoa por villa, kayak y equipo de snorkel. Los interesados en aprender más sobre la historia y la cultura de las islas encontrarán en su Centro Cultural y Biblioteca toda la información necesaria. Además podrán participar de las excursiones diarias de los guías naturalistas, aprender danza y música polinésica, artesanías, y tomar lecciones de cocina local.
El Soft Opening ofrece tarifas reducidas casi a la mitad de lo que serán los valores normales y serán válidos desde el 1 de julio al 30 de septiembre. 
Para llegar desde cualquier rincón del mundo los pasajeros tendrán que aterrizar primero en Papeete, y desde allí un vuelo de 20 minutos los dejará en Tetiaroa.

Amor a primera vista
El actor estadounidense de cine  se enamoró de esta zona de la Polinesia francesa durante el rodaje de “El motín del Bounty”(1962) e incluso se casó con una de sus habitantes.
Parte de sus familiares continúan viviendo en la isla pero no ocuparán ningún puesto en el próximo resort a inaugurar.