La Unión Europea podría limitar la emisión de gases de efecto invernadero de las empresas de transporte. En concreto, Bruselas estudia la propuesta de la presidencia de Suecia, que solicita la aplicación de una normativa para reducir antes de 2020 las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del sector aéreo y del marítimo un 10% y un 20%, respectivamente, teniendo en cuenta los niveles registrados en el año 2005.
Con esta propuesta, que parece contar con un amplio apoyo entre los Estados miembros, la presidencia de turno de la Unión Europea pretende incluir a los dos sectores citados, para los que no se fijaron recortes en el Protocolo de Kioto de 1997, en el acuerdo internacional sobre cambio climático, que se firmará en diciembre en Copenhague. Estados como Reino Unido, Francia, Irlanda, Holanda, Bélgica y gran parte de los países del Este de la UE estarían dispuestos a apoyar estos niveles de reducción, mientras que otros, entre los que se encuentra España, solicitaría recortes menores.
Pese a que la gran mayoría de Estados miembros apoyan esta iniciativa, existe diversidad de opiniones acerca de cómo medir la reducción, ya que algunos países abogan por realizar los cálculos a partir de 2007, lo que supondría un recorte menos drástico. El informe técnico que está siendo objeto de análisis por parte de la UE señala que las emisiones de la aviación y del transporte marítimo aumentaron un 53% y 70%, respectivamente, entre 1990 y 2005, y se prevé que lo hagan en un 154% y