Tras una década de desplome turístico continuado, empresarios hoteleros y autoridades locales en la zona de las Cataratas Victoria, en este país, esperan que el Mundial-2010 de fútbol en la vecina Sudáfrica contribuya a impulsar la llegada de viajeros.
Debido a los disturbios violentos y la fuerte inflación que vive Zimbabwe, los turistas han preferido en los últimos años contemplar desde la parte zambiana el espectáculo natural, inscrito en la lista del Patrimonio Mundial.
Los beneficios generados por el turismo en Zimbabwe cayeron con fuerza en los últimos años: de 1,4 millones de visitantes y 400 millones de dólares (281 millones de euros) hace una década, a 223.000 turistas y 29,1 millones de dólares (20,5 millones de euros) en 2008.
La tendencia a la baja parece estar cambiando y parece que la llegada de extranjeros es cada vez mayor, sobre todo desde que en febrero se puso en marcha un Gobierno de unión nacional, a lo que se une la estabilización reciente de los precios.
"La situación de la industria del turismo no es buena, pero es mejor que el año pasado, cuando no tuvimos un solo visitante en nuestro hotel", explicó Ollalia Nyoni, que gestiona un establecimiento con 150 habitaciones en la ciudad situada junto a las Cataratas Victoria.
El Mundial de fútbol genera grandes expectativas en el sector, ya que las cataratas están sólo a 90 minutos de avión de Johannesburgo, la capital económica sudafricana, donde se disputarán, principalmente, los partidos de apertura y la final del torneo.
Los hoteles se están preparando para la previsible llegada de visitantes y los dirigentes locales desean aumentar el número de helicópteros autorizados a sobrevolar las cataratas, de 108 metros de alto, en una zona del río Zambeze donde viven además rinocerontes, hipopótamos y elefantes.
Seis helicópteros están autorizados actualmente a transportar viajeros que buscan sensaciones fuertes. Las autoridades querrían ampliar esa cifra a 28 aparatos, lo que provoca en algunos una cierta preocupación.
"A diario tenemos ya que soportar el ruido de esos helicópteros que sobrevuelan el hotel de las Cataratas Victorias (uno de los más antiguos del lugar)", se quejó un grupo de empresarios locales en una carta dirigida a la Comisión de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
"La reproducción de los animales también se verá perturbada", señala Ian du Preeze, un defensor de la naturaleza que trabaja en la reserva privada de las Cataratas Victoria.
El alcalde de la ciudad, Nkosilathi Jiyane, reconoció que el asunto es difícil de abordar: "Es la decisión más complicada. Es el medio ambiente contra el beneficio (económico)". El dilema se resolverá probablemente en las próximas semanas, cuando se concreten más los planes para 2010.