Tal como lo realiza nuestro país, México se dispone a celebrar en el 2010 los doscientos años de su independencia. El sector turístico, clave en la economía de la nación centroamericana, no quiso quedarse afuera del aniversario y diseñó las espectaculares Rutas del Bicentenario.

Hace exactamente dos siglos se conformaba en nuestro país la Primera Junta de Gobierno. Así comenzaba el largo proceso independentista de la Nación Argentina. Sin embargo, pocos en estas tierras sabían los que acontecía a miles de kilómetros al norte: con el llamado Grito de Dolores, iniciaba en México el proceso que los liberaría de España.
Dada la significación de estos eventos fundamentales en la historia de ambos países, todos los sectores están volcados a conmemorarlos y hacer conocer al mundo entero las virtudes de sus pueblos, culturas y bellezas naturales.
Como una de las tantas curiosidades de la Historia, la Feria Internacional de Turismo (FITUR) de Madrid, España, fue la primer gran vidriera del año donde, tanto México como Argentina, tematizaron los diferentes preparativos para los festejos, en donde el Turismo cumple un rol determinante.

Reconocimiento mundial
Las rutas del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución Mexicana, impulsadas por la Secretaría de Turismo del Gobierno Federal, obtuvieron el premio como Mejor Producto Internacional Activo en FITUR 2010.
El Secretario de Turismo de México, Rodolfo Elizondo Torres, celebró este reconocimiento y explicó que el organismo inició la promoción de rutas conmemorativas que ponen en valor los eventos a celebrarse este año y que han marcado la historia del país.
El funcionario explicó que para su diseño se tomaron en consideración elementos tanto históricos como turísticos, de manera que se combine en ellas una amplia oferta de actividades y servicios de interés para todo tipo de viajero.
Agregó que las rutas representan una herramienta de conocimiento, comprensión, y valoración del patrimonio cultural y natural, de la historia y la identidad como nación, por lo que la Secretaría de Turismo consideró que este es un momento propicio para iniciar una nueva etapa en el turismo carretero nacional.

La selección de Rutas
A partir de un trabajo de revisión histórico y de rutas carreteras realizado en coordinación con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), la Sectur determinó ocho rutas histórico-turísticas, cuatro alusivas al movimiento de Independencia (Hidalgo en el Centro, Hidalgo en el Norte, Morelos, Guerrero y el Ejército Trigarante) y cuatro a la Revolución (Villa, Zapata, Madero/Carranza y Ciudades de la Revolución).

Tras los pasos de Hidalgo
La Ruta de Hidalgo en el Centro es acaso la más conocida. Reúne sitios emblemáticos de la carrera del cura Miguel Hidalgo y Costilla, Padre de la Patria, como sacerdote, pensador y jefe militar.
La Ruta de Hidalgo en el Norte reúne los lugares por los que pasaron Hidalgo, Allende, Aldama, Jiménez y su ejército, durante su camino hacia el Norte, en un intento desesperado de llegar a los Estados Unidos para adquirir armas y organizar una ofensiva que nunca pudo ser. Seguir sus pasos en esta parte del país, supone para el viajero de hoy recorrer las mismas distancias y ver los mismos paisajes, pero ahora con el atractivo de poder identificar lo que dejaron a su paso, descubrir el significado de sus acciones y, sobre todo, comprender la grandeza de su esfuerzo.
El recorrido se entrecruza con los caminos de la Revolución y de otras gestas históricas: la Reforma, las intervenciones extranjeras o la conquista.
La Ruta de Morelos permite conocer los lugares por donde pasó José María Morelos y Pavón. De todos los jefes insurgentes, fue quizá Morelos el que más kilómetros recorrió a lo largo de 5 campañas militares, sin contar lo que visitó durante su vida civil y religiosa. Este circuito incluye los sitios más emblemáticos de su carrera y las regiones en que vivió y combatió.
La Ruta de Guerrero y el Ejército Trigarante reúne los sitios clave de la vida y obra de Vicente Guerrero, así como muchos de los lugares donde Agustín Iturbide llevó a cabo acciones políticas o militares decisivas, ya como jefe del ejército libertador. Los caminos del pasado, abiertos a golpe de machete por las tropas, se sustituyen aquí con carreteras que llevan al viajero a destinos donde podrá descubrir, tanto las hazañas de Guerrero, como las bellezas naturales que contempló.

Caminos de la Revolución
La Ruta de Zapata incluye los lugares más emblemáticos de la lucha zapatista durante los años de la Revolución. A pesar del reducido kilometraje de esta ruta, en comparación con otras, el recorrido está lleno de atractivos de todo tipo, lo que permite combinar la aventura histórica con otras actividades vacacionales que se pueden realizar sin prisas.
La Ruta de Pancho Villa permite recorrer el Norte, zona que surcó a caballo el mítico personaje como fugitivo, militar, político y ranchero
La Ruta de Madero y Carranza incluye los sitios en que ambos líderes de la Revolución y presidentes de la República vieron la luz, alimentaron sus idearios y lanzaron sus manifiestos a la Nación antes de abandonar el terruño y enfrentar su destino.
La Revolución comenzó simultáneamente en varias partes del territorio mexicano el 20 de noviembre de 1910, por eso La Ruta de las Ciudades de la Revolución propone un recorrido por San Luis Potosí, Zacatecas y Aguascalientes, por donde pasaron todos los caudillos de la gesta revolucionaria.

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